¿Quieres Ser Mi Esposa?

Laura

El señor Velasco y el señor Salvatierra no vinieron al evento cuando fueron los principales impulsores de la empresa y me habían evitado todos estos días.

Estaba exhausta de fingir ser una novia felizmente enamorada, soportar a Ezequiel quien no dejaba sus malditas manos quietas, a mis abuelos que no pararon de presumir mi futuro matrimonio y a tantas personas que en vez de hablar de trabajo como acostumbraban, hoy no paraban de preguntarme sobre mi relación.

 (definitivamente, este embarazo me volvió más intolerante)

Quería asesinar a varios, en especial al padre de mis hijos. No, él está en segundo lugar, el primero lo ocupa ahora el idiota de mi ex, lo evite toda la noche, ¿acaso los hombres no entienden las indirectas?

_ nunca es tarde para el amor.. Me parece bastante ilógico que estés con el hombre que tanto insultaban en mi presencia, incluso cuando hacíamos el amor..

_ sí, ¡es increíble! Dicen que del odio al amor hay un solo paso _ miré a Ezequiel _ con él no tengo tiempo de hablar en la cama _ me beso con suavidad, pero el imbécil no se iba

_ también dicen que donde hubo fuego cenizas quedan _ me ofreció una copa, sin respetar la presencia de Ezequiel

_ cenizas que se apagan con un buen balde de agua fría _ le respondí y Ezequiel se rio _ No, gracias, no puedo beber alcohol _ mientras procesaba la información, Ezequiel tomo la copa. No había bebido en toda la noche porque era quien conducía

_ el alcohol es malo para las mujeres embarazadas _ dijo antes de beber un sorbo, al mismo tiempo que Carlo palideció.

_ si entendiste.. Espero que dejes de enviarme flores

_ que haces cerca de mi hermana maldita sanguijuela _ gruñó mi hermano.

_ solamente los estoy felicitando

_ pues, a mí no me pareció _ respondió Ezequiel.

Los dos miraban a Carlo como si fuera su presa, debía sacar al menos a uno de allí, todavía había algunos periodistas. Le hice gestos a León quien venía con cara de cansancio de no sé donde, seguramente se estaba escondiendo en algún lugar

_ Hermano estoy cansada yo regresaré a casa.

_ por supuesto vete _ miró mi acompañante _ cuídala

_ nos vemos _ besé su mejilla y nos fuimos, al mismo tiempo que León llegaba

Subimos a su auto en un extraño silencio, viniendo del hombre que no desaprovechó la oportunidad para hastiarme durante toda la noche, me llamo la atención. Lo ignoré, lo prefería callado. Para mi desgracia no duró mucho

_ ¿lo sigues amando? _ preguntó conduciendo con el ceño fruncido, sin mirarme

_ ¿a Carlo? _ me reí _ no, el día que descubrí su infidelidad, mi amor por él murió

_ ¿así tan fácil?

_ Crecí viendo un amor verdadero como el de mis padres, ambos se demostraban respeto mutuo sin necesidad de que el otro lo pidiera. Si no fue capaz de respetarme una vez nunca lo hará

_ ¿lo querías?

_ Sí, pero mi pareja no me da el respeto que me merezco, tanto en mi ausencia como en mi presencia no vale la pena.. No te preocupes, no me refiero a ti, puedes tener las mujeres que quieras mientras la sociedad no lo sepa, nos casaremos únicamente por nuestros hijos

_ pues eso no pasará. Si eres mi esposa, te respetaré y te seré fiel _ dijo con seriedad y me reí otra vez _ ¿qué es lo gracioso?

_ por favor Ezequiel, eres un mujeriego. Te han fotografiado con tantas mujeres..

_ he tenido distintas mujeres porque estaba soltero. Eso acabó desde el momento en que aceptaste ser mi esposa. Te debo fidelidad y la tendrás.

_ No necesitas fingir frente a mí, además nos conocemos desde hace años ambos sabemos que no duraras sin sexo

_ ¿por qué debería aguantar? Tengo una hermosa y sexy futura esposa _ lo miré con los ojos desorbitados. ¿Escuché bien?

_ y tendrás el tabique roto si sigues fastidiando

_ ¿planeas estar casada conmigo y vivir en celibato? ¿O es que acaso tendrás amantes? _ frenó de repente y me miró

_ no, y tampoco te incumbe la respuesta

_ pues si me incumbe eres mi mujer _ solté mis carcajadas. Era bueno bromeando

_ Al menos tus chistes me hacen reír y yo creí que eras un inútil inservible _ él no se rió

_ puedo demostrarte en que soy útil _ mis mejillas se calentaron por la forma en me miraba. Entendí muy bien a qué se refería

_ ya detente, no tengo ganas de pelear, empieza a conducir, estoy cansada

_ si quiero puedo conquistarte.

_ claro, ¡como digas! Muéstrame lo que tienes adonis seductor. Quiero ver como me conquistas. Si es que puedes.. _ intenté aparentar que sus intenciones no me afectaban

_ puedo hacerlo, mi piggy _ exclamó de forma seductora, quería golpearlo.

_ no soy tu piggy.

_ ¡si lo eres!

_ supondremos que el poco alcohol que bebiste te quito la cordura. Debemos llegar a casa. Conduce.