Gabriel Patel y Xavier Hudson son como hermanos desde siempre y cuando ambos hicieron una familia quisieron que sus hijos siguieran la misma línea.
Pero quizás esa no era una muy buena idea.
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Veinte
Axel acompañó a su hermana a ver el departamento y le encantó, tenía cuatro habitaciones, no sabía para que ella necesitaba tantas pero no preguntó, seguramente las convertiría en vestidores o guardarropas como hacían muchas chicas, también tenía una cocina que enamoraba a cualquiera que le gustara pasar su tiempo allí, cada habitación tenía su baño y para rematar contaba con una terraza que daba envidia y un salón comedor inmejorables, casi podía decirse que era mejor que el suyo en Londres.
- Me lo quedo para mi.- le dijo y a cambio recibió un golpe en el hombro de parte de la chica.
- No creo que hayas venido hasta aquí para robarme la casa de mis sueños, eres el peor hermano que existe.- ambos empezaron a reír a carcajadas, hacía mucho tiempo que ella no se sentía tan bien y a él le encantó verla tan recuperada.
La compra de la casa demoró a Axel dos días más de lo previsto en Oxford y al regresar se encontró con alguien no muy contento.
- Vaya pensé que no ibas a regresar hoy tampoco.
El joven abrió la puerta de su departamento y lo primero que vio fue a una muy enfadada Sabrina esperándolo, aunque él no perdía las ganas de comérsela a besos.
- Yo te dije que iba a regresar hoy y aquí estoy Sabri, deja de armar escándalo que no estaba con otra mujer, estaba con mi hermana.- le habló mientras intentaba llegar hasta ella para abrazarla, la había extrañado bastante.
- Sí, con tu hermana, la sinvergüenza especialista en romper todo lo que toca.- le soltó con odio y ese fue el peor error que cometió en su vida pues él se detuvo en seco antes de tomarla en sus brazos.
Axel se mordió el labio intentando contener todo lo que en ese momento aquella chica se merecía escuchar, nunca había abierto la boca para ofender a una mujer y esta no iba a ser la primera vez, respiró como si quisiera retener todo el aire que había en el lugar para sí y le dijo.
- ¿Sabes en lo que es especialista mi hermana? En protegerte, eso es lo único que ha hecho siempre, incluso ahora cuando tú te llenas la boca de tonterías y te das el lujo de juzgarla sin haberla escuchado cuando te lo pidió.- le habló de la forma más calmada del mundo y Sabrina abrió los ojos como platos, nunca pensó que el hombre le contestara, él siempre había intentado pasar por alto los comentarios que ella hacía de su hermana- Pero ya no más Sabrina, esta fue la última vez que te oí referirte así de ella, quiero que te vayas de mi casa y de mi vida, si no eres capaz de cambiar tu actitud para con mi hermana y dejar que el rencor no hable en vez de tu amor, tú y yo no tenemos nada de que hablar.
- Axel ¿Me estás dejando por ella?- le preguntó con los ojos húmedos y él tuvo que hacer un esfuerzo para no abrazarla y acurrucarla contra su pecho, de verdad la quería mucho, ella no era la única que arrastraba ese amor de infancia.
- No Sabrina, estoy terminando una relación que no va a llegar a nada si tú no eres capaz de comprender que hay gente que te ama sin importarle lo que tenga que hacer por ti, vete Sabrina y no me busques nunca más.
La chica pasó el dorso de la mano por sus lágrimas y tomó su bolso para irse y llevarse consigo otra razón más para odiar a Julianna.
Mientras la peliroja estaba ajena a que sin proponérselo otro desastre se había forjado a alrededor de su persona y estrenaba su departamento llena de felicidad.
..............
Un mes después Axel fue llamado por su padre de forma urgente.
- Siéntate, tenemos que hablar de tu hermana.- el joven hizo lo que su progenitor ordenó y esperó a ver con que salía esta vez- Estuviste con ella en su cumpleaños. - le afirmó sin siquiera mencionar el nombre de ella.
- Sabes que sí, te lo dije, iba a estar con Julianna y aprovechar y arreglar el poder para los trámites de la herencia.
- Pero seguro no sabes que ahora vive en un departamento, dejó el internado, y anda de bar en bar.
- ¿La estás investigando?- para Axel ese era el colmo.
- Por supuesto, es mi hija, el detective me llamó hoy para darme un informe y eso es lo que me dijo, va a tener que regresar mañana mismo.
- Vamos a ver papá, Julianna es mayor de edad y rica, no puedes obligarla a regresar, otra cosa, el departamento se lo regalé yo porque ella ya no quería seguir siendo una interna en ese colegio, y lo de los bares es mentira, hablo con ella cada día, creo que tu investigador te está diciendo lo que quieres escuchar para seguir sacándote dinero.
Axel sabía que ella había estado de bares pero era buscando trabajo, la hija de los Hudson había cambiado mucho y uno de esos cambios consistía en no vivir únicamente de su fortuna.
- ¿Engañándome?¿Crees que el investigador me está engañando?¿Entonces vas a decirme que no hace un mes que recibió su herencia y ya sacó del banco cinco millones de libras para hacer con ellas sabe Dios que cosas?
El hombre le puso unos papeles sobre la mesa y él los tomó para leerlos, esa información Axel no se la esperaba pero no dejó que su padre lo supiera.
- Papá conociendo a tu hija como la conozco ese dinero no fue a parar a ningún lugar peligroso y si tú te hubieras tomado el riesgo de intentar conocerla más allá de la niña asustada que pedía a gritos atención y recibió rechazo sabrías que es así, ella nunca hace nada que no sea pensando en los demás y esto que me enseñas de su dinero- levantó los papeles que aún tenía en la mano- Me deja claro que debí poner una restricción en nuestras cuentas, porque estoy seguro de que las mías también sufren de tu fiscalización.
El hombre se dio cuenta de que había cometido un error con su hijo en el que esperó un aliado cuando le contara lo que hacía su hermana.
- Y como no lo has negado corroboro que sabes todo el dinero que entra y sale de mi cuenta cada mes.- el hombre bajó la vista, Axel nunca le había dado una razón para que él se inmiscuyera en su vida- Pues habrás visto unas tres mil libras que salen religiosamente a una cuenta más algún que otro gasto médico, como también estoy seguro de que no has podido rastrear hacia quien van dirigidos o ya habrías intervenido, pues hoy te lo voy a aclarar, ese dinero es para el hombre que hizo tu trabajo, el de despertar a tu hija de la pesadilla en la que estaba viviendo con tan solo una corta y tranquila conversación, sin gritos y sin resentimientos y ella va a estarle agradecida por siempre, por eso yo hacía esos pagos hasta ahora que ella recibió su dinero.
Axel hablaba sin dejar de mirar a su padre y sin permitirle rebatir ni una de sus palabras.
- No sé en que momento te convertiste en lo que eres ahora papá que prefieres seguir pensando que tu hija no es digna del apellido que lleva sin detenerte a mirarla bien, pero créeme que lo siento mucho, por ti y por el recuerdo de mamá, porque Julianna ya pasó página sin nuestra ayuda.
Y sin esperar una respuesta se fue.