Renací Para Salvar Al Villano

Había escuchado esa voz, ese asentó a ruso-aleman. Giré mi rostro y mis ojos se encontraron con lo de Alessandro. Aquellos ojos color miel tenía un brillo que nunca vi hasta ahora. Sin embargo, se comienza a poner cristalinos. Sus labios se fruncía, arrugando su cejas molesto, exclama.

— tonta...— dijo él, que cayó sobre mi en un abrazo saliéndose de su silla y entrando en la cama. Su voz temblorosa habla con suavidad— No sabes el susto que me hiciste pasar... Creí que te había perdido una vez roto la maldición... ¿Como se suponía que viviría si la mujer a la que amo moría en mis brazos?... Realmente fue un dolor peor que la misma maldición...

Tomé su espaldar con ambas manos, afinque mi rostro en su hombro derecho.

— perdoname... Pensé qué... Podría haberte salvado de algún atentado y caí en él. No se cómo logré sobrevivir pero estoy contigo...

— todo... Todo fue plan de Derek...— me quedé un poco inmóvil al escucharlo, lo dejé continuar—... Él se había disfrazado de un soldado para creer que estaba bajo las órdenes de Anabella, cumplió tal cual la orden de apuñalar tú cuerpo, pero sin herir algún punto vital. Perdiste mucha sangre pero puede actuar a tiempo... Anabella acabó muerta a manos de Derek tras perder gran cantidad de sangre y los soldados restantes que estaban bajo su control volvieron a la normalidad... Realmente estaban embrujados.

Procesaba todo lo que Alessandro me había resumido. ¿Derek fue quien me apuñaló?... ¿Anabella murió a manos de él?... Pero, lo que me deja más extrañada es...

— siento el sabor a metal en mi boca...

— tuve que darte de mi sangre... Al ser especial, supuse que eso ayudaría a tu cuerpo a entrar en equilibrio nuevamente... Y los resultados fueron rápidos. Tu herida cerró y acabas de despertar luego de dos días de estar en cama.

Tomé mi cabeza y susurré que había dormido dos días. Para mí, en ese momento que soñé que estaba en ese punto de luz, a la cual me estaba llamando, sentí una brisa de frío... Quizás era eso, la sangre de Alessandro recorriendo en mí que me hizo regresar del limite entre los vivos y los muertos.

— Elenor...— dijo él. Que tomaba mi rostro en sus manos—... Ahora... De que estoy libre de la maldición, puedo decírtelo sin temor al dolor o a morirme delante de ti... Déjame decirte que... Te amo.

Ya nada podía asombrarme, solo alegrarme al verlo de esta forma. Su voz ya no era hostil, sus palabras ya no era grosera y su amor totalmente sincero sin tener que ocultarlo en su dolor. Su te amo es el más hermoso y puro que he escuchado en toda mi existencia.

Entrecerré mis ojos, pues sentía como se llenaba de lagrimas de felicidad.

— Te amo, su majestad...— lo abracé lentamente, y con ello le susurré mi voluntad—... Y deseo que pase lo que pase, estar a su lado para seguir amándote.

— crearé un imperio solo para tí. Tú y nada más que tú serás mi esposa... Mi emperatriz.

Dejándose llevar por el momento. Minutos después, recuerdo todo el suceso que pasó antes de ser herida. Había algo muy importante que debía preguntarle a Alessandro.

— Alessandro... Respóndeme... ¿Como sabias que estabas maldito?... ¿Y como sabias que fue Anabella que lo había hecho?

— mi castillo estaba bajo mi control y podía oír todo, hasta el más mínimo susurro. Era fácil escuchar las voces de ambos hablar. Derek que decidió ayudarte a pesar que no confiaba en tí y tú, dispuesta en arriesgarte por mí. En aquel tiempo decidí dejar que la maldición se llevara mi vida, quería que disfrutaras conmigo el tiempo que me quedara... Pero luego de escuchar que me amabas, te lastime a causa de la maldición. Te hice llorar con mis palabras de que nunca te amaría. No había conocido el arrepentimiento hasta ese momento... Supe que debía terminar con esto por mis propias manos, tenía planeado enfrentar a Anabella y dejarle todo, a cambio de mi libertad y buscarte para pedirte perdón...

Ahora lo entendía. Pudo escuchar mi conversación con Derek de aquel momento. Y por eso, en el festival me expresó que lo disfrutará el tiempo que le quedaban. Escuché su voz susúrrarme.

— Verzeihen Sie mir... Elenor— perdoname, Elenor... Ese era su significado.

Esa palabra jamás se me olvidará. Cuando Derek me lo había dicho, había retomado las fuerzas perdidas para recuperar a Alessandro. Yo le respondí con una pequeña sonrisa.

— te perdono... Alessandro. Comencemos de nuevo, en este presente y en un futuro donde nos seguiremos amando como ahora.

Narrador.

Por fin, en un suspiro, Alessandro pudo tomar los labios de Elenor, suavemente se juntaban y entre ello él la tomaba con mas firmeza. Éste beso estaba lleno de nuevas emociones, tanto como para él como para ella. Ya que al no sentir el gran peso de su corazón, solo desea amarla sin parar.

En ese momento entró Derek rompiendo el beso imprevistamente.

— ¡Buenas!... ¡¿Como sigue Ele-...— Alessandro sin pensarlo dos veces le lanza la silla. Con gran agilidad Derek lo esquivó—... Sé que me odias pero no es el momento de que me mates.

— largo.— reclamo él. Como siempre, de molesto.

— no... Hasta decirle la verdad a Elenor de todo lo que hice por ustedes...— acercándose, este intenta tomarle las manos a ella, pero Alessandro se la aparta de inmediato.

— ¡Yo ya se lo dije!... ¡Y no quiero que la toques!... ¡Aún sigo molestó contigo!— éste la abrazaba protegiéndola.

— ¿Que?... ¡Pero si yo debía decírselo para que me perdonará!... ¡Alessandro!

— ¡Tú no necesitas su perdón y-!

Repentinamente escucharon la risa de Elenor. Que causó que ambos la vieran.

— realmente... Es emocionante verlos llevarse tan bien. Y con respecto a ti Derek... Te perdono. Sin tí, hubiera muerto en las manos de cualquier soldado de la emperatriz.  Entiendo qué también lo hiciste para bajar la guardia de Anabella y sobretodo... Para romper la maldición del hombre que amo... Sin darte cuenta... Dejaste de ser un personaje secundario para convertirte en el protagonista de esta historia...

Derek carraspea la garganta un poco apenado. Pero acepta las palabras de Elenor. Aunque Alessandro estaba un poco perdido decide ignóralo ya que siente que no hay nada malo en esta conversación. Sin embargo, este aleja la cara de Derek cerca de Elenor y le retracta.

— vete. Quiero estar a solas con mi mujer...

— si, si... No te molesto más...— alzó las manos— pero toma el lugar que corresponde. Sé que lo harás y por ella. Así que ve preparando para los papeleos innecesario por culpa de tu ex-esposa. Hay mucho que arreglar...

— lo sé.— afincó su voz. Pero luego se suaviza— ahora sé que no importa el lugar mientras que Elenor este a mi lado. Crearé un mejor imperio solo para ella...

Tómale la mano, Elenor le explica algo.

— te ayudaré. Al final, somo tú y yo en este mundo. No dejaré que trabajes solo...— con una sonrisa culpable, le dice—... Pero tendrá que explicarme mucho...

Cruzando sus brazos, este le dice.

— no tengo paciencia y no repito las cosas dos veces...— este sonríe—... Más vale que aprendas rápido... O habrá castigo.

— querrás decir premio...— volvió a sonreír pícaramente. Alessandro no resistió más y la besó de una manera apasionada, ella se dejó y lo abrazó.

Derek ya se sentía excluido a pesar de estar frente de los dos. Era prácticamente el mal tercio de una relación, la lámpara de la habitación y el invisible.

Aún así, él sale de la recámara con una sonrisa. Su hermano había vuelto, se enamoró y se libró de la loca de su esposa. Puede ser que tenga un final o un comienzo maravilloso.

🥀 Muchas gracias por leer.