Maite es una chica de quince años que se enfrenta a una dura decisión, dejar a su sobrino en un orfanato, o cuidarlo como si fuera su hijo.
Un incidente con una cartera haría que su vida cambie de un día para otro, provocando no solo una nueva oportunidad de trabajo para que mejorar su condición de vida, al igual que el niño que la llama mamá, sino que también hará que cruce caminos con un hombre que tiene mucho que ver con él.
No obstante, sus personalidades y formas de ser son tan opuestas que el llevarse bien será algo difícil.
¿Podrá surgir al más allá que solo la conexión que los une con respecto a su hijo?
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Capitulo 20
Minutos atrás, Patricia manda a Maite a dejarle a David documentos de la próxima junta, a el siempre le gustado revisar eso de ante mano, ella los toma, se va a la oficina y no ve a la secretaria. Cómo sabe del mal carácter que tiene el, y que despidió a la última secretaria por culpa de Hugo, prefiere esperar a que ella regrese.
Pasan un tiempo y ella no aparece.
"¿Se molestará si tocó la puerta.?" Se pregunta un poco temerosa, se acerca y cuando está por tocar Hugo abre. El se queda en silencio observando un poco temeroso.
— ¿Cuánto llevas ahí? — Pregunta David.
— Buenos días. Yo vine a dejarle los documentos de la junta. Su hermana me pidió que se los trajera.
— Pasa y dejalos sobre la mesa.
— Permiso. — Ella entra y le la los papeles, David y Hugo no dejan de verla, cómo si la estuvieran analizando. — Me retiro. — Ella se sale.
— ¿Crees que nos escuchó? — Pregunta Hugo.
— No se. No creó. — El llama a su secretaria, nadie responde, sale y ve su lugar vacío. — Está inepta. ¿Dónde carajos se metió? — El espera a que ella regresé. — ¿Dónde estabas?
— Fuí al baño.
— Estás despedida.
— ¿Por ir al baño?
— Por inepta, por no hacer bien tu trabajo. Lárgate. — David entra a su oficina y azota la puerta. La secretaria se queda boquiabierta.
— Te recomiendo que a la próxima empresa que vayas, no digas que trabajaste para David, y menos, que te despidió. — Recomienda Hugo y se va para alcanzar a Maite. Ella está tomando agua de un garrafón. — Hola hermosa.
— Señor Hugo.
— Hasta tomándome agua te ves presiosa. — Ella lo observa sin mencionar algo. — ¿No dices nada?
— Gracias por su cumplido.
— De nada. Es lo que pienso cada vez que te veo. Pienso que eres hermosa. — Hugo acaricia su mejilla. — Qué eres lo más bonito de esté mundo. — El se acerca un poco más, casi le da un beso pero es interrumpido.
— Hugo. ¿Por qué sigues aquí? — Pregunta David a sus espaldas.
— ¿Qué pregunta es esa? Estoy aquí por Maite. Quería verla.
— Parece que ya la viste.
— ¿Y tú a qué viniste?
— Voy a la oficina de mi hermana. Deberías venir conmigo.
— ¿Por qué?
— Necesito a mi abogado. Ven rápido. — David se va primero.
— Hermosa, te veré después. — Le dice el y va detrás de David. Maite también vuelve a su trabajo.
Unos minutos después David y Hugo salen de la oficina. Patricia manda llamarla y Maite espera que no sea para regañarla.
— Señora. Ya estoy aquí.
— Maite, mi hermano firmo el contrato.
— Qué alegría. La felicitó.
— Me pidió algo a cambio. Y tiene que ver contigo.
— ¿Y que es?
— Despidió a su secretaria, quiere que tú...
— No. Por favor señora, si me manda con el me va despedir al día siguiente.
— No lo hará. Además será por un tiempo, unos meses cuánto mucho.
— ¿Pero por qué yo? Norma tiene más experiencia.
— Por eso mismo, la necesito aquí, David tiene menos trabajo que yo. Así que será más ligero para ti. Ya le di mi palabra, no me puedo retractar ahora.
— Está bien señora. Haré lo que me pide.
— Gracias Maite. Ésto será en beneficio de las dos. — "Más para mí que para ti."
— ¿Y cuándo debo ir con el?
— Desde mañana. El siempre llega una hora después a la oficina, así que tendrás tiempo de llevar a Daniel.
— ¿El señor no se molestará?
— No. Llega a las 8:50, cómo mínimo, te aseguro que a esa hora el aún no estará aquí.
— Está bien.
...
Al día siguiente, Maite le da el desayuno a Daniel y lo lleva a la escuela, el se pone muy contento, esa va ser la primera vez que ella lo lleva.
— Mami. ¿Quieres ver mi escuela?
— Otro día. Voy tarde al trabajo.
— Está bien. Te quiero mucho.
— Yo te amo. Te veré en casa.
— ¿No vendrás por mi?
— No puedo mi vida. Ya sabes que salgo un poco tarde.
— Está bien.
Maite se va al trabajo, está muy nerviosa por su primer día. Ella llega a su ahora lugar y se pone a revisar lo que dejó la secretaria anterior. Ella se tira sobre el escritorio al notar que tiene una montaña de trabajo.
— ¿Se supone que ésto es ligero?
— Buenos días Maite. — Ella se pone de pie.
— Buenos días señor.
— ¿Qué pasa? ¿Parece que viste un fantasma? — David sonríe.
— Usted da más miedo que uno.
— ¿Qué? — El se pone serio, incluso molestó.
— Quiero decir... Qué... — "Otra vez me pase de sincera." — Qué usted...
— Olvídalo. Tráeme un café.
— Enseguida. — Ella va a la cafetera y prepara un café con dos de azúcar. Luego toca la puerta y al escucharla que puede pasar entra.
— Necesitó que llames a estás personas y las invites a un cóctel, será en cinco días, confirma su asistencia. También necesito que revises estos inventarios, pídele a la secretaria de Patricia el que tiene y confirmas que estén iguales, si hay cambios me notificas, te dare el archivo donde acomodaras todo. También encárgate de elegir flores para el cóctel, y la comida, que no haya nada con maní. Mi hermana y su secretaria van contigo, pero debes estar pendiente de todo.
— Si señor. Con su permiso. — Maite sale con ganas de llorar. — ¿Cómo voy a recordar todo? Tranquila, primero lo primero. Llamar.
Maite pasa un día muy ocupado, entré llamadas, revisar inventarios, apenas tiene tiempo de comer, por la tarde se va con Patricia y Norma. Para revisar todo.
...
Los días siguientes, Maite se siente más cansada que antes. Ella ni siquiera tuvo tiempo de ir por un vestido para el cóctel.
— Maite vine por ti. Para irnos juntas. — Le dice Patricia.
— Gracias. Tengo que preguntarle a su hermano si ya puedo salir.
— Avísale. Te espero. — Maite toca la puerta y pregunta si puede pasar, David le dice que si, Maite da un suspiro de alivio. Sale y se va con Patricia. — Te ves muy cansada.
— Lo estoy. ¿Señora es obligatorio que asista? No tengo ganas de ir.
— Lo siento, pero tienes que ir.
— Ahora que lo recuerdo, yo no tuve tiempo de comprar un vestido.
— No te preocupes, yo me encargue de comprar dos. Te va encantar.
— Gracias. Me lo descuenta de mi...
— Nada de descuentos. Tu no me pediste que lo comprara. Es un regalo por aguantar a mi hermano. — Maite se ríe.
Un tiempo después llegan a casa, Patricia tiene una visita inesperada.
— Señora buenas noches. — Saluda un hombre que para Maite es extraño.
— Maite adelantate.
— Si señora, con permiso. — Maite sube a su habitación.
— ¿Qué noticias me trae detective?
— Buenas, y tal vez malas.
— ¿Por qué lo dice?
— Lo sabrá cuándo lea la información. Le mande los detalles a su correo. Pero también traje una parte en este sobre.
— Supongo que ahora quiere su pago..
— Supone bien.
— Le haré una transferencia. Después de revisar la información. ¿Está de acuerdo?
— Si. Con permiso.
— Pase.
"Ahora sí voy a saber todo sobre Maite y mi hermano."
siempre dije q Patricia se traía algo.
creo mentiras para q su hermano dejara a Carolina no le importaron los sentimientos de el. Ella es una manipuladora y todo lo hace a su conveniencia. tal como sus padres