Mi Pequeña Muda

Jeremy soltó una carcajada como si se sintiera divertido.

— Sí, es verdad que yo soy un bastardo y ellos también lo son. Pero, para ellos yo era el peor de los bastardos debido a que no había obtenido el favor de papá o de esa “mamá” a la que tanto idolatran. El único que parecía apreciarme era el abuelo. Por lo que cuando mamá murió, él fue el que decidió hacerse cargo de mí, ya que nadie más quería hacerlo. Incluso escuché que planeaban mandarme a un orfanato.

Karla parpadeó un par de veces tratando de contener las rebeldes lágrimas que querían salir de sus ojos.

Después de todo, Jeremy no necesitaba que lo compadezca.

Sin embargo, al imaginar a un pequeño Jeremy siendo odiado y tratado mal por los pecados de otros, hizo que se sintiera triste.

Él solo era un niño que no pidió nacer en este tipo de hogar, que no tenía la culpa de los enredos emocionales de sus padres, ni siquiera sabía la razón por la que era despreciado.

No era culpable de nada, más bien era una víctima más.

— Cuando mi madre murió solo tenía cinco años, casi seis — continúo — Había muchas cosas que no entendía. Pero, poco a poco, fui entendiendo.

— En el velorio de mi madre nadie asistió, ni siquiera el hombre que me engendro, tampoco ningún familiar de mamá. Después de todo, ella era una huérfana que había sido abandonada al nacer.

Jeremy suspiró antes de volver a sentarse a lado de Karla y mirarla con una tristeza que perforó el corazón de Karla.

Ella se sentía tan triste por él. Por todo lo que Jeremy tuvo que pasar, por el dolor que debió haber sentido en ese entonces.

— Debido a esta razón pude darme cuenta de que la única persona que tenía mamá era yo, nadie más. No el hombre al que le había entregado su corazón, tampoco aquellas personas a las que llamo alguna vez, amigo. Su muerte no significaba nada para nadie, pero para mí significaba todo. Ella era mi mundo, Karla y lo perdí.

— Nadie estaba triste por su partida, él único que lloraba por ella era yo. El único que la recuerda soy yo. El único que conoce toda su historia soy yo. El único que sabe sus miedos y temores soy yo. La única persona que la vio en su estado más vulnerable soy yo. Nadie más que yo.

La voz de Jeremy se quebró, por lo que Karla se dio cuenta de que él estaba llorando.

Jeremy estaba atrapado en aquellos recuerdos de antaño, era como si con cada palabra que salía de sus labios, él volviera a repetir el mismo dolor del pasado.

Por lo que no pudo controlar sus emociones. A pesar de que él no quería hacer un espectáculo de sí mismo. Sin embargo, no podía detenerse.

Después de todo, está era la primera vez que le contaba a alguien sobre su infancia, sobre su enredo familiar y sobre el resentimiento que pesaba en su alma.

Él no predijo que le iba a doler tanto. Pero una vez que empezó a hablar no se pudo detener.

Por lo que squel chico gigante de ojos oscuros y aura afilada estaba sollozando suavemente de manera desconsolada mientras hablaba.

— Yo estuve a su lado cuando estaba muriendo y llamaba a aquel hombre. Ella quería despedirse de él y verlo por última, a pesar de todo lo que había pasado entre ellos, mamá lo seguía amando.

— Sin embargo, él no vino. Para él era más importante irse a las Malvinas con su nuevo juguete que ver a la mujer que le dio un hijo en su lecho de muerte.

— Mamá siguió esperando por él hasta en su último aliento, murió llamando su nombre.

Jeremy bajó la cabeza como si estuviera cansado.

— Luego de una semana, papá apareció, vino a recogerme, no quise ir con él. No quería volver a ese lugar en donde mamá había sido infeliz. Odiaba a ese sujeto, odiaba que no había estado con mamá en su último momento. Sin embargo, mis deseos no fueron atendidos y tuve que ingresar de nuevo a la mansión debido a la orden del abuelo.

— Él fue el que me mandó a traer luego de enterarse de la muerte de mi madre, porque si fuera por mi padre me hubiese dejado en aquel lugar, ya sea que viva o muera.

— Aunque estaba resentido y odiaba a papá, no estaba ensimismado en esos sentimientos. Solo quería vivir de manera tranquila. Ese fue el deseo de mi madre antes de morir. Ella quería que viviera mi vida de la manera más honesta posible, no quería que me involucre en la lucha por el poder debido a que ese era un camino espinoso. Por lo que quería respetar su deseo. Después de todo, había visto a mi madre marchitarse debido a ese tipo de sentimientos destructivos, no quería pasar por lo mismo. Amar a alguien u odiar a alguien era demasiado exhaustivo.

— El abuelo fue el que se encargó de criarme. Por lo que estoy agradecido con él. Me mandó a las mejores escuelas y colegios. Mi vida dentro de la mansión era la mayoría de las veces pacífica. Salvó alguna que otra travesura que me hacían mis hermanos o algunos comentarios despectivos de parte de la señora de la casa, fuera de eso vivía de la manera más silenciosa que podía.

— Y aunque la relación entre mis hermanos y yo no había sido la mejor de todas, al menos no estaba tan rota como lo está ahora. El punto de quiebre sucedió cuando el abuelo manifestó en una cena familiar que iba a dejarme la compañía a mí luego de que el Leandro y Félix ocasionaran demasiados problemas a lo largo del año.

— Sin duda alguna, aquella decisión no le gusto a nadie. El abuelo expreso que cuando terminará mis estudios me hiciera cargo de la compañía. Decisión que me tomó por sorpresa después de todo, nunca imaginé heredar algo de los Cash, no cuando era odiado por casi todos. Por lo que no supe que responder en un principio, tampoco encontré la forma de rechazar la oferta del abuelo. Yo no quería estar a cargo de la compañía. Sin embargo, debido a que no dije nada. Fue una de las razones por la que todos interpretaron que estaba de acuerdo con la decisión del abuelo.

— De un momento a otro todos estaban gritando y discutiendo. Fue una escena de matanza. Antes de que llegaran a la agresión física. El abuelo nos expulsó a todos.

— Tuve que volver a casa hasta esperar que las cosas se calmen. Al regresar no pude evitar pensar en mamá, en sus sueños, en sus miedos. Por lo que se me ocurrió una idea plausible para rechazar de una vez por todas al abuelo.

— Debido a que yo quería compensar los arrepentimientos de mi madre. Decidí adentrarme en el mundo de la actuación. Quería ganar el premio que mamá nunca pudo ganar, deseaba traerle esa gloria y limpiar su nombre. Esto se convirtió en mi mayor objetivo en la vida.

— Por lo que cuando volví a ver al abuelo le dije que rechazaba su oferta, que no quería su herencia. Lo que quería era entrar al mundo del entretenimiento, quería ser actor.

Karla abrió los ojos al darse cuenta de lo que significaban las palabras de Jeremy.

Ella se mordió los labios al entender la razón por la que él, un príncipe con el mundo a sus pies, decidió actuar.

Así que él no lo hizo porque quería jugar o porque estaba probando algo nuevo mientras esperaba a heredar.

Él decidió hacerlo debido al deseo de su madre.

Jeremy quería cumplir los sueños de la persona que le dio la vida.

Por lo que no le importo meterse en este tipo de mundo en el que un solo acto te podía glorificar o condenar.

Karla pensó para sus adentros con algo de simpatía. Debido a que su sueño de ser pianista también se debía a su anhelo por sus padres muertos.

— Él aceptó a regañadientes que abandone mis estudios y empiece a actuar. Sin embargo, a pesar de eso, el abuelo de igual manera dijo que iba a dejarme la compañía. Su decisión era irrefutable. Aunque estaba agradecido por su confianza. Ciertamente, eso solo hizo que mi vida fuera demasiado difícil.

— Todos empezaron a alinearme incluso más que en el pasado, a pesar de que les dije que no iba a aceptar la herencia del abuelo, ellos no me creyeron. Incluso cuando les demostré con hechos que el camino que había elegido era otro, eso solo sirvió para que me tacharan de hipócrita y doble cara. Por lo que dejé de explicarme y me concentré en mi carrera, la cual han saboteado de muchas maneras. Así que aunque no quiero entrar en un camino sin retorno, parece que no tengo más opción que hacerlo. Porque entré los Cash y yo no puede haber paz, Karla. Ellos han empezado una guerra silenciosa que solo terminará cuando uno de los dos bandos sea destruido.

Ja, ja, ja la familia de Jeremy en una imagen