LA SÉPTIMA ESPOSA

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La noche llega y Camila cena con sus hermanos. Luego sube con ellos para hablar. Les cuenta que un día no muy lejano se va divorciar, y se tendrán que ir de esa casa.

— Siempre que tú estés con nosotros no hay problema. — Le dice Franco, Oscar y Alberto se sienten algo tristes, pero saben que lejos de ella no van a ser felices. Por lo que aceptan lo que pasará más adelante.

Camila busca a Cecilia para pedirle otra habitación. No quiere dormir con Bruce nunca más. Pero para su desgracia sus suegros salieron, así que no tiene a quién pedírselo.

— Si no puedo salirme lo sacaré a el. — Dice Camila y se va su habitación, la ve limpia y ordenada. Ella siente una presencia detrás y voltea asustada.

— Tranquila soy yo. — Le dice Bruce.

— Quiero que te vayas.

— Pero...

— Está será mi habitación. Tú búscate otra.

— Aquí tengo mi medicina y todo lo que necesitó. — El busca pretextos para permanecer a su lado.— Por favor no me eches. — Camila lo piensa, después de lo que pasó no confía en el. Y menos ahora que sabe sobre su enfermedad.

— Llévate tus medicinas. No te quiero aquí.

— Déjame dormir aquí. Si quieres puedo usar el sillón.

— ¿El sillón? ¿Piensas dormir en el sillón? — Pregunta ella muy sorprendida.

— No te quiero incomodar...

— Estaré más cómoda si te vas a otra habitación.

— No te haré nada. Estoy bien.

— ¿Ya tomaste tus pastillas?

— Si.

— Dormirás incómodo en el sillón. Mejor vete.

— No importa. Sólo deja que me quedé. De verdad estoy tranquilo. — Ante la insistencia Camila decide aceptar. No está cómoda con el en la misma habitación. Pero confía en que cumplirá su palabra.

Ella no duerme, se la pasa toda la noche viendo si el se mueve de lugar. Es hasta el amanecer que ella puede conciliar el sueño. Cuándo se levanta ya son más de las nueve de la mañana, ella salta de la cama y ve a Bruce dormido también. Decide darse un baño para luego ir a la escuela. Pero es tanta su desconfianza que toma un poco de ropa y se va a la habitación de sus hermanos.

....

Bruce se despierta y ve qué Camila ya no está. El tampoco durmió bien así que cuándo se ve en el espejo nota que trae unas ojeras profundas. El se mete a bañar y piensa en lo que pasará apartir de ahora. Camila no lo quiere, y el no puede obligarla a permanecer a su lado.

— Pero tal vez puedo hacer que me quiera de nuevo. — Piensa el con entusiasmo.

...

Camila está en el comedor, meditando lo que leyó en el diario de Luis.

— ¿Debería decirle a alguien sobre eso? — Se pregunta en voz alta. Ya que quizás nadie le crea. Para empezar su suegra siempre oculta los errores de sus hijos. Su suegro siempre hace lo que Cecilia quiere, Bruce está enfermo y si sabe lo que ella, probablemente quiera matar a su hermano. Ella no quiere ser la causa de una muerte. Nadie sabrá cómo manejar ese asunto.— No estaré en está familia toda mi vida. No debería interferir en como llevan sus vidas.

— Buenos días. — Cecilia la saluda. alegremente. — ¿Cómo dormiste?

— Mal. — Reclama Camila. — Quiero otra habitación.

— No hay más habitaciones. — Asegura Cecilia con tranquilidad.

— Está casa es enorme. Deben haber unas 12 habitaciones vacías.

— Lamentó informarte que no es así. Quisiera hacer algo por ti pero no puedo.

— Usted me está mintiendo.

— ¿Por qué lo haría?

— Eso quisiera saber.

— No miento.

— Usted enserio no tiene empatía por los demás. Su hijo me lastimó, sólo pido una habitación, ¿es demasiado?

— Dásela. — Bruce llega con ellas. — No quiero que mi esposa esté incómoda. Dale otra habitación. — Cecilia no entiende. Fue el quién le pidió que mintiera, ¿por qué ahora cambia de opinión?

— Está bien. Tendrás tu habitación. — Cecilia le da una mirada a su hijo. Bruce sabe lo que su madre intentó decirle. El se apresura a seguirla al despacho. — ¿Por qué lo hiciste? — Pregunta ella cuándo están solos.

— Ya te lo dije.

— Eso de que no quieres que esté incómoda no lo crees ni tu. Dime lo que planeas.

— No es nada malo. Sólo quiero demostrarle que puedo darle su espacio. Qué no soy tan malo cómo piensa.

— ¿Y para eso me dejas mal a mi? Qué gran hijo tengo. — Dice Cecilia con mucha ironía.

— Mamá yo soy quién debe quedar bien con Camila. Ella es mi esposa.

— ¿Para que quieres quedar bien? De todos modos se van a divorciar.

— ¡No vuelva a decir eso!. — Bruce se enoja y levanta la voz. — La convenceré de estar a mi lado.

Yo dudó que quiera. — Piensa Cecilia. No quiere desanimar a su hijo. Por lo que no se lo dice en voz alta.

— Si eso quieres házlo. No pierdes nada intentando.

....

Camila se va a la escuela. Quiere pasar el menor tiempo posible con Bruce. Ella se queda en la biblioteca de la escuela por un buen rato. Se le hace muy tarde ahí. Cuándo regresa al auto ve a Bruce esperando por ella. Cosa que no le agrada.

— ¿Me estás vigilando?

— No. Vine por qué... — El intenta explicar pero Camila lo interrumpe.

— Por qué no confías en mí. — Asegura ella.

— No. No es eso.

— No te quiero aquí. Mientras más lejos estés, mejor estaré yo. — Camila habla enojada. Bruce se siente miserable, rápidamente se toma una pastilla sin que ella lo vea. Luego se mete al auto y se sienta a su lado.

— ¿Quieres...?

— No quiero nada. — Camila se apresura a responderle.

— Cami...

— No me digas así. No me gusta.

— ¿Me odias?

— ¿Si alguien te hiciera lo que me hiciste querrías a esa persona? — Bruce reflexiona, sabe que ganarse a Camila será una tarea muy difícil.

...

Luis visita la casa de sus padres, le pregunta a su madre si Camila regresó con ellos. Cecilia está por responder cuándo llega Bruce con su esposa. Luis piensa que el la está obligando a permanece a su lado. Rápidamente se acerca a ellos.

— ¿Con que la amenazaste? — Pregunta enojado a su hermano.

— No la amenacé. — Responde Bruce.

— Camila no tengas miedo. Yo estoy contigo. Cuidaré de ti y tus hermanos. — El intenta ir hacia ella, pero Camila se pone detrás de Bruce.

— No quiero ir contigo.

— Ya la escuchaste. Mejor vete. — Le dice Bruce.

— ¿Qué pasa? ¿Qué mentiras te dijo mi hermano? ¿Con que te amenazó mi madre?

— Ellos no dijeron nada. Yo debo estar aquí. Al lado de mi esposo. — Camila le toma la mano a Bruce. Esté se emociona y sonríe.

— Hijo es mejor que te vayas. — Luis mira a su hermano y madre con rencor, se sube a su auto y sale de la villa. Camila al verlo alejarse suelta la mano de Bruce y entra a la casa.