La Luz De Mi Luna.

Versión de Leltxu Worms

Ella se miraba feliz abrazando a su madre, solo quiero que sea feliz, esta noche le voy a pedir que sea mi esposa, quiero que tenga una vida normal, quiero compartir con ella más que una manada.

- ¿Estás seguro que quieres renunciar?, decía Walter.

- Es lo mejor, no pienso estar con otra, ella no merece sufrir por tradiciones.

- Serías el primer lobo que renunciaría por amor. Ahora entiendo por qué mi amiga está loca por ti.

- Es mi Mate, decía rugiendo.

- Si exacto, decía Walter nervioso. Nos esperan en la oficina el alfa Farkas y el alfa Boris.

- ¡Pues vamos!, necesito saber su postura.

- Nos va ir bien, ellos no son tan conservadores como tu padre y ti tío Sultn.

- Eso espero.

Era increíble que mi padre apoyará las ideas de los antiguos alfas, si tengo a la mitad de nuestra gente a mi lado podré renunciar y ser feliz con ella.

- Ya llegamos, ¿estás listo?

- Claro.

Al bajar del elevador estaban los dos alfas con su beta, Walter los saludaba y los invitaba a la sala de juntas, ellos bromearon por un rato.

- ¡Muy bien basta de chiste!, para que fuimos invitados alfa Leltxu, decía el alfa más viejo.

- Se que no es un secreto que mi Mate es una humana y que me niego a marcarla, que estoy decidido a renunciar a mi lugar como alfa de mi manada, quisiera pedir su apoyo para que durante la asamblea que se efectuará en una semana, apoyen mi postura, se que ambos tienen hijos y que conocen la historia de su tío Friolan y Jocelyn, creo que ninguno está libre de que algunos de sus hijos tenga historia con una humana, les pido que me apoyen, mi gente está dispuesta aceptar mi renuncia pero mi Mate ha sido perseguida con la finalidad de terminar con su vida, para lograr desestabilizar a mi lobo. No es justo, si la diosa de la luna escogió a nuestro Mate no se merece ser perseguida.

Si ambos me apoyaran esto podría cambiar, estaríamos empatados en las votaciones, lo que le daría protección a mi Mate.

Ellos me miraban y no decían nada.

- Sabes que tú padre nos pidió hace unas horas por teléfono que lo apoyemos a el. Esto no es tanto de manadas hijo decía el alfa Farkas, esto es personal, tu propio padre no acepta a tu Mate y tu primo está dispuesto a tomar tu lugar, aunque te apoyemos, el tipo está loco y va ser lo imposible por quitarte lo que te pertenece.

De pronto escuché gritar a Irina en mi mente.

- ¡se la llevaron Leltxu, voy siguiendo el auto por favor necesito tu ayuda!, gritaba.

Walter me jalo del saco, yo estaba en shock, como era posible, pensaba.

- ¿Qué sucedio?, decia Farkas.

- ¡Acaban de secuestrar a su Mate!, decia Walter.

Yo trataba de comunicarme con ella, pero estaba inconsciente.

Walter manejaba como loco, Irina hablaba con el por telepatía. Yo no podía creer lo que ocurría.

Las manadas de Farkas se movilizaron, pero fue inútil, Irina perdió el auto, el rastro se perdió, no sentía su aroma todo estaba perdido, sentí una rabia enorme, en cuando vi a Irina, Gotm salió y la aplastaba con sus patas.

- ¡Basta, la matarás!, gritaba Walter.

- Lo siento, decía Irina.

- ¡Controlate por favor!, rogaba Walter.

Regrese a mi forma humana de nuevo, mi vestidura estaba rasgada.

- ¡Por qué la perdiste, era tu deber protegerla!

- Lo siento, ella salió molesta y yo corrí detrás de ella, ellos sabían que estábamos ahí.

- ¡Claro que lo sabían, te dije que llevarás a Wers y Mat!, ¡pero tú tonto orgullo!, gritaba.

- Tranquilo hijo, la encontraremos, decía Farkas.

- Llegué a la tienda, trate de seguir su aroma pero era inútil, usaron otros aromas para ocultar el de ella. Sentía que me iba a volver loco.

- Farkas ayudame, ¡necesito que me encierren ahora!, gritaba. Mi lobo, aullaba de dolor y lloraba por Amarís. Gotm tranquilo por favor, trataba de comunicarme con el, pero yo me sentía igual, quiero matarlos a todos, quiero que me regresen a mi luna, la necesito.

Farkas me llevo a una de las habitaciones de su mansión, me encerró en una jaula de plata.

- ¡Hijo lo lamento!, decía Farkas.

- ¡Es lo mejor!, decía con rabia y gruñendo.

- Ya llame a tu madre, pronto estará aquí.

- ¡Encuéntrala!, le gritaba a Irina.

Gotm no pudo más y salió, comencé a aullar de dolor y golpeaba mi cuerpo en los barrotes de plata, quería salir de ahí. Mi cuerpo se quemaba al rozar con los barrotes, pero era más fuerte el dolor de mi corazón.

¡Mi luna!, gritaba en mi mente.

Mis padres me miraban y me suplicaban que me dejara de hacerme daño, pero no podía evitarlo, el dolor de perderla me está consumiendo el alma.

Mi madre no dejaba de llorar, no quería perder otro hijo, pero ni sus lágrimas podían hacerme entrar en razón, ella es mi luna, mi Mate, mi todo.

Ya pasó una semana y aún no la encuentran, hoy estuve a punto de arrancarle el brazo a mi padre, Gotm está incontrolable, dicen que mis ojos se tornaron rojos, mis garras afiladas chocan con el frío metal, estoy incontrolable soy una bestia rabiosa, en busca de venganza.

- Alfa Leltxu se que sigue ahí, por favor escuché con atención lo que mi esposa tiene que decirle.

Gotm mostraba la dentadura.

- Alfa Leltxu esto que tengo aquí es una posición para que tenga control sobre Gotm, la manada necesita su ayuda para encontrar a su luna.

Gotm solo gruñía.

- La voy a colocar en el plato.

- Por favor toma agua con calma Gotm, decía Irina.

Gotm los miraba con odio.

- ¡Vamos toma la maldita agua!, ordené, Gotm se quedó inmóvil. Si no salimos de aquí ellos jamás la encontrarán, se que está viva puedes sentirla.

- Si la siento, decía Gotm.

- Vamos amigo.

- Y si es veneno.

- Es nuestra familia, la que quiere ayudarnos.

- Te recuerdo que tu padre odia a mi luna, decía Gotm enojado.

- Lo sé, por favor inténtalo Gotm.

El gruñó.

Comencé a beber el líquido, era sin sabor, de pronto el dolor que sentía y la rabia iban disminuyendo, me sentía mareado, creo que estaba muy dopado.

Regresé a mi cuerpo humano después de tres semanas, me sentía extraño.

Me vestí, Irina abrió la puerta.

- ¿Cómo te sientes?. La miraba con odio.

- Lo siento Leltxu, decía con el rostro en el suelo.

Al salir de la habitación todos me miraban asombrados y con miedo.

- Estoy bien, un poco sedado, decía caminando lento.

- Díganme que es lo que han hecho, decía tocando mi frente.

- Pues sabemos que el culpable es Yak, no solo la tiene, su gente atacó la aldea en París, tu hermana ganó la batalla, pero creemos que volverá atacar, decía mi madre.

- Hoy descubrimos que está en su territorio con Amarís. Ayer tu hermana y varios hombres atacaron su territorio pero no encontraron nada, necesitamos que tú estés con ellos para que puedas rastrear a tu Mate, decía Farkas .

- ¡Muy bien vamos a destrozar a ese imbécil!.

Viajamos a los territorios de Australia, llegamos a la mansión de Yak y no encontramos nada.

Destruí el lugar, Gotm no dejaba de llorar y aullar.

- Tal vez los encontremos en Egipto, decía Irina Walter protegiéndola

- Volví a tomar el líquido para contener a Gotm, pero sabía que esto no me serviría si ella estaba muerta.