¿SOY LA ESPOSA DESPRECIABLE?

Keniar: ¿qué estás haciendo aquí sola? Me quieres matar de un susto

Emma: (estaba tirada en medio del bosque, un pequeño pajarito me aviso de su aparición, esto es tan útil puedo saber cualquier cosa que desee, si hay algún chismoso volador por ahí) me estrese y quise venir a buscar inspiración

Keniar: eso me dijo tu doncella, pero no puedes ser tan descuidada, te adentraste mucho en el bosque

Emma: (eso Yina, te mereces un súper bono) lo lamento, me distraje, ven acompáñame a admirar la creación

Keniar: creo que me estas escondiendo algo, ¿o me equivoco?

Emma: me disgusta que sepas cuando estoy mintiendo

Keniar: vamos Emm, sabes que puedes hablar conmigo de lo que sea

Emma: lo se cariño, es una sorpresa, pero quiero estar bien preparada para así poder sorprenderte bien

Keniar: de acuerdo lo dejaré pasar porque es una sorpresa que me estas preparando, ¿sigues estresada?

Emma: si, ¿tienes alguna solución para mis males?

Keniar: escuche a una mujer muy hermosa decir que para liberarnos de tensiones y sobre todo musculares, es necesario subir las piernas

Emma: eso suena muy liberador, ¿será que mi grandulón es tan amable de prestarme sus hombros?

Keniar: yo te ayudo cariño, para mí es un placer complacerte (nuestra intimidad es mejor que antes, podemos ser nosotros mismos y complacernos hasta en lo más mínimo)

Emma: KENIAR, se... más.... gentil

Keniar: (le baje el ritmo a mis estocadas, lentas pero seguras) ¿así te gusta?

Emma: me estas...... torturando... no es justo

Keniar: pero cariño solo sigo tus órdenes, solo escucho la voz de mi dueña

Emma: no me escuches y dame.... lo que quiero

Keniar: a sus…. ordenes…. mi preciosa pervertida

Emma: (eso fue excitante, después de un buen entrenamiento no hay nada mejor que una buena sección de relajación, como el destrozo la ropa que llevaba le figuro envolverme como un tamal en su capa, porque con lo posesivo que es, solo dejo que se me viera la cabeza)

Keniar: Emm el duque Duarte nos invitó a una pequeña recepción que está organizando por el cumpleaños de su hija, ella regresa al imperio después de un tiempo, ¿quieres ir?

Emma: está bien, tenemos rato que no tenemos una cita

Keniar: no es una cita cielo, es un evento social

Emma: hablo el más sociable del universo

Keniar: deja de pasearte desnuda como si nada delante de mi o no respondo

Emma: Keniar solo estoy mirando que ponerme, ve a darte un baño

Keniar: ¿quieres acompañarme? es que me siento sólito

Emma: ¿prometes no hacer nada?

Keniar: vamos

Emma: !!tú!!, deja... esas... manos.... quietas

Keniar: demasiado tarde cariño

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Victoria: todo esta listo, aprovecharemos esta fiesta para acabar con ella

Duncam: perfecto, se va arrepentir de haberme dejado, le voy a enseñar que es ser un hombre de verdad

Victoria: recuerda lo que dijo el príncipe, no podemos matarla

Duncam: lo más seguro es que el este en la fiesta

Victoria: ¿estás seguro? No creo que se arriesgue

Duncam: obviamente no se dejará ver, pero de que irá eso no hay duda

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Emma: por tu culpa llegaremos tarde

Keniar: tu no pusiste mucha resistencia qué se diga

Emma: eso... olvídalo

Duarte: archiduques bienvenidos a mi humilde morada

Keniar: gracias Duarte, agradecemos tu invitación

Duarte: bienvenida excelencia

Emma: gracias duque, su mansión es hermosa

Duarte: mi esposa tiene buena mano

Emma: no hay nada mejor que el toque femenino (entramos a la fiesta y llamamos un poco la atención de los invitados, supongo que es por la diferencia de estatura, mi esposo saludaba algunos conocidos, sus esposas fueron unas amables, otras no tanto, lo que si no me gustó fue que la festejada quería llamar la atención de mi hombre, lo hacía disimuladamente pero ojo de loca no se equivoca y puedo ver sus intenciones, cuando llegue sentí una mirada intensa sobre mí, creí que provenía de la rata y el escorpión pero no fue así, ellos estaban a mi vista y quien sea que me mirara estaba oculto, esa mirada en algunos momentos me pareció repulsiva)

Keniar: iré a saludar al primer ministro, ¿me acompañas?

Emma: no cariño, iré por algo de comer (de camino a la mesa del bufet un mesero me brindo algo de tomar, tanta gente desconocida para mi es asfixiante, salí por una puerta que me llevó a uno de los jardines de la mansión, me senté en una banca que encontré, disfrutaba un delicioso postre que tomé, cuando sentí que alguien me puso algo en la boca y perdí el conocimiento)