Amor A Diez Mil Metros De Altura

David Montés

Mi madre preparó el almuerzo y dejó comida para varios días, se dio cuenta de que todas mis comidas las estaba pidiendo a domicilio.

- hijo no te juzgo y mucho menos voy a juzgar a Leah, tú más que nadie sabes que no era la más hábil para la cocina, así que les voy a dejar comida para algunos días, tantos domicilios no es saludable, tú no sabes que le están poniendo a tus alimentos y te puedes enfermar - dijo.

- yo sé mamá, cuando esté recuperado de mi brazo cocinaré de nuevo, no me quiero arriesgar a que Leah destruya mi cocina- dije riendo.

- Entonces ya sabes que el saber cocinar no te hace buena mujer ¿verdad?, yo soy lo mejor que le ha pasado a tu padre y con el tiempo aprendi a hacer una cena decente- dijo mi mamá mirando a mi padre.

- así es, la mejor de todas- lo reconoció mi padre

Pasar momentos con ellos se ha vuelto parte fundamental en mi vida, el perder a mis papás de la forma más cruel que nunca imaginé hizo que la unión familiar fuera mi principal objetivo.

- hijo acuérdate que en 9 meses será la fiesta de tus hermanas, te aviso desde ya porque tenemos que comenzar con la planeación, son sus quince años y ellas no te perdonarían si llegas a faltar-

-No te preocupes mamá, allá estaré, no me lo perdería nunca-

- tus hermanos ya están avisados, Duvan fue el que puso más peros, las niñas quieren hacer una coreografía y él no quiere cooperar -

- ¿coreografía? Yo tengo dos pies izquierdos, Pero lo intentaré - le dije y mamá sonrió.

Mi papá ayudó a servir el almuerzo, cuando dicen que la comida de tu mamá es la mejor, créeles por qué es cierto, hasta el agua hervida sabe deliciosa y yo tuve la fortuna de tener dos madres con ese don en sus manos.

Terminamos de almorzar, entre mi mamá y mi papá dejaron todo listo y limpio, guardaron los tuppers con comida en la nevera luego se despidieron y se fueron.

Yo fui a mi habitación a ver un poco de televisión mientras llegaba Leah de su jornada.

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Escuché el sonido de la puerta principal abriéndose, me levanté de la cama y allí estaba Leah, había llegado un poco más tarde de lo normal, pero me di cuenta de que traía una maleta pequeña en sus manos, me acerqué a ella y la abracé.

- hola preciosa, cómo estuvo tu día-

se empino y dejó un beso en mis labios -- muy bien, me demoré un poco porque pase a mi casa por algo de ropa-- dijo mientras levantaba su maleta.

- no te preocupes, lo supuse, ¿y todo bien? ¿No notaste nada extraño de camino a mi casa?- pregunté.

- No, todo estuvo normal - respondió.

- que bueno, porque no vas y te cambias, si quieres te das una ducha mientras sirvo la comida, mamá dejo unas preparaciones para nosotros -

- que rico, voy a alistarme rápido-

Leah se fue a la habitación, mientras yo comencé a calentar la cena, después de media hora ella ya estaba lista.

- ven, siéntate, ya está la cena servida - le dije y ella se acomodó a mi lado.

- mmm esto se ve delicioso - yo le sonreí y comenzamos a comer.

Después de terminar ella recogió y dejó todo limpio, luego me pasó los medicamentos y nos sentamos en la sala.

- ven, vamos a hablar - le dije.

- sí, dime si empiezas tú o empiezo yo- respondió.

- primero yo... Es algo que debí haber hablado contigo hace mucho tiempo... quería saber si yo puedo ser tu novio, hice todo al revés contigo, prácticamente estoy repitiendo la historia de amor de mi segunda mamá -- sonreí -- pero yo fui demasiado lento, es algo que quería pedirte hace mucho, pero por todo lo que pasó no lo hice, pero ya es hora, tú que dices ¿aceptas?-- pregunté.

Ella me observo con sus ojos llorosos -- si acepto, la verdad pensé que ya éramos novios, ignore el hecho de que normalmente estás cosas se piden, pero ya me sentía en una relación contigo -

- y lo estábamos, solo teníamos que hablarlo para hacerlo oficial, te quiero y eres importante para mí- la tomé de la mano y la jale suavemente para que se sentara en mis piernas.

Ella se acomodó y me abrazó con mucha ternura, luego nos dimos un largo beso para sellar está nueva etapa.

- y bueno, ahora es tu turno, que me ibas a decir - pregunté.

- bueno, verás… Sucede que hace tres semanas exactamente, estaba en casa cuando alguien tocó mi puerta, era Brittany, es la segunda vez que ella me busca, pero esa noche fue diferente, me reclamó porque tus padres habían preferido a una aparecida, o sea yo, luego me dijo que si no pensaba dejarte, y otras cosas más, pero lo más relevante de todo fue que me dijo que ella es prima de Matthew- dijo.

-¿tu exnovio?- pregunté.

- si, al parecer estuvieron hablando de nosotros y me dijo que él tenía algo que hablar conmigo, yo simplemente le dije que yo no tenía nada que hablar con él y cerré la puerta, la verdad no sé que es lo que quiere o para que me está buscando-

- Todo es muy extraño, te voy a mostrar algo -- le dije mientras la acomodé en el sofá, me puse de pie y fui al cuarto por la caja que me llegó está tarde, salí con ella en mis manos y se la entregué -- ten, quiero que veas esto- le dije, ella me miró confundida.

Tomó la caja en sus manos y la abrió, luego vio el sobre y sacó su contenido.

-¿de dónde sacaste esto?- preguntó.

- cuando llegué con mis papás de la cita encontré está caja en mi puerta, no tengo pruebas, pero ahora tampoco dudo que pudo haber sido Brittany, ya que sabemos que son primos, es probable que ella le está ayudando a tu exnovio a hacer todas estas cosas-

- Pero está foto es muy antigua, ¿lo notaste verdad?-- dijo preocupada.

- claro que me di cuenta, conozco cada rincón de tu cuerpo, además has cambiado mucho- le dije y ella sonrió.

- si, ahora estoy más rellenita -

- estás hermosa, la más hermosa de todas - dije.

- eres muy lindo conmigo… Pero sobre este tema, ¿qué podemos hacer?-

- esperemos que otra cosa intentan hacer, solo te pido que estés atenta a lo que pase a tu alrededor, cualquier movimiento extraño o algo, me llamas, si te llega alguna información o mensaje me cuentas y entre los dos resolveremos- le respondí.

- está bien, yo realmente no le tengo miedo a él, solo me causa intriga saber que quiere hablar conmigo y pienso en su esposa y su hijo, ya debe tener unos tres años, él es un cretino definitivamente -- dijo.

- lo es, pero no sabremos realmente que quiere hasta que no haga contacto contigo, esperemos a ver qué pasa, pero tú cuídate mucho, yo por ahora no puedo estar pendiente, por eso necesito que nos contemos absolutamente todo mientras me recupero-

Leah dejo la caja a un lado y se volvió a sentar en mis piernas, allí nos abrazamos un rato, hasta que el cansancio llegó a sus ojos y comenzó a quedarse dormida en mi regazo.

- Amor, vamos al cuarto- le dije, ella levantó su rostro y asintió.

Nos pusimos de pie y caminamos hacia la habitación, hice a un lado las cobijas y ella se acostó, yo me quité el pantalón y me acomodé con ella, ya estaba por quedarme dormido cuando llegó una notificación a mi celular, mire a Leah y ella ya se había dormido, agarré mi celular del nochero y revisé lo que había llegado.

📩- No pensé que te gustaran las cosas usadas-

El remitente correspondía a un número privado, no podía ver su número de teléfono, no sé que pasa por la cabeza de la persona que está haciendo esto, ¿de verdad piensan que soy tan imbécil como para dejarme influenciar por este tipo de cosas?, decidí bloquear ese remitente, veo innecesario permitir que me sigan enviando mensajes sin saber quién es la persona que redactar esos textos, es irrelevante para mí, el cobarde es valiente hasta que lo descubren y el hecho de que esté haciendo esto de forma anónima me reafirma mis pensamientos.