En la historia, los protagonistas luchan por estar juntos, pero mientras eso pasa, y la protagonista trata de evitar ser el sacrificio, Beryl, el personaje extra, es quien es entregado al dragón como sacrificio, para que este siga siendo el protector del reino.
Pero, justo cuando Beryl esta por ser el sacrificio, otra alma ocupa su lugar y este, no esta dispuesto a sacrificarse por nadie, así que debe de encontrar una forma de salvar su propia vida, ¿podrá huir?, ¿será el sacrificio?
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capítulo 19- enojo.
Beryl estaba decidido a encontrar algunas pistas, pero, era seguido por una de las doncellas del templo, por lo que no puede parecer sospechoso y si le pide dejarlo solo, lo sería. Solo llego a una sala donde había un piano y algunos asientos, la doncella le explica que es una sala donde a veces se reúnen algunos sacerdotes a escuchar el piano cuando traen a algún músico famoso. Tal parece que los sacerdotes tiene una buena vida llena de lujos. Cierra la puerta y sigue su camino, el lugar estaba lleno de distintas salas, de música, de arte, incluso al cruzar al otro edificio, había aulas donde se daban clases a niños y jóvenes, la doncella dice que son clases básicas para los plebeyos, ya que no pueden pagar una academia, se les enseña lo básico de cada materia, incluso hay algunos talleres, para mujeres y omegas varones, son de música, arte, bordado, modales, mientras que para hombres, son los de carpintería, herrería, agricultura, algo realmente injusto, ¿por qué no pueden las mujeres aprender agricultura o herrería?
Beryl no dijo nada, solo siguió su camino, pero se detiene repentinamente al ver que por la entrada del templo llegaba un carruaje del palacio, viendo que baja de él, una joven castaña de ojos amarillos, esa misma que vio en la cueva de la espada, sin duda, es Alison. Esta al verlo, sonríe y corre hacía él, pero justo cuando ella esta por sujetar sus manos, Beryl las aparta y se hace atrás.
— ¿hermano?, s-soy yo...Alison...— se muestra sorprendida.
— se quien es usted, la señorita de la casa Ferreli...—
— ¿señorita?, no deberías decirme así, llámame hermana. Estoy segura que podemos llevarnos bien, no sabes como me alegra saber que has vuelto, estaba tan preocupada.—
— pero si usted dejo que me entregarán como sacrificio, ¿por que le preocuparía?— responde con seriedad.
— y- yo no sabía...de haberlo sabido— intenta acercarse.
— lo sabía, usted prefirió huir con un hombre a salvarme.— grita mostrando tristeza en sus ojos.— usted dejó que me golpearan, nunca me protegió.— solloza.
Le gusta esto de llorar, los demás le ven más vulnerable y así nadie sospecha, después de todo, eso hacen también las protagonistas, ¿no?, se vale usar ese tipo de manipulación.
— no...no...yo no sabía que eras mi hermano...si lo hubiera sabido yo...—
—¿que?, ¿entonces esta bien que me golpearan porque era un sirviente?, ¿por eso solo veía como su madre me daba de latigazos?, porque no sabías que era tu hermano. Sirviente o no, nadie merece esos malos tratos.— responde.
Los guardianes del templo ya se habían acercado, incluso algunos sacerdotes, quienes escuchaban a Alison.
— no es eso...yo...— Alison ve como la observan con desaprobación.
—¿que clase de reina le espera al pueblo?, una que permite que los sirvientes sean azotados como si no valieran nada.—
"Gracias a la diosa, no trabajo para el conde."
"Que vergüenza, ¿de verdad el príncipe ama a una mujer así."
"Siento pena por los sirvientes del palacio con una princesa heredera como ella."
"Debe creerse superior porque es la futura reina"
"Que mujer sin corazón, finge ser buena y maltrata a sus sirvientes."
Alison escuchaba los murmullos mientras era vista con enojo y desaprobación. Ella da un par de pasos hacía atrás, mientras Beryl se ve asustado y con los ojos llorosos, incluso la doncella que iba con él se ha puesto delante del chico como una forma de protegerlo. Alison no tuvo de otra que retirarse.
Mientras que en el balcón, Frederick observa todo y sonríe, sin duda, la actuación es la mejor cualidad de ese pequeño omega. Alison al estar en el carruaje, mira por la ventanilla, ya todos se dispersan y otros se acercan a consolar al pelirosa. Alison mira hacía arriba, notando al pelirrojo que observa todo, ella lo había visto, es el dragón, ese que planeaban matar con la espada, pero ahora estaba en el templo y era la pareja de Beryl. Alison aprieta los labios, Beryl no solo tiene al templo de su lado, tiene a un poderoso dragón para protegerlo.
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Dentro del templo, las doncellas le sirvieron té y postres a Beryl, para consolarlo, el chico seguía sollozando mientras come un pastel de fresas, pero cuenta como de niño no podía comer más que un pan duro y agua, además la condesa lo castigaba a latigazos cuando se atrasaba en sus labores o cuando estaba débil por no comer bien y no podía trabajar, la condesa lo dejaba dos días encerrado en el ático solo con balde de agua.
— la señorita Alison...ella veía todo y se burlaba, decía que me lo merecía por ser un sirviente holgazan...pero no era holgazan...era pequeño y débil...¿era justo acaso?, yo no tenía la culpa de que el conde hubiera embarazado a mi madre...los hijos no tenemos la culpa de una infidelidad.— llora más fuerte.
Las doncellas sentían como se les rompía el corazón al escuchar la vida que tuvo Beryl. Y es que era verdad, la condesa lo maltrataba, al menos al verdadero Beryl, así que esa familia merece sentir el repudio de la gente y si, así era, pues en poco tiempo, ya casi todo el reino sabía como era tratado el elegido de la diosa por la familia Ferreli, que incluso la prometida del príncipe heredero, era cruel con él.
—¿es eso cierto?— pregunta Harris molesto.— creí que eras una buena persona...¿como has podido tratar así a un niño inocente?
Alison veía el enojo en la mirada de Harris, era la primera vez que lo veía de esa forma.
— n-no...yo no hice nada...no sabía que era mi hermano...mamá lo trataba así porque era un sirviente...si hubiera sabido que era mi hermano...—
—¡no!, nisiquiera a un sirviente se le trata así, los sirvientes tienen derecho a una vida digna, no ha ser tratados de manera inhumana y menos un niño.— responde Harris.
Estaba decepcionado, siempre vio en Alison a una joven amable, pero, por lo visto, solo es buena persona ante los de su misma clase.
— vete...no quiero seguir hablando contigo y cuanto a nuestro compromiso...me temo que tengo que pensarlo.— habla aún levantando la voz.
— ¿que?, e-eso no...no puede romper el compromiso por un rumor malicioso...crea en mi...yo jamás haría algo así...—
— tus palabras son claras, señorita Alison, usted no defendió a su hermano porque pensó que era un sirviente, eso me dice mucho. Váyase.— señala la puerta.
Alison no quería irse, pero, ante la mirada de enojo de Harris, decidió irse, cuando él este más calmado, seguramente se darse cuenta que esos rumores son falsos y su compromiso seguirá. Al irse Alison, Harris se sienta en el sofá mirando hacia abajo, ¿en verdad Alison no era buena?, escuchar aquel rumor le hizo enojar mucho, en especial porque siempre ha visto que su madre trata de manera amable a los empleados, jamás les trata mal, y además, la ley los protege, debe ser tratados dignamente, ningún sirviente debe ser golpeado, eso es cosa del pasado, por eso incluso en el templo se imparten clases para los plebeyos, para que puedan tener oportunidades.
—el hermano...él debe tener la respuesta...— se dice así mismo.
***
Hermosísimo, adorable. solo miren esas orejitaaaaas tan lindaaaaas.