Frio Deseo

Cuando Alex dejo a Valen en su casa no quería irse, aunque sabía que debia, ya que lo esperaba una reunión de hermanos. No podía evadirla, así que después de unos cuantos besos en el umbral de la puerta de la casa- ya habían aprendido la lección del auto- se despidió sin ganas de su mocosa.

-Ogro no tomes mucho, y si lo haces avísame así te preparo algo para la resaca.

-Mocosa estás buscando unas buenas nalgadas- gruñe él.

-Tal vez- le guiña un ojo y le tira un beso al aire antes de cerrar la puerta de su casa.

Alex se mete al auto y acomoda su paquete debido a que está duro y palpitando.

-Me va a matar esa mocosa- dice mientras empieza a conducir.

Su teléfono suena y es su hermano Nicholas, atiende y pone el altavoz.

-¿Que ocurre?

-Oh ni un hola hermanito, que fea actitud- dice riendo.

-Ya estoy en camino que necesitas.

-La reunión se cancela la peque esta enferma- dice refiriéndose a su sobrina.

-¿Y no pudiste decirme antes?- casi grita.

-Recién me entero, además en lugar de preguntar por Emma te enojas porque no te avise.

-¿Esta bien?

-Si solo gripe y algo ma mañas, no quiere dejar ir a Cris.

-ok, nos vemos- dice Alex y cuelga.

Se plantea dar la vuelta y volver a casa de Valen, pero sabe que debe darle espacio para procesar lo que está pasando entre ellos, por lo cual se va a su departamento y decide dormir temprano.

Si bien habian decidido no ocultar su relacion todavia no habian hablado de como actuar, lo que lo convertia en un tema pendiente, asi que esa mañana seguia siendo un intento de ocultar sus sentimientos.

Pero antes de que Alex pudiera hablar con su mocosa fue Catherine quien tomó la delantera. Siempre había sido perspicaz, pero ahora tenía algo más que intuición: tenía pruebas.

Se apareció en el despacho de Alex sin anunciarse, con una carpeta en la mano y una ceja arqueada.

-Necesito hablar contigo. Solo contigo.

Valen, que estaba justo allí, se levantó tan rápido que casi se lleva el florero por delante.

-¡Claro! Yo tengo que revisar las etiquetas de los informes de inventario. O algo- dijo rapidamente y salio del despacho tropezando con el marco de la puerta.

Catherine esperó a que la puerta se cerrara y cruzó los brazos.

-Alexander Sullivan, me debes una explicación.

-¿De qué hablas?- dijo él con calma.

-Oh, por favor. Las miradas, los silencios, las excusas torpes de ella. Y ahora resulta que los del turno de limpieza vieron "movimiento sospechoso" en tu despacho el viernes por la noche. ¡Tú y Valentina!

Alexander se mantuvo en silencio unos segundos.

-No es asunto tuyo, Catherine.

Ella lo fulminó con la mirada.

-Si está afectando la empresa, claro que lo es. Mira, no soy tu madre ni tu jefa de recursos humanos, pero esto puede salirse de control rápido. No se puede jugar a los escondites en medio de una firma multimillonaria.

-Lo sé. Y no estoy jugando. Esto es serio.- dijo mirandola a los ojos.

Catherine lo observó en silencio. Luego, suspiró.

-Entonces decidan pronto qué van a hacer. Porque la mitad del equipo ya está haciendo apuestas.

Y asi sin mas salio de la oficina dejandolo solo.

Valentina había escapado a la sala de descanso, donde intentaba regular su respiración con una taza de té y un pensamiento recurrente.

-me van a despedir, me van a despedir, me van a despedir

Nicholas entró justo cuando ella intentaba ocultarse tras una planta decorativa.

-¡Ajá! Sabía que te encontraría aquí.

-No estás viendo nada. Esta planta y yo somos una.- lo que le hizo soltar una carcajada y se sentó frente a ella.

-Tranquila, no voy a juzgarte. Solo vine a decirte que Catherine lo sabe.- y ella se atragantó con el té.

-¡¿Cómo lo sabe?!

-Tiene ojos. Y orejas. Y, aparentemente, acceso a las cámaras de seguridad.

-Estoy frita.

-Nah cuñadita. Pero te conviene hablar con mi hermano pronto. Él también necesita decidir si va a gritar lo que siente o seguir haciendo su cara de "todo está bajo control" mientras arde por dentro.

Esa tarde, Alex llamó a Valen a su despacho. Ella entró casi arrantrando los pies con actitud de derrota.

-Antes que digas nada, quiero disculparme. No debí involucrarte si no podía protegerte.- ella lo miró, sorprendida.

-¿Protegerme de qué? No soy una niña. Y esto lo elegí yo también.

Alexander se acercó y le tomó la mano.

-Entonces decidamos juntos. No quiero esconderte. No quiero que sientas que esto es algo vergonzoso.

-¿Entonces?

-Entonces, vamos a hablar con recursos humanos. Vamos a ser claros. Y si eso significa reestructurar algo, lo haremos. Pero no voy a perderte por miedo a lo que digan.-Valentina sonrió, con lágrimas contenidas.

—Mi ogro, diciendo cosas románticas. Anótese la fecha. Otra vez.

-Maldita mocosa no sigas provocando- dice y le besa la frente, con el beso mas tierno que Valen recuerda haber recibido.

Esa misma semana, en plena reunión de equipo, Catherine anunció que se harían cambios en el protocolo de relaciones internas.

-¡Oh, vamos! Solo dilo: Alexander y Valentina están saliendo. Lo sabemos todos- dijo Nick.

-Es cierto -dijo Alex, con voz firme. -Y no voy a disculparme por eso.

-Lo estamos manejando con profesionalismo. -Afirmo Valen.

La sala estalló en murmullos, risas y alguna que otra apuesta pagada al instante.

Después de pasar por ese tenso momento ambos se sentía que se habían quitado un peso de encima, se sentía aliviados.

Valen entro a dejar el último informe del día y Alex la llevo a su regazo y beso sus labios.

-Mañana a la noche haremos una reunión con mis hermanos para que te conozcan.

-¿Qué?- grito Valen.

-Son mi única familia y quiero que conozcan a la mujer que descongelo mi corazón.

Valen empezó a reír como loca.

-Oh mi frío CEO, así que yo fui el fuego que lo derritió.

-No te burles de mi mocosa.

-está bien, está bien- dice levantando las manos- me rindo- y lo besa.

-Quiero que invites a las personas que son importante para vos así me conocen también.

-Ok- dice sin más.

-Mañana avísame así informó a mi cocinera para que prepare todo.

-No hace falta solo irán dos personas más.

Él asiente y la vuelve a besar con ferocidad aprovechando al máximo el ratito de calma que tienen en la oficina.