Amor En Rojo

Karoly vuelve a insistir en la batalla con la espada, su cuerpo le duele, ha caído varias veces y se ha vuelto a levantar, la piel le arde un poco por el sol de toda la mañana; el entrenamiento ha sido muy duro, y para alguien que no ha aprendido a rendirse, nada de eso puede ser motivo para rendirse.

La reina de Susumira la mira desde un balcón en la parte principal del castillo, el rey se acercó a la madre de Carpio.

- "Hasta tú pareces embelesada con esa muchachita, no tiene nada de interesante, es una salvaje no una mujer fuerte, y cree que por acostarse con el príncipe Carpio puede disponer como quiera; ¿con cuántos se habrá enredado para que haya aprendido a seducir a un hombre con experiencia como Carpio?", aseveró el rey de Susumira sin ocultar su desprecio.

- "Sigues molesto porque llevó a rastras a Lady Perla, vamos Hunter, tu sobrina se ha querido meter en la cama de mi hijo no sé cuantas veces, y siempre ha sido el mismo resultado, a él no le interesa, no la ha podido expulsar del castillo, porque tú la proteges", expresó la reina sin dejar de mirar a Karoly.

- "¿Sabes lo que dicen sobre Carpio?, que la fiera de Fontana lo tiene como perro faldero, que el coloso de Susumira ha sucumbido ante una zorra oportunista que ha sabido moverse en su cama", manifestó el rey sin reparo.

La reina iba a decir algo cuando el canciller de buenas relaciones se acercó y le informó que el príncipe Sago, heredero a la corona de Urtesi había llegado al castillo.

- "¿Dónde está?", preguntó la reina.

- "Ahí, observé", respondió el canciller señalando a la dirección donde estaba Karoly entrenando, observada por el príncipe Carpio y Lord Halal.

- "Va a saludar a su amigo, ¿qué va a pensar de su relación con aquella muchacha?", comentó el rey.

- "El príncipe viene a ver a Lady Karoly", afirmó el canciller.

- "¿A esa muchacha?", preguntó confundido el rey.

- "Lady Karoly es su amiga, además que el prometido de la princesa Luna de Urtesi, es un amigo de la infancia de Lady Karoly", respondió el canciller.

- "Pareciera que tiene muchos amigos importantes, ¿habrá sido igual de amistosa que con el príncipe Carpio?", manifestó con clara cizaña el rey.

- "Su Majestad, Lady Karoly es hija del duque de Husag, director de la prestigiosa Escuela de Lenguas de Hurmaya en Fontana, situación que ha llevado que ella conozca a varios nobles y miembros de familias reales de todo Hurmaya, la reina me pidió averiguar todo sobre ella", comentó el canciller de guerra.

El rey quedó mirando a la reina, quien hizo una ligera sonrisa.

- "Muchas gracias Canciller, asegúrense que el príncipe Sago esté bien atendido", manifestó la reina.

- "Como usted ordene Su Majestad", afirmó el canciller, retirándose.

- "Lady Karoly si tiene fama en Fontana, por sus aficiones que no son comunes para una dama de aquel reino, pero nada de esa fama indica que sea una cualquiera. Además de políglota y conocedora de medicina, tiene una impresionante capacidad de cálculo, memoria prodigiosa y una muy buena preparación en habilidades diplomáticas, solo que es bastante efusiva a la hora de defender su dignidad, algo que me recuerda mucho a mí. Debo reconocer que me preocupa la influencia que tiene sobre mi hijo, pero si quisiera alejarlo de ella, no sería alegando una falsa vida licenciosa porque estoy seguro de que si fuera cierto, él jamás le hubiese dado tanto reconocimiento, tampoco amparándome en un temperamento fuerte y feroz porque es más que notable que es lo necesario para una reina de Susumira; pero esa señorita tiene la marca de la muerte en el rostro es un demonio sin poder, un demonio siempre va a querer acabar con un dios, y a un dios no le va a quedar más remedio que eliminar a un demonio", manifestó la reina mientras veía que su hijo se acercaba a felicitar a Karoly con un efusivo abrazo.

En la noche, luego de hablar con Sago y contarles de su próximo matrimonio, Karoly se dio un baño, cuando salió del cuarto de baño cubierta con una toalla, encontró a Carpio en su habitación.

- "Creí que te quedarías en el castillo, tu madre parecía querer hablar contigo", dijo Karoly.

- "Hablé con ella, no te preocupes. Traje ungüentos, supuse que tendrías varios moretones y no me equivoco", expresó Carpio trayéndola a la cama, y empezando a ponerle el ungüento.

- "Siento hacerte preocupar, puedo seguir poniéndomelo yo", manifestó Karoly.

Carpio bajó la toalla y puso el ungüento en la espalda de Karoly, luego fue por un camisón y ropa interior, la ayudó a ponersela, luego se quedaron mirando.

- "Te dije que dejaría que no impediría lo que querías, lo único que lamento es que en esas condiciones, me voy a quedar con las ganas", dijo Carpio para luego besarla con intensidad.

- "Gracias, voy a parar un poco, para que no se quede con las ganas, Su Alteza", expresó Karoly con una sonrisa, "puedes irte, estaré bien", continuó diciendo.

- "Voy a dormir contigo, esas heridas no van a evitar que duermas abrazada a mí", manifestó Carpio mientras se quitaba la ropa y se metía a la cama.

Karoly lo quedó mirando, mientras Carpio le hacía un gesto de que viniera a la cama, ella sonrió y se apresuró a meterse entre las sábanas y abrazarlo. Carpio apagó los candiles con su magia, y se besaron un buen rato hasta que se quedaron dormidos.

Cuando Karoly estaba profundamente dormida, se adentró en un extraño sueño, caminaba en un bosque con neblina, y escuchaba los golpes de espada, se apresuró a correr cuando una ráfaga de fuego parecía perseguirla, no lograba ver hacia donde se dirigía hasta que llegó al filo de un abismo.

Cuando volteó el fuego había desaparecido, pero el sonido de las espadas era más fuerte, se empezó a acercar poco a poco, quería mirar bien a quienes estaban peleando, los escudos eran inconfundibles uno pertenecía a Fontana y el otro a Susumira, quería ver las caras, pero la neblina parecía poder evitarlo.

- "A veces el equilibrio da miedo, hay cosas que no se pueden evitar, ¿renunciaste a tu origen?, o ¿el sonido de su voz distraer tu corazón", dice un hombre de extraños ojos azules, apoyado en un árbol.

Karoly sentía que una gran fuerza y poder emanaba de aquel hombre, y a la vez le daba una sensación de paz.

- "¿Quién es usted?", preguntó Karoly.

- "No puedo cambiar muchas cosas, porque así debe ser el destino, pero si quieres algún día regresar con los seres que amarás con toda el alma, te espero en el valle de los halcones, antes de que acabe el año", respondió el hombre.

- ¿Quién es usted, por favor?, preguntó casi como un ruego.

- "Armonía", respondió el hombre.

...El dios de la Armonía, como lo ve Karoly...

Karoly se estremeció cuando las espadas dejaron de sonar y se escuchaban gritos estremecedores, volteó para ver lo que pasaba, pero ahora estaba sobre una montaña y un líquido rojo recorría sobre sus pies, miró sus ropas y estaban cubiertas de sangre.

- "Vive, pero antes de tomar decisiones sobre el resto de tu vida, debes descubrir lo que significa ser amor y odio, paz y guerra, felicidad y melancolía, el valle de los halcones te dará respuestas", dijo el dios de la Armonía.

Karoly volteó para verlo y preguntarle cómo llegar a ese valle, pero el hombre de ojos azules no estaba; sintió una angustia, la paz se había ido y la tierra se abrió a sus pies tragándola.

Despierta angustiada y respirando con dificultad, su cuerpo tiembla y Carpio la abraza.

- "Tranquila amor, fue una pesadilla, solo fue una pesadilla", le dijo Carpio tratando de tranquilizarla.

Ella abraza fuerte al príncipe de Susumira, y repitió varias veces en su cabeza, "el valle de los halcones", no había tenido esas pesadillas hace muchos años, sentía una terrible angustia en su corazón.