Encontrando A Mí Mate

VÍCTOR

- Así que está bien, el doctor dijo que, contra todo pronóstico, el cáncer está retrocediendo, y de seguir así, se recuperara en pocas semanas – me dice Tara con una sonrisa.

Han pasado tres días desde que le dije de mi verdadera naturaleza a Tara, y tal como creía, ella me aceptó sin importar lo que soy en realidad, y aunque aún no nos hemos unido, la verdad no tengo prisa, sé que Tara me acepta, y me ama, y cuando esté lista, nos uniremos.

También han pasado tres días desde que Emma fue marcada por mi hermano, por lo que la llevaron al médico, para ver por ellos mismo, como la marca estaba combatiendo la enfermedad de la niña, debido a que las marcas temporales se usan comúnmente en humanos lejos de las manadas, estas no alteran la genética de la persona marcada, como si lo hacen las marcas permanentes, por lo que no había ningún problema en que Emma fuera controlada por su médico de confianza, lo que ayuda a Tara y a su padre, a comprobar de otra manera que la marca estaba funcionando.

- Me alegra mucho que Emma se encuentre bien – le digo, mientras paso mi brazo por su hombro y la atraigo hacia mí.

Nos encontramos en mi auto, estacionado frente a la casa de Tara, como es costumbre, la fui a recoger después de su trabajo, durante el trayecto, Tara me contaba emocionada sobre la rápida recuperación de su hermana, puedo ver en los ojos de mi mate, como con cada palabra que dice, es como si se quitará un peso de encima, y es que la de algún modo es así, Emma era la mayor preocupación de su vida, una preocupación que ya no está allí, o al menos ya no con la misma intensidad, Emma es la hermanita de Tara y siempre se preocupará por ella, pero ahora esa preocupación es menor, puesto que ahora Emma está bien.

Bajamos del auto, y al entrar el olor a galletas recién horneadas nos golpea y al llegar a la cocina, encontramos a mi hermano, horneando.

- Buenos días – nos saluda Haran, mientras saca una bandeja llena de galletas de chispas de chocolate del horno - ¿galleta? – nos ofrece, mientras señala otra charola en la mesa.

Al ver lo que está haciendo mi hermano, Tara simplemente frunce el ceño, a lo que yo solo me encojo de hombros y tomo una galleta.

Después de sacar, las que parecen ser, las últimas galletas del horno, Haran se pone manos a la obra para hacer el desayuno para la familia, siendo este, como no, el favorito de su mate, lo que causa que Tara voltee los ojos, y frunza más el ceño, por lo que yo la tomo de la mano y la llevo a su habitación a descansar, puesto que si se queda otro rato, seguro comenzará a discutir con Haran.

- ¿Qué acaso tu hermano no tiene casa? – me pregunta Tara cuando llegamos a su habitación.

- Si tiene, pero está lejos de aquí, además es un lobo, nada lo alejará de su mate – le digo

- Tengo entendido que tu hermana sí se alejó del suyo mientras esperaba a que creciera – me dice Tara, mientras entra al baño a cambiarse, algo que automáticamente enciende mi imaginación.

- Bueno, su caso era distinto, Nolan era huérfano, lo que complicaba un poco que Cala estuviera con él, además de que mi hermana, como la siguiente gran alfa, tiene mucho trabajo que hacer, por lo que no se pudo quedar – le contesto, mientras busco mi ropa, y me cambio en la habitación.

- Y ¿acaso tu hermano no tiene deberes que hacer? – me pregunta, saliendo del baño, luciendo un adorable pijama de color rosa.

- Sí, tiene, pero desde que Cala encontró a Nolan, Haran y yo dejamos todo listo, para poder ausentarnos por varios años, puesto que no sabíamos a donde nos llevaría nuestra búsqueda, ni cuanto podríamos tardar – le digo, mientras la levanto en brazos y la llevo a la cama, donde la arropo con sumo cuidado.

- Vaya que ustedes tenían todo preparado, pero Víctor, habla con él, está malcriando a Emma de manera bestial, le cumple todos y cada uno de sus caprichos, y solo han pasado tres días, no me imagino que hará si se queda más tiempo, prácticamente vive aquí – me dice Tara, mientras tanto yo me acomodo a su lado y ella rápidamente acoda su cabeza en mi pecho, usándome de almohada.

- Hablaré con él, peor no te prometo nada, Emma, es la mujer por la que Haran ha esperado 135 años, es normal que quiera mimarla, además si lo pensamos fríamente, yo también prácticamente vivo aquí, y sin importar lo que me pidas, yo cumplo todos y cada uno de tus caprichos – le digo mientras le acaricio el pelo.

- Pero lo nuestro es distinto, yo soy una mujer adulta, mientras que Emma es una niña, debe de aprender que no puede obtener todo lo que pida, cuando lo pida, algo imposible con Haran cerca – me dice.

- Tienes razón, Emma es una niña, pero en sus 10 años ha pasado por más de lo que yo he pasado en mis 140, Emma es una niña muy madura, que hay de malo que por primera vez alguien la mime libremente – le digo.

- Bueno, en eso tienes razón, está bien, lo dejaré ser – me dice, mientras se acerca más mi.

No pasa mucho tiempo cuando siento que su respiración se vuelve más pausada y regular, señal de que se ha quedado dormida, por lo que yo decido hacer lo mismo.

Desde que le dije la verdad, prácticamente vivo con ella, y es lo mejor que me ha pasado en la vida, sé que aún hay decisiones que tenemos que tomar, para poder concebir una vida juntos, pero eso aún pude esperar, por el momento disfrútate de esa nueva etapa en nuestra relación, una etapa sin secretos.