Sebastián, un gran mercenario y mano derecha del hombre más temido del país, termina siendo asesinado por azares del destino o quizás por su propia voluntad. Por los daños causados a otras personas deberá redimirse para tener la oportunidad de reencarnar en el cuerpo de alguien más, para eso tendrá que vivir la vida de otra persona.
¿Podrá hacerlo?
¿Qué tan difícil será adaptarse a su nueva vida?
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Papá
Por su parte, Alana había tomado esa decisión porque no quería tener que darle explicaciones a nadie, además de no tener nada que ver con el emperador de Nala, ni con el comandante. Desafortunadamente para sus hijos, ambos padres eran unos malditos, que solo sabían preocuparse por ellos mismos, y jamás vieron a la verdadera Nala como una persona, sino más bien como un objeto.
—Perfecto, le haré saber todo esto al emperador de Sonors, en cuanto me de su respuesta, serás la primera en enterarse, por ahora, vayamos con nuestra familia— con una sonrisa cálida, el hombre invitó a Alana.
El resto de la familia, estaba reunida en una sala especial para la familia real. Todos estaban ahí, aunque nadie estaba casado aún, y pues Alana al ser la mayor, teniendo apenas dieciocho años, era comprensible que ninguno de los otros hijos haya tenido hijos aún, sin embargo si estaban presentes las prometidas de los hermanos.
—Antes de que digas una palabra, quiero disculparme. Mi forma de tratarte apenas te vi, fue muy grosera, fallé como madre, eso es algo que jamás podré perdonarme, pero me gustaría llevar una buena relación contigo a partir de ahora, si me lo permites— los ojos de la emperatriz, se veían llorosos, fue hacía Alana y ésta se movió para no ser tocada por ella.
—Las acciones, valen más que las palabras para mí, sin embargo, sus palabras han sido muy feas y groseras, no espere que lo olvide tan fácilmente, solo el tiempo dirá si puedo confiar en usted, majestad— hace una reverencia.
—Mi nombre es Jamal, el mayor de los hombres—
—Yo soy Alaia, la pequeña—
—Y yo me llamo Kai, soy el tercero en la línea de sucesión—
Los tres se presentaron, Alana pudo ver en sus rostros, lo que sus hermanos querían ocultar con sus palabras.
—Mi nombre es Alana, y aunque cambien mi apellido, mi nombre seguirá siendo el mismo. Primero, porque me gusta y segundo porque no debo olvidar lo que me sucedió y así siempre tendré presente que nada en la vida lo tenemos seguro— explicó con una leve mueca de molestia, —además, aclaro que no pretendo quitarle nada a nadie, lo digo por el rostro de indiferencia que muestra el príncipe Kai, la sonrisa fingida de la princesa Alaia y el rostro serio de las chicas aquí presentes— continúo
—¿De qué hablas?, yo no dije nada— se quejó una de ellas
—Exacto, no hizo falta. Padre, ¿qué castigo se le da a una simple noble cuando se atreve a hablarle informalmente a una princesa y más siendo ésta la primogénita?— sonriendo con malicia preguntó
—Discúlpate ahora mismo, deberías tener en cuenta cuál es tu lugar en el palacio y el imperio— exigió molesto el emperador
Aquella chica, solo se pudo arrodillar y suplicar perdón.
—Si quieren creerme o no, lo dejo a su consideración, no me meteré con nadie y espero lo mismo de ustedes. Por cierto Alaia, no debes preocuparte por dejar de ser la más hermosa, ese puesto siempre lo tendrá su majestad, la emperatriz, ni siquiera yo podría competir con ella. Aclarando tus dudas Kai, no busco el trono, no se lo voy a quitar a tu hermano mayor, así que deja tu odio para alguien más, haber si escuchando esto, les quedan claras mis intenciones. Quiero vivir tranquila y en paz con mis hijos—
Todos veían confundidos a Alana, había acertado en cada uno de los sentimientos de los presentes, al parecer el único verdaderamente feliz por su llegada, era el emperador, sin embargo eso le bastaba a ella, pues sabía que era el del poder y decisión, nada más le importaba, siempre que contara con su apoyo y respaldo.
—Suficiente, hija te mostraré tu habitación— quería dirigir a Alana a su nueva habitación.
—Antes quiero presentar a alguien— pidió y se le permitió
Hizo pasar a Sara, junto a los bebés. —Ella es Sara, mi mejor amiga, mano derecha y la persona en quien más confío, quien ose hacerle alguna grosería o le falte el respeto, tendrá que enfrentar mi ira. Y ellos son Dante y Marjorie, mis dos amores, lo más importante en mi vida, hagan algo en su contra y no me importará destruir el mundo para hacer pagar al culpable, lo digo frente a los emperadores, para que no digan que no les advertí—
La expresión en el rostro de aquella mujer, irradiaba amor mientras hablaba de sus hijos, iluminaba la habitación con tanta luz reflejada en sus ojos, pero así cambió de un momento a otro al hablar sobre hacer pagar a quienes se atrevieran a hacerle algo malo a sus hijos, lo que paralizó a los presentes.
—Entendieron hija, vamos a qué se instalen— pidió el emperador, antes de que alguien quisiera hacerse el valiente y se atreviera a responder.
—¿Viste sus caras papá?— la sonrisa que mostraba le dio calidez al corazón del emperador
—Los asustaste demasiado, ahora lo pensarán dos veces antes de meterse contigo— su sonrisa resplandecía, muy parecida a la de Alana
—«Se parece tanto a mi papá en la tierra, era inevitable que sintiera este apego con él» Me gustaría poder entrevistar a algunas personas para el cuidado de tus nietos, ¿podrías presentar a algunas candidatas?— al terminar de preguntar, se cubrió la boca con ambas manos y de inmediato realizó una reverencia. —Me disculpo majestad, cometí un error, lo lamento— asustada, se inclinaba aún más.
El hombre mayor, comenzó a reír fuertemente, algo que asustó a los guardias que estaban en su puesto y a los sirvientes que recorrían los pasillos.
—Debo admitir que me has hecho muy feliz, tú puedes hablarme como mejor te sientas, eres mi hija, la mayor, mi primogénita y mi favorita, aunque eso último no se lo digas a tus hermanos porque sería fatal— continúo sonriendo.
—Entendido, papá— colgada del brazo de su señor padre, la chica gozaba de ese momento. Estaba acompañada de sus hermosos hijos, su más fiel compañera y de su padre, la única persona que le ha demostrado ser bueno.
Si no les gusta pasen a otra novela y no jordán a los demás y si tan incas son aún sus propias novelas 🤷 🙄