Cira, Princesa Cautiva

Cira despierta, mira a su alrededor, está un poco confundida, pero cuando ve a Sinloe se abalanza sobre él y lo abraza muy fuerte, lo recuerda perfectamente y todo el amor que siente por él.

- "¿Quién te hizo esto, mi amor?", preguntó Sinloe acariciando la mejilla de Cira.

- "Mi hermano Huai, se enteró de que nos besamos, y aunque no sabe quién eres, amenazó de muerte a mi único amigo, si no tomaba esa cosa que me haría olvidarte", manifestó Cira.

- "¿Cómo puede hacer algo así contra su hermana? Estás en peligro en ese lugar, no puedes regresar", afirmó Sinloe.

- "Debo hacerlo, hay personas inocentes que pagarían caro, si enfurezco a Huai, Lord Myeong tiene un plan para liberarme, me lo iba a contar, pero pasaron cosas, pero no ha podido. No puedo arriesgarlo Sinloe, no quiero salir de Belgeun huyendo, no quiero que nuestro amor se manche, que lo consideren algo vergonzoso", manifestó Cira.

- "¿Pero cómo te dejo ir, si el rey Huai puede lastimarte? No puedo Cira, eres mi mundo ahora, no puedo dejarte en peligro", insistió Sinloe.

- "Yo no quería olvidarte, por eso resistí todo lo que pude. Pero, puedo fingir que te olvidé, nos dará ventaja y podré alertar a Myeong, por favor amor, confía en mí, debo regresar", manifestó Cira tomando las manos de Sinloe.

Cira lo mira, sabe que él no quiere soltarla, entiende su preocupación, pero ella no podría ser feliz si alguien inocente sale lastimando por su culpa. Así que, le susurra al oído que confíe en ella, y lo besa con una intensidad que no creyó poder; sus labios hacen una danza prolongada; una sensación extraña recorre todo el cuerpo de la princesa, ella misma descubre que son las hermosas sensaciones del placer y se separa de él completamente roja. Sinloe se pone de pie, si sigue cerca a ella, no se va a poder contener.

- "Lo siento, yo...", dijo Cira, pensaba que él se había molestado por frenar la situación, pero no quería que así pasaran las cosas.

- "No te disculpes, sé que aún no es tiempo, te dije que te quiero bien, pero si te tengo tan cerca, es difícil no querer más de ti. ¿Estás segura de regresar?", preguntó Sinloe.

- "Sí", dijo Cira poniéndose de pie.

- "Viajaré a Belgeun, con el pretexto de revisar los tratados de negocios, si veo que corres peligro, te voy a traer conmigo. No me pidas que no haga nada, por favor", manifestó Sinloe.

- "Está bien, entiendo", dijo Cira.

Ambos se dan un tierno beso, ella aún está sonrojada, son muchas emociones nuevas, y quiere vivirlas paso a paso y no por miedo. Aún reticencias, Sinloe vio a Cira volver a cruzar el portal que la regresó a Belgeun, pero alistará de inmediato su viaje al reino de la mujer que ama.

En Belgeun, Lady Karoly respira profundamente, la ceremonia a los cielos ha terminado y los hombres están en una reunión, y ella está con las damas nobles, le hacen muchas preguntas sobre Fontana, aunque siente que quieren preguntarles otras cosas, pero no se atreven.

Karoly se siente aburrida, las fiestas de té no son de su agrado; sin embargo, hizo lo que se supone debía hacer; en un momento, se dio cuenta de que se había quedado sola. Mientras su esposo parecía distraído con el resto de caballeros, Lord Myeong seguía queriendo averiguar sobre la princesa Cira

Cuando regresó y su hermano fue a verla, la princesa Cira hizo un excelente papel, y actuó tan tranquila como siempre y le recordó su recompensa por su trabajo en Fontana, poder pasear uno de estos días, Huai quedó convencido de que Cira había olvidado todo. Y ya estaba detrás de la esposa de su primo, acercandose desde atrás y susurrándole al oído "si crees que él es bueno deberías probarme a mí".

Karoly se alejó de él, y lo miró con recelo, ese rey era demasiado invasivo, y parecía devorarla con la mirada.

- "Necesita probar su virilidad, teniendo una esposa, seis concubinas y diez amantes, jamás acepto las migajas, conmigo es todo o nada; voy a disculpar su osadía esta vez porque realmente no me conoce, y se lo voy a decir claro ya que a mí no me gustan los rodeos, tenerme en la cama es un lujo que usted ni con todo su dinero podría pagar, solo un hombre de verdad merece una mujer de verdad, y en usted a leguas se nota que dista mucho de serlo, debería respetar la dignidad de su corona y no ir abordando mujeres casadas, que aman y respetan a sus esposos", manifestó Karoly mirando fijamente al monarca sin mostrar ningún ápice de miedo.

El rey Huai iba a darle una bofetada, pero ella ni parpadeó, nadie se había atrevido a mirarlo con esa osadía, el rey no entendía porqué sentía una fuerza alrededor suyo que le impedía moverse, era como un escudo protector que tenía esa mujer, de pronto sintió que alguien se acercaba.

Myeong había llegado justo a tiempo, tomó la mano de Lady Karoly.

- "Su Majestad, nos va a disculpar, pero mi esposa y yo ya debemos regresar a casa", expresó Myeong.

- "Parece que tu mujer no sabe de protocolo, ni de agachar la cabeza frente al rey, habla como si tuviera la autoridad de un hombre, tal vez deberías enseñarle que la voluntad del rey es ley", dijo Huai molesto.

- "¿Está seguro de que no sabe de protocolo?, o ¿pretendes que ella haga algo reñido a la moral? Tal vez sea el rey, pero no puede faltar el respeto a la esposa de un noble; cree que no me doy cuenta como la mira, y me he controlado porque es el rey; sin embargo, si insiste en molestarla presentaré una queja ante el Concejo de Hurmaya, y no me venga a decir que ella se insinuó con sus mentiras de siempre, mi esposa es una mujer decente", expresó con determinación Myeong, para luego tomar la mano de Karoly y sacarla del lugar.

Huai parecía estallar de rabia, esos dos le habían hablado con altanería, que importa el rey de Fontana pensó, voy a hacerle tragar a esa mujer sus palabras, va a ser peor que una amante, va a ser mi esclava personal se dijo a sí mismo, mandando llamar a sus hombres.

En el camino del retorno a casa, pasaron por el valle de los Halcones, Myeong vio en el rostro de Karoly, la emoción y le dijo que él estaba cansado, que disfrutara el aire reparador del valle. Ella bajó del carruaje, mientras su esposo se quedó en el vehículo junto con la comitiva que lo acompañaba.

Cuando Karoly regresó al carruaje emprendieron el camino de regreso, pero pronto fueron rodeados por unos enmascarados, eran los hombres del rey que tenían la misión de llevarse a Karoly al precio que sea.

Lord Myeong bajó del carruaje y ordenó ponerse en guardia a la comitiva, Karoly también bajó.

- "Quédate ahí, te protegeré", dijo Myeong.

- "Sé pelear, y son demasiados, (sacando una espada de reserva del carruaje) no soy una mujer frágil, no te preocupes por mí, recibí preparación de los mejores", manifestó Karoly con una sonrisa.

La pelea empezó y aunque los hombres del rey los superaban en número; fueron eliminados, debido a que pese a la insistencia de Myeong y Karoly de que se detuvieran, insistieron en seguir peleando.

Myeong se acercó al único que dejaron vivo, vio la marca del rey en la muñeca, su ejército de cazadores; iba a clavarle la espada, cuando Karoly lo detuvo.

- "Dile a quien los mandó, lo que ocurrió y que le mando un mensaje: si hubiese logrado su cometido, igual no iba a conseguir lo que quería, lo despellejaría vivo en la menor oportunidad, a mi me prepararon en Susumira a morir o matar, Lord Halal en persona fue mi entrenador, sí, Lord Muerte como le apodan, quien asegura fui su discípula más destacada", expresó Karoly con mirada fiera.

El hombre salió corriendo despavorido. En el carruaje, Myeong quedó mirando a Karoly, parecía que nada hubiese pasado; esa mujer era de armas tomar.

- "¿En verdad Lord Halal te entrenó?", preguntó Myeong.

- "Sí", respondió Karoly sin darle mucha importancia.

- "¿Acaso es el hombre que amas?", consultó Myeong.

- "No", se apresuró a decir Karoly.

Myeong la quedó mirando fijamente prestando atención a sus expresiones.

- "Entonces fue el príncipe Carpio", dijo Myeong.

El corazón de Karoly se sobresaltó y no supo qué responder a ello.

- "¿No vendrá a matarme?, ah por cierto ya me voy a morir", expresó Myeong con una sonrisa, Karoly lo miró.

- "Pese a lo que todos piensen del príncipe Carpio, es un hombre con honor, jamás vendría a matar al hombre que voluntariamente escogí como esposo. Él jamás me haría daño, su madre por otro lado es una cuestión muy diferente", manifestó Karoly con mirada melancólica.

Entonces Myeong entendió aún más a la mujer que tenía enfrente, ella era fuerte y amaba con intensidad al hombre a quien renunció; y cuando la reina Krasa le dijo que su amiga era una mujer con temple estaba completamente en lo cierto; lo que le dió mucha confianza, su corazón se sintió aliviado, Lady Karoly era perfecta para ayudar en la liberación de Cira.