La Secretaria Del CEO

Milla Keen

Llené los informes que Josy me pasó y luego fuimos a almorzar. Yo no comí nada porque no tengo ganas de comer. Después fuimos a la otra reunión, que fue tranquila, las horas pasaron muy rápido. Recogimos nuestras cosas para irnos, mientras el Sr. Tyler pasaba junto a nosotras camino al ascensor, nos saludó y se fue. Tomamos el otro ascensor y bajamos, me despedí de Josy y me fui a la parada de autobús, necesito tomar uno porque no tengo dinero para tomar un taxi. Camino rápido y llego a la parada que estaba vacía, me siento y me quedo esperando. Ya estaba oscureciendo, empiezo a ponerme ansiosa y con miedo, de repente se acerca un coche y empiezo a temblar, mis manos empiezan a sudar, cuando la ventanilla se baja y veo que es el Sr. Tyler me siento más aliviada y solo entonces suelto el aliento, cuando me llama para que suba a su coche que me llevaría a casa porque el lugar es peligroso, realmente aquí da miedo, pero prefiero correr el riesgo que subir al coche con él.

Rechazo su invitación e insiste, y ahora habla autoritario y nervioso, lo que de alguna manera me asustó, veo que no va a darse por vencido así que decido subir al coche, me pide mi dirección y la pongo en el GPS, seguimos el camino en silencio, cuando llegamos bajo y le doy las gracias sin mirarle, porque me da escalofríos, cuando estoy a punto de abrir la puerta él sale cantando neumáticos, enfadado por algo que no sé qué es, abro la puerta y entro.

Milla: Hola, mamá.

Elsa: Hola, hija mía, ¿cómo estás? ¿Qué tal tu primer día?

Milla: Estoy bien, solo un poco cansada jaja

Fue bien y me está gustando... - dice cansada.

Elsa: Me alegro.

Estoy preparando la cena, ¿y quién es el que te ha traído? - dice animada.

Milla: Voy a darme una ducha mientras terminas.

Y no es nadie importante, solo un conocido, estaba en la parada sola y pasó y me vio, así que me trajo para que no me quedara sola allí esperando el autobús.

Elsa: Está bien, querida, solo tenía curiosidad, nunca había visto a mi hija llegar en un coche tan elegante.

Milla: Mamá, para, no hay posibilidad de que pase nada, como te dije es solo un conocido.

Elsa: Está bien, ya no está aquí quien lo dijo jaja

Milla: ¿Dónde está la abuela?

Elsa: Se fue a casa de la vecina que conoció, acaba de salir casi.

Milla: Mamá, no está bien así como para andar sola.

Elsa: Hija, está bien y tampoco voy a encerrarla en casa todo el tiempo.

Milla: Ya sé que solo se queda en casa, pero es por su bien.

Elsa: Lo sé, mi amor, pero no te preocupes por eso, vale.

¡Ah, llegó la factura del hospital!

Milla: De acuerdo, en cuanto cobre la pago.

Voy a subir a mi habitación, necesito darme una ducha.

Elsa: Está bien, ve, hija mía.

Subo a mi habitación y voy a darme una ducha, decido lavarme el pelo, entro en la ducha y dejo que el agua caiga sobre mi cabeza y mi cuerpo, paso el jabón por mi cuerpo haciendo ligeros masajes, estoy muy tensa, me lavo el pelo. Termino, cojo una toalla, me la pongo en el pelo y la otra me la enrollo, me seco el pelo, me pongo una sudadera y bajo a cenar. Mi abuela llegó y se fue a su habitación, dice que no se encuentra bien, menos mal que su consulta está cerca, necesito saber cómo va el tratamiento y necesita hacerse esas nuevas pruebas pronto, quiero saber cómo va y si va a necesitar un nuevo tratamiento, sé que esos síntomas que siente son por la enfermedad y el médico dijo que es normal, pero me preocupo por ella y también porque están fuera de control los síntomas.