Endemoniadamente Peligrosas

Laura:

Valentina estaba practicando con su catana, la movía de un lado y del otro llevando hacia uno de los troncos que tenía para practicar, así como la sembraba la quitaba volviendo a golpear… tragué saliva al acercarme demasiado, pero quería hablar con ella y explicar las cosas en que me culpaba por lo sucedido con su esposo Daemon.

Ella se detuvo mirando hacia donde me encontraba… se quedó quiera reposando el filo de la catana sobre sus hombros. No tenía ganas de pelear y menos discutir.

Valentina: No vienes con tu perro guardián.

Laura: Tampoco está el tuyo.

Miré por ambos lados, tenía que demostrarle que sus palabras no me afectaban, aunque por dentro me molestaban que se refiera de esa manera a Dylan que no tenía nada que ver con el problema que las dos creemos tener.

Bajó su catana dejando caer al piso, venía hacia mi en un plan de pocos amigos. Sonrió rodeándome por completo, sé que no soy igual que ella en cuanto a fuerza, pero tampoco ayudaba mucho su comportamiento conmigo. Se detuvo quedando frente a mi.

Valentina: No le veo nada que tengas de Guido, es más no mereces estar aquí y menos ser parte de nosotros.

Laura: Fíjate que lo mismo pienso, solo que la diferencia es que los otros si desean que esté aquí.

Rodó los ojos, dio unos cuantos pasos pero quería hablar con ella, la sujeté del brazo cosa que ella reaccionó de mala manera levantando el dedo índice en señal de advertencia.

Valentina: No vuelvas a poner tus manos en mí… hace tiempo pudimos trabajar en equipo, pero veo que no tienes las cualidades que se necesitan para formar parte de nosotros, eres traicionera y eso… conmigo no va.

Laura: ¿Traicionera? No fui la que se acostó con tu esposo.

Me empujó con tanta fuerza, me fui hacia atrás cayendo de un fuerte sentón, me dolió tanto que llevé la mano hacia mi vientre del dolor que tenía. Entreabrió sus labios recordando por lo que había pasado. Tragué saliva presionando con fuerza mi vientre bajo. Dio unos cuantos pasos, pero hice lo imposible por no hacerla sentir culpable de lo que acaba de suceder…

Con mucho dolor trataba de ponerme en pie… se dio cuenta de lo que había ocasionado… apreté los ojos abriendo mirándola lentamente, negué con la cabeza sintiendo un terrible nudo en la garganta. Ella se aprovechaba del momento sabiendo que no podía hacer nada para ir contra ella.

Laura: Yo… yo no tuve nada que ver con lo sucedido con tu esposo y Cecilia, ella ya tenía armado el plan y yo sin saberlo.

Valentina: No me interesa.

Se dio la media vuelta, estaba completamente inmóvil, mis pasos eran lentos y con un poco de trabajo por el dolor que tenía por caer. Quedé a su lado sin dejar de mirarla, ella solo estaba mirando hacia el frente sin algún punto fijo, podía ver que sus hermosos ojos azules como el mar, demostraban dolor y decepción.

Laura: Si, es cierto, mi culpa fue herir al señor Daemon, pero no sabía lo que iba a pasar.

Me miró despectivamente de reojo, sonrió alzando los hombros, no le importaba nada de lo que le dijera, por que sabía que en el fondo era la verdad lo que le estaba diciendo.

Laura: Me reconozco culpable por haber lastimado a Daemon, pero no lo de Cecilia y él. Él sus razones tuvo y aunque se equivocó, reconoció que fue un terrible error.

Valentina: ¿Error? Lo disfrutó, ¿no te dijo?

Laura: Me dijo que odió tomarla como mujer, por que te estaba faltando, que se sentía mal por saber que te lastimaría con la relación que ustedes tienen, él nunca se vanaglorió en decir que fue una de sus mujeres, me lo hizo saber cuando me dijo que para él fue un placer en asesinar a una traidora, que se había dado cuenta de sus intenciones.

Bajé la mirada, levanté el rostro mirando a esta mujer que puede demostrar todo lo que quiera en ser muy dura y sin corazón, pero por dentro estaba destrozada esperando el momento oportuno para que su propio esposo pagara lo que le había hecho.

Laura: Valentina… Daemon se vio muy afectado por lo ocurrido, pero me hizo saber que si no lo hacía moriría, era peor para ti, que sepas que estaba muerto antes que estuviera con otra mujer.

Valentina: ¿Eso te dijo?

Laura: No precisamente, pero pude ver en sus ojos lo mal que se sintió con cada palabra que decía al mencionar lo ocurrido. En sí Valentina nunca te faltó como esposo, tenía que sobrevivir.

Valentina: ¿QUEE HUBIERA PASADO SI APLICO LO MISMO? ¿AHHH? ¿SABES LO QUE HUBIERA PASADO?

Daba pasos hacia, en cambio a mi solo me queda en retroceder ante su presencia, Valentina no es de las mujeres que se tomaba todo a la ligera y para ella no había perdón para la traición. Quedé reposando la espalda en el tronco donde ella estaba practicando. No tenía a donde más ir.

Valentina: Daemon no tiene un buen corazón, eso siempre lo he sabido, sé la clase de hombre que es cuando nota que algo no anda bien, lo conozco a la perfección y como esposo lo tenía en altas expectativas, pero Daemon no le temblaría la mano para tomar mi vida si de traición hablamos. ÉL ME HUBIERA MATADO AL ENTERARSE… es el hombre que sabe que lo que por ley le pertenece otro no puede tocarlo… IGUAL QUE TODOS LOS HOMBRES DE ESTA ÉLITE… NO HAY DOBLECES, NO HAY PERDÓN NI EXPLICACIOÓN QUE VALGA… SI FALLAMOS NOS CUESTA LA VIDA Y ESO… EL CONTRATO QUE FIRMASTE LO DICE.

Entreabrí los labios al escuchar lo que pudo decir el contrato que ni quise leer.

Valentina: Espero que hayas leído cada una de las cláusulas que dice el contrato. Fallar no es opción, perder no es decisión, vendiste tu alma a estos demonios que día con día van creciendo en todo el país, gobiernan, nos representan, pero esa vida es la que tomamos, sabemos nuestro lugar y para lo que les servimos, nosotras Laura somos su fuerte de vida, ¿por que crees que Dylan no te deja ir?

Laura: Por que él siente muchas cosas por mi.

Valentina: Error querida… error, Dylan es despiadado, es un demonio andante peor que todos, por que fue en su vida militar un mercenario, él no tiene respeto por la vida más que por los suyos, si tiene que matar, hombre, mujer o quien sea lo hace sin titubear.

Laura: Igual que ustedes, también son asesinos.

Valentina: Pero matamos a los enemigos, Dylan asesina parejo, si estás con él es por que tiene que ser así. Necesitan ambos de ustedes para fortalecerse, en cambio nosotras, damos la vida por esos hombres. ¿Crees que es lo mismo?

Negué con la cabeza, tenía toda la razón Valentina pero había una gran diferencia entre ella y yo.

Laura: ¿si sabías a lo que estabas entrando por que lo has hecho?

Desvió la mirada reposó una mano sobre el tronco mirándome con una sonrisa que no me agradaba del todo, se demostraba demasiado imponente y eso me asustaba. Sostuvo un mechón de mi cabello jugando con ello.

Valentina: Mi padre es el jefe de la mafia de otra élite, pero pertenecemos al mismo régimen, mi vida ya estaba construida desde antes de nacer, no me asusta que la muerte llegue hacia nosotros, me asusta la vida que vamos plantando para nuestros hijos. La primera generación de nosotros, nos van a superar, tú eres de esa generación, la primera hija de Guido. ¿entiendes?

En verdad trataba de entender, pero no era fácil en la manera que ella lo hacia ver.

Valentina: Tu vas a despertar, el miedo de nuestros enemigos aumentará. Laura… no cualquiera pasa por todos los puntos que tienen que pasar para pertenecer a nosotros, firmamos nuestra vida, nuestra seguridad. La máxima autoridad siempre ha sido Daemon, pero la fuerza de cada uno es diferente, Dimitri ha sido superior, por su conocimiento y con lo que día con día aprende, Guido es la destrucción infernal que no hay llegado hasta su punto débil para matar a quien se le plante, Daemon, es el creador de todos nosotros, Dylan, está convirtiendo poco a poco a lo más temido, y tú, eres su alumna perfecta. Poco a poco, te hará tan adicta a él, tendrás esa necesidad de tenerlo en la cama las 24 hrs, no te va a satisfacer solo con un beso, pedirás que te haga el amor tantas veces y con la fuerza que necesitas para demostrar que puedes doblegarlo. Eso… querida… nos pasa a todas… pero tú eres débil ante ese proceso.

Sostuve el mechón de mi cabello quitándoselo, apartó su mano cruzando sus brazos, esa sonrisita de burla también se la iba quitar antes que demostrar que ella puede pasar sobre mis derechos y meterse en mi intimidad.

Laura: No, no débil no, inteligente, silencio no es derrota, reglas de la guerra… mucho cuidado, hay que saber ser inteligente y saber cuando atacar. Al enemigo también hay que dejarlo descansar.

Se le iba borrando poco a poco esa sonrisa que no había tenido el honor de ver que ya no la tenía. Me aparté del tronco sin dejar de mirarla.

Laura: En la guerra, no solo la pelea es mejor, también el hecho de hacerlos sentir miserables, pero no todo sale a luz en un principio, hay que conocer siempre al enemigo antes de pelear. Te voy conociendo.

Valentina: ¿Me consideras tu enemiga?

Laura: No tendré miedo a los peligros nocturnos ni a las pruebas que llegan con la oscuridad, pues mil caerán a mi derecha y diez mil a mi izquierda pero a Mí nada me pasará mientras estén tú y Elena a mi lado… Querida.

Sonrió no queriendo hacerlo, era mejor ver esa sonrisa de pocos amigos a que no sonriera por que aunque no quiera aceptarlo, ella tendrá que depender igual de mi, claro eso en algún momento de la vida pero así tendrá que ser.

Extendí mi mano hacia ella, bajó la mirada hacia mi mano, la levantaba muy despacio mirándonos ambas sin miedos ni preocupaciones, ella no tenía la intención de darme la mano podía sentirlo.

Laura: Me vas a entrenar para estar de lado de ustedes, me vas a entrenar de manera que entienda que las mujeres también sabemos tomar decisiones, me vas a entrenar para ser dependientes de nosotras mismas. Elena, Nair, Willow, Tú y yo juntas podemos contra ellos, quieres darle una lección al señor Daemon, te ayudo en hacerlo, pero sin faltar a nosotras. Podemos ser tan…

Valentina: Endemoniadamente Peligrosas para ellos.

Laura: Si, que serán los que necesiten cada día más de nosotras antes que nosotras de ellos, sé que tú te levantaste en su contra de Daemon hace unos años, todo por que te dieron por muerta, lo puedes volver hacer y esta vez no solo con una podrás contar, somos 5 que contarás sin miedo a que se nieguen, y si no quieren por que veo a  Willow y Nahir muy estables con su maridos, tienes a Elena, a mí y a ti. ¿Qué dices?

Bajó los brazos extendiendo su mano, sonreí emocionada a este nuevo trato entre ella y yo, esperando que Elena también forme parte de nosotras, sería genial conocer un poco más de ella y su historia con mi padre, por que Elena vino para cambiar la perspectiva de cada uno de estos Alfas.

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