Evelyn Davis y Dixon Torriceli
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Capítulo 18
Evelyn
Contenido +18
—Quiero que estes segura, no quiero que después te arrepientas— me dice jadeando.
—No lo haré y estoy segura de lo que estoy haciendo. —Me sonríe
Lo veo quitarse la camiseta y luego volver a tomar mis labios, yo enredo mis dedos en su cabello con fuerza, él me alza un poco y empieza a bajar el cierre de mi vestido siento un escalofrío recorrerme la espalda cuando siento sus manos, él me mira cuando termina de bajar el cierre y intuyo que está esperando que le diga que continúe, no se donde se me han ido las palabras así que solo logro asentir.
Dándole vía libre que baje mi vestido, dejándome solo en ropa interior «Que bueno que son nuevas» él sonríe detallando mi cuerpo poniéndome nerviosa y haciendo que me sonroje avergonzada, no hace nada solo se queda observando y mi primer impulso es intentar taparme pero el rápidamente atrapa mis muñecas poniéndolas encima de cabeza.
—Eres tan malditamente perfecta — dice besándome de nuevo.
Su mano libre acaricia las curvas de mi cuerpo causando escalofríos por las partes donde pasa su tacto, luego separa nuestro labios y baja dejando besos por mi cuello, con la mano que tiene libre desabrocha mi sujetador dejando mis pechos a su merced bajo la mirada y lo veo detallando mis pechos y de un momento a otro apreta una de ellos haciendo gemir sonido que causa una mayor vergüenza.
Él suelta mis muñecas y con su dos manos empiezo a masajear y apretar mis pechos, luego se lleva uno a la boca provocando gemidos de mi parte, chupa, muerde y apreta mis pechos a su antojo mientras la habitación se llena con los sonidos que salen de mi boca.
Luego suelta mis pechos y empieza a bajar más hasta llegar a mi vientre, siento como quita mi braga y la guarda en su bolsillo, baja dejando un rastro de besos hasta que llega al inicio de mi feminidad se queda haci por un rato hasta que de repente siento un leve mordido en mi clitoris el cual me arranca un gemido algo alto a comparación con los anteriores.
Empieza a devorar mi feminidad con vericidad, excitandome más que antes, recuerdo cuando escuchaba a mis compañeras de la escuela hablar de sexo y de la cosas que según ella me perdía nunca me había importado y jamás pensé que enserio era tan placentero, ya veo el por qué decían que me perdía de algún sumamente placentero.
Dixon se separa de mi feminidad y se acerca a mis labios pero no me besa.
—Eres deliciosa — dice antes de besarme.
—¡Oh Dios!.
Es lo único que logro articular cuando siento que algo entra en mi, separo mis labios de los suyos y bajo la mirada veo un dedo de Dixon entrando y saliendo de mi, y luego veo como introduce otro robándome otro gemido, sus movimientos son rápidos y precisos de un momento a otro siento como mis muslos se tensan y me siento ganas de ir al baño.
—Necesito ir al baño — digo para que pare.
—No son ganas de ir al baño Dolcezza, eso que sientes indica que estás apunto de tener un órgamos, es totalmente normal.
No estoy cien por ciento segura de que sea cierto lo que acaba de decir pero voy a confiar en el, en menos de nada siento como algo sale de mi y si no fuese por lo que Dixon me acaba de decir pensaría que me he orinado, veo a Dixon sacar sus dedos de mi interior y luego sin apartar su mirada de mi se los lleva a la boca.
—Nunca me cansaré de esto.
Dice antes de darme un beso corto en los labios y luego proceder a quitarse la sudadera junto con la ropa interior dejando a la vista su miembro erecto el cual me deja sin palabras, él ve la expresión de mi rostro y no puede evitar sonreír.
—Eso.....eso estará dentro de mi — digo sin creerlo.
—Tranquila Dolcezza, seré delicado....al principio— dice y estoy a punto de decir algo pero él empieza a besarme antes de que una palabra salga de mi boca.
Siento la fricción que hace su miembro en mi feminidad y luego como Dixon lo ubica en mi entrada.
—Relájate — dice al sentirme tan tensa.
Acaricia mi cuerpo logrando calmarme, y siento como poco a poco introduce su miembro, hago una mueca de dolor acompañado de un gemido.
—¿Me detengo? — pregunta y yo niego.
Dixon me estimula mientras sigue entrando en mi, y siento como si me estuviera rompiendo, el dolor se mezcla con el placer y ya después los único que siento en lo segundo que mencioné.
—Estás tan......Dios Evelyn.
Dixon empieza a moverse más rápido y haciéndome gemir con cada estocada, lo beso mientra entierro mis uñas en su espalda, brazos y pecho robándole varios gruñidos y haciendo que sus estocadas se vuelvan más feroces.
..........
—Eso me dolió — le digo acostada sobre su pecho.
—Lo siento, pero ya no te preocupes de ahora en adelante solo sentirás placer — responde.
—¿Te duelen? — digo acariciando los rasguños que le hice.
—Tranquila, si he aguantado unos cuantos balazos podré con los rasguños de mi mujer — responde y eso último hace que levante la cabeza y lo mire.
—¿Tu que?.
—Mi mujer, eso es lo que eres mi mujer, mía y de nadie más — dice besando mis labios y no puedo evitar sonreír con una tonta.
Vuelvo a mi posición anterior, siento los ojos pesados pero no quiero dormirme, pero después de un rato el sueño me gana y me quedo dormida sobre su pecho.