NUEVA LUNA

NINA

Después de colocar los regalos en donde estaban, miré rápidamente las flores. Las toqué, en un miserable intento de querer encontrar las respuestas a mis dudas en ellas.

Mi cabeza no dejaba de dar vueltas.

Hasta que lo vi... Entre las flores como una nota.

Decidí leerla para ver qué me tenían que decir.

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..."Sabemos lo difícil que es para ti comprender la sinceridad de nuestras palabras hacia ti y crees que todo lo que hacemos es exclusivamente a causa del vínculo de pareja, te queremos demostrar que no es así. Nos importas más de lo que piensas Nina y te lo vamos a demostrar....

...No importa ni la cantidad de tiempo ni todo lo que nos pueda costar, lo único que queremos es que tú te vuelvas a enamorar de nosotros y si lo quieres pasar el resto de nuestras vidas juntos. Así que cada oportunidad que se nos presente contigo la vamos a aprovechar al máximo, de eso no hay duda....

...Es por eso que en cada detalle de estos pequeños regalos, hemos puesto un pedacito de nuestro corazón para demostrarte que estamos dispuestos a todo contigo, porque solo una palabra tuya y somos capaces de regalarte el universo entero y complacerte en casi cualquier cosa... excepto en rendirnos tan fácil contigo....

...Nunca lo dudes, eres más hermosa de lo que las palabras pueden expresar y te mereces lo mejor....

Con amor...

^^^Noah Sam y Max"^^^

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¿Con amor?

¿De dónde sacaron toda está palabrería?

Volteo la larga nota que me dejaron e irónicamente encontré tres números de teléfono.

Estos tres no pretenderán en verdad que los llamé, ¿verdad?

Por los momentos, ya no podía más con todo esto así que me fui a la cama queriendo conciliar el sueño.

Y la verdad pensé que me iba a costar demasiado tiempo en lograrlo, pero la cama estaba tan suave que ni siquiera me percaté en que momento me quedé dormida.

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Más tarde...

El reflejo de la luz del sol pegando contra mis ojos, me comenzó a despertar.

Logré dormir profundamente en esta cama, creo que han sido contadas las veces que he dormido de esa manera.

Sobre todo en los últimos años al ganar más responsabilidades en mi vida diaria.

Después de adaptarme un poco al reflejo, puede abrir mis ojos, pero por unos segundos me quedé algo desorientada por querer saber dónde estaba.

Hasta que lo recordé.

Decidí que era el momento de levantarme para estirar mi cuerpo.

Fui al baño a lavarme la cara y me di cuenta de que no me había cambiado de vuelta, por lo que seguía llevando la pijama de seda.

Me la quité para volver a bañarme y después decidí vestirme para ya estar lista, solo esperando la hora en la que esto aterricé.

Acomodé mis cosas a la vista.

Busqué mi teléfono y me percaté que tenía algunos mensajes de mis amigos.

Decidí que los iba a revisar fuera de la suite.

Al salir, en el camino me encontré con otra azafata distinta a la primera con la que me encontré.

Se me acercó saludándome respetuosamente y me consulto que si deseaba desayunar, a lo que le respondí afirmativamente.

Cuando llegue a la cabina, revestida con maderas nobles, ubique uno de los asientos, los cuales tapizados en un cuero suave y de alta calidad.

Aquí vi la oportunidad de escribirle a mis amigos sin la necesidad de entrar en muchos detalles.

Minutos después me trajeron una "pequeña" pero sustentable variedad de platos, que se veían irresistibles.

Comí lo más que pude, porque la verdad si tenía bastante hambre en estos momentos.

Cuando vinieron a retirar los platos, la azafata me dijo que si quería podía disfrutar de los sistemas de masaje integrados en los asientos y además utilizar las pantallas táctiles que te ofrecían acceso a una vasta biblioteca de entretenimiento: películas, música y los juegos disponibles gracias a la conexión Wi-Fi dentro del jet, mientras estábamos en las últimas horas del viaje.

 Le tomé palabra y eso fue lo que hice durante ese tiempo, hasta que llegó la hora de aterrizar.

Una vez que llegamos ya a tierra firme, fui a buscar mis cosas.

De repente aparecieron varios del personal, uno me quitó las cosas que llevaba y otros dos llevaban dos cajas, aparentemente me habían preparado comida para que no tuviera que preocuparme por cocinar hasta el desayuno del día siguiente.

No lo rechacé.

Una vez que salí todos los demás que estaban ahí se despidieron con sumo respeto.

No tuve que hacer el chequeo, así que me fui directamente a la salida para buscar un taxi y poder llegar a mi apartamento.

Después de unos minutos de viaje, por fin regresé.

Al bajarme, el conductor me ayudó con mis cosas hasta la entrada. Después de ahí, el encargado me hizo el favor de ayudarme con las cajas hasta donde vivo.

Después de pasar un tiempo prudente para poder medio organizarme nuevamente en mi espacio y después de haber almorzado, decidí que salir a pasear unas horas era una idea excelente para distraer un rato de todo lo que pasaba por mi mente.

Buscaba de está manera atraer algo de la normalidad que últimamente no estuvo en mi vida.