NovelToon NovelToon
El Omega Del Gobernante~

El Omega Del Gobernante~

Status: En proceso
Genre:CEO / ABO / Matrimonio arreglado / Fantasía LGBT / Chico Malo
Popularitas:12.7k
Nilai: 5
nombre de autor: Abel Torres

El joven de sangre pura había sido encontrado por el gran gobernante, Theo. Noah Everhart nunca podría escapar de su destino.

Encerrado en la imponente presencia de Theo Langston, su cuerpo tembló involuntariamente cuando el aire se impregnó con el embriagador aroma de sus propias feromonas. El Alfa frente a él sonrió con satisfacción, sus ojos ámbar brillando con un peligroso fulgor depredador.

—No tiene sentido correr, Noah —murmuró Theo, su voz profunda y envolvente—. Ya eres mío.

Los latidos de Noah se aceleraron. No... no hay escapatoria.

.

.

.

.

📌 BL / Omegaverse (Chico x Chico)
📌 Embarazo Masculino
📌 ¿Kitsunes?
📌 Fantasía BL

NovelToon tiene autorización de Abel Torres para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capítulo 18

—¿Por qué está lloviendo de repente? —preguntó uno de los sirvientes mientras cerraba la ventana del salón principal. El cielo, despejado hacía solo unos minutos, se había cubierto con nubes grises que ahora descargaban una suave lluvia sobre la ciudad.

Al girar para retirarse, su vista se detuvo en un libro que yacía sobre la mesa, con la tapa ligeramente húmeda por el agua que se había colado.

—Debe ser del señor Noah... —murmuró mientras lo recogía con cuidado, como si sostuviera un objeto frágil e importante.

Con pasos silenciosos, el sirviente subió hasta la habitación del joven omega y abrió el cajón del escritorio de Noah. Allí colocó el libro con esmero, convencido de que su dueño lo encontraría cuando lo necesitara.

Sin saberlo, ese simple acto provocaría varias discordias en el futuro... Posiblemente.

.

.

.

.

.

La lluvia que Theo había invocado con su poder no duró más de quince minutos. Pero para Noah, ese instante fue eterno.

Después de aquella escena mágica en el parque, ambos regresaron a casa empapados de pies a cabeza. Sin embargo, gracias al control elemental de Theo, su ropa se secó casi al instante con una corriente de calor cálida que brotó de su cuerpo.

Ambos reían mientras entraban al baño. Se ayudaban mutuamente a quitarse los zapatos, se lanzaban miradas cómplices frente al espejo y luego compartieron una ducha rápida, apenas para quitarse el olor de la lluvia.

Al salir, se secaron entre bromas y caricias suaves.

Noah sonrió, y luego rió por lo bajo.

—Somos tan locos —murmuró con una risa.

Theo solo respondió con una mirada cálida.

La cita de aquel día no terminó allí. Después de secarse y cambiarse de ropa, tomaron el coche rumbo al cine. Ya eran cerca de las seis de la tarde, el cielo había recuperado su azul profundo, y la ciudad se iluminaba poco a poco con los faroles que se encendían uno tras otro.

Theo sostenía con firmeza la mano de Noah mientras caminaban hacia la sala de proyección. El cine no estaba muy lleno, lo que les permitía estar más tranquilos.

Eligieron una película de drama romántico llamada "Mi pequeño Destino", que hablaba de una pareja casada luchando por tener un hijo. Cuando finalmente lo conseguían, el pequeño nacía con una enfermedad grave y terminal.

Noah, sensible como era, comenzó a llorar a los pocos minutos. Su llanto era silencioso, pero constante. Theo, desde su asiento, le acariciaba la mano y de vez en cuando le pasaba los dedos por la mejilla para secarle las lágrimas.

Cuando la película terminó, sus ojos seguían húmedos. La historia había calado hondo en él.

Ya de regreso en el auto, Noah seguía con la voz temblorosa.

—Lo siento, Theo... estoy triste. Me imaginé si fuéramos nosotros los que... —No pudo terminar la frase, tragándose el nudo en la garganta.

—Cariño, ya terminó la película... no llores más —murmuró Theo con voz suave, conduciendo con una mano mientras con la otra acariciaba los dedos de su esposo omega.

—Pero por eso mismo, Theo... tú no quieres que yo quede embarazado. Los dos tenemos miedo de que nuestro hijo... —Noah bajó la mirada—. Que nuestro bebé sea mitad demonio.

Un silencio denso se apoderó del coche. Theo no respondió de inmediato. Su rostro se tensó, pero solo desvió un segundo la mirada del camino para ver a Noah.

Con su mano izquierda, que estaba en el volante, soltó brevemente el control y bajó la mano para apretar con fuerza la de su omega.

—Tienes razón —dijo en un susurro.

La verdad era que sus vidas no estaban tan alejadas de aquella historia ficticia. Pensándolo bien, se podría decir que su vida era casi idéntica.

—Pero... después de los cien días, vamos a tener un hijo, ¿verdad, Theo? —preguntó Noah con una mezcla de esperanza.

Theo apretó los labios. No pudo decirle que sí con palabras. Solo asintió lentamente, tragándose una mentira piadosa.

Al llegar a casa, Theo pidió a Noah que se acostara a descansar. Le dijo con voz suave que él revisaría algo en su estudio. A pesar de que era su día libre, necesitaba poner en orden algunos documentos y, en verdad, necesitaba espacio para pensar.

Noah no protestó. Se recostó y se quedó dormido apenas tocó la almohada. La lluvia, el cine y las emociones lo habían agotado.

Theo caminó hacia su estudio con pasos pesados. Apenas abrió la puerta, fue recibido por una figura familiar: Hera, la diosa que siempre lo acechaba desde las sombras.

—¿Y ahora qué planeas? —preguntó con sarcasmo mientras se acercaba lentamente a su silla de trabajo. Aun sabiendo que ella era una amenaza, se mostraba calmado, confiado.

Hera no podía matarlo directamente. No podía hacerle sospechar a los demás. Incluso una diosa debía idear una muerte lógica para un humano.

—Obligarte a beber este veneno —respondió ella con una sonrisa oscura. Ya tenía la sustancia en las manos. Un líquido púrpura que burbujeaba levemente en su frasco de cristal.

Sin previo aviso, con la velocidad de un rayo, Hera apareció frente a él y le apretó el cuello con fuerza, con intención de introducir el veneno en su boca por la fuerza.

Pero Theo no era alguien simple.

Sus ocho colas blancas y esponjosas brotaron de su espalda con una energía feroz, envolviendo el cuerpo divino de Hera y obligándola a soltarlo.

El poder que emanaba de él era abrumador.

—Realmente me gustaría destruirte, Hera... pero ¿cómo hacerlo si tu belleza me debilita? —susurró Theo, mirándola fijamente con una sonrisa que desafiaba toda lógica. Su voz sonaba como un encantamiento.

Se acercó aún más, aspirando con fuerza el aroma a flores celestiales que emanaba de ella. Su mirada era tan intensa que incluso una diosa dudó por un segundo de su propio poder.

—Eres mucho más hermosa que Noah... tanto que me descontrolas —agregó, casi con perversión.

La diosa frunció el ceño, confundida por el atrevimiento de aquel zorro milenario.

—Vete. No voy a hacerte daño —dijo finalmente Theo, soltándola poco a poco con sus colas.

Hera lo miró con arrogancia. "¿De verdad piensa que puede manipularme?" pensó con fastidio. Pero por alguna razón, no pudo atacarlo otra vez.

Cada vez que lo intentaba, Theo jamás contraatacaba. Solo la esquivaba, la cuidaba… incluso la halagaba.

—Solo quiero ser una buena persona, Hera. Por eso no le hago daño a nadie, ni siquiera a ti —dijo él con la misma voz suave de siempre—. Sobre Noah... lo trataré con todo mi amor antes del sacrificio, lo juro.

Aquellas palabras ya se habían repetido demasiadas veces. Pero ahora, después de pasar sesenta días, Hera comenzaba a sentir que tal vez... el cambio en Theo era real.

Solo quedaban cuarenta días más hasta que el destino decidiera el final de ese espíritu de zorro.

Y no solo su tiempo disminuía… también sus colas. Ya solo le quedaban tres. Cada una representaba su poder, y prestigio.

Antes, los días parecían eternos. Ahora, corrían como arena entre los dedos.

Y mientras pasaban, Hera notaba que ya no lo miraba con odio, sino con algo que nunca imaginó sentir por un ser de su calibre: preocupación.

“Por los dioses… él de verdad ha cambiado”, pensó ella, confundida.

Y sin darse cuenta… incluso la diosa había caído bajo los engaños del zorro de nueves colas.

...

1
Nidia Mojica
Esa Hera quiere crear caos en Noah pero Theo le da alas. Gracias por el capitulo. Ahora Theo enamorado de Noah.
Ashley Alcántara
Bueno, parece que Theo se salvó... por ahora 👀
Ashley Alcántara
Pero que mentiroso 👁️👁️
Ashley Alcántara
Oh, oh, percibos problemas 🧍
Mateo
Bonita historia, estoy en la espera de más
Ashley
Gracias por las actualizaciones autor, estoy en la espera más ❤️ es muy bonita tu novela
Marídale
Me encanta, es muy entretenida e Interesante
Tu bebé 7w7
Excelente
Tu fan :)
1000/1000
Victoria black
Fenomenal, es muy original y buena
Victoria
Excelente
Nidia Mojica
Ay Theo haciendo las cosas mal, y Hera marco terreno. Empiezan los problemas.
Ashley Alcántara
Claro que sí, ahora mismo voy para allá 🫶🏻
Ashley Alcántara
Hasta aquí llegamos 🤦 Veamos cómo se la va a ingeniar Theo ahora 👺 (Aquí queremos drama 🤣)
Ashley Alcántara
Demasiadas emociones en unos segundos 🧍
Ashley Alcántara
....AHHHHH 🤡🤡🤡
Nidia Mojica
Cuando menos Theo ya cambio de parecer. Gracias por el capitulo.
Ashley Alcántara
Más capítulos, plis 😻, me encanta, ojalá esa Diosa deje de joder 🙄, por lo que veo Theo ya aceptó sus sentimientos, ojalá no ocurra nada más, y que sea sincero con Noah, ahorita la Diosa esa aparece frente a Noah y le cuenta todo para que se aleje de Theo, aunque la estúpida casi lo mata con la gema de Theo dentro de él todavía 👁️👁️
Milagros Juárez
Yo ya quiero que Noah sepa la verdad así se arme el verdadero drama. Y ver a Theo sufrir.
Nidia Mojica
Gracias por el capitulo.
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play