Después de llevar una vida de mafiosa, Camila Núñez muere en su mundo y despierta en otro diferente, siendo una mujer que está destinada a morir joven.
Cómo ya sabe el destino que le espera, ella no se quedará a esperar que la muerte le llegue por segunda vez.
Si en su primera vida no se dejó intimidar por alguien, en ese mundo menos, que cuenta con el poder y la magia.
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Cómo un fantasma
Yami todo el tiempo estuvo escuchando toda la explicación de la emperatriz, y aunque le parece algo descabellado su actitud, no deja de ser divertido.
—No conoces ese sujeto, y ya le quieres romper la cara, sí que eres mala mujer— dice él mientras se ríe y Yadira también lo hace.
—No perderé en lo absoluto, ten un poco de fe en mí, no soy tan mala, pero no dejo que nadie se lleve lo que me gusta así de simple, soy muy competitiva— expresa ella de manera descuidada.
—Ya veo, pero ¿qué tal si pierdes, no conoces a ese hombre?, y tengo la sensación de que es fuerte—
Tras lo dicho por Yami, Yadira se queda pensando un momento.
Pero su terquedad era más grande que su razonamiento.
—Ya verás, yo seré quien gane, y si pierdo, que se que no será el caso, al menos que sea con alguien más fuerte que yo, de ser así, no estaría tan mal la derrota— dice ella y ambos se ponen de acuerdo en lo mismo.
Sin más que decir, Yadira nuevamente se prepara para partir al palacio.
Tiene deseos de ver la cara que pondrán esos idiotas al verla viva.
Cuando el carruaje se puso en marcha, la joven emperatriz decide dormir un poco, y así estar más fresca que una lechuga.
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Dos horas más tarde, Yami le avisa a su ama que había llegado, y ella abre los ojos solo para ver el carruaje en la puerta del palacio. Allí estaban esperando impacientemente el dúo de idiotas.
Determinada, ella sale del carruaje y sonríe con una sonrisa amplia, los dos de la puerta se asombran por ver llegar a la joven emperatriz sin un rasguño, ambos palidecen.
Ellos miran en dirección al capitán su aliado, y esté solo levanta los hombros en señal de derrota.
Claro, ese capitán era Yami y estaba disfrazado de aquel traidor.
Yadira terminó de llegar hasta donde estaban los dos idiotas, y los saludó.
—¿Qué cara es esa que tienen? Pareciera que acaban de ver un fantasma del más allá — dice la joven emperatriz y los dos estaban blanco al extremo.
Aurelio fue el primero en hablar.
—Emperatriz que gusto verla, ¿Todo bien en su viaje?— pregunta Aurelio con una cara hipócrita y poco nervioso, Yadira decide negar lo ocurrido.
—Para nada, todo estuvo bien gracias al capitán, gracias por preguntar — agradece Yadira y Aurelio y Martina se miran entre sí, tal parece que esos delincuentes los estafaron.
Sin deseos de hablar más, Yadira terminó de entrar al palacio y Yami se quedó fuera.
Aurelio fue al encuentro del capitán y lo encaró.
—¿Qué significa esto capitán, no se supone que esa mujer iba a regresar al palacio en ataúd?— pregunta Aurelio, y el "capitán" decide decir lo “que pasó”.
—Los delincuentes que mandaron parece ser que se fugaron con el dinero, y sin ellos no puedo enfrentar a la emperatriz, ella es muy fuerte, no ignoremos que es la heredera al trono de Lumia, su magia de fuego no es un chiste — asegura dicho hombre.
Aurelio lo entiende, tal parece que tendrá que ejecutar otro plan, el anterior no funcionó en lo absoluto.
Tras pensarlo mejor, Yami o mejor dicho el capitán, decide proponer algo que usará en contra de ellos mismos.
—He escuchado que si usamos una poción que acelera el tiempo de la persona, aquella se vuelve vieja por dentro y muere de muerte natural en unos mese, y lo mejor, no deja rastro— aconseja el capitán y los dos tontos creyendo que algo como eso es la solución, aceptan todo.
—Si eso hace que esa mujer se muera pronto, con gusto acepto usar la poción en su contra— dice Aurelio y Martina agrega.
—Capitán, si eso ayuda a que esa mujer se vaya al otro mundo, yo también acepto— asegura Martina.
—Dejen todo en mis manos, yo me encargo de hacer el trabajo sucio — confirma el capitán y los dos muy felices aceptan todo.
Acto seguido, se ponen de acuerdo en verse en el palacio de vistas en la noche, y allí Aurelio le dará al "capitán" el presupuesto para comprar la poción.
Yadira se fue a su oficina a adelantar algunos pendientes, no hacía una hora que estaba trabajando, cuando llegó Yami con una mala cara.
—Esos tontos de verdad te quieren muerta— dice él nada más entrar a la habitación a escondidas, se había desaparecido hasta la oficina de su ama.
—¿Qué nuevas me tienes?— pregunta ella y Yami se sienta delante de ella.
—Le aconsejé a tus enemigos usar en ti poción para hacerte envejecer por dentro— confiesa Yami y Yadira sonríe.
—Cuando quieres eres muy inteligente. No estaría nada mal darle la poción a Aurelio, veamos que pasa con su amante cuando él muera— le dice Yadira muy calmada y Yami sonríe.
—No lo había pensado, lo que me dices es buena idea, estaba pensando estafarlos, pero es bueno hacer lo que acabas de decir— se ríe Yami.
—Claro, tú encárgate de hacerle creer a esos idiotas que yo soy la que se va a morir, y que el otro loco sea quien se tome la poción— ordena ella y Yami desaparece delante de su ama.
Yadira estaba de muy buen humor. Yami es muy eficiente en su trabajo.