DULCE VENGANZA

MARTINA

Me duele la panza de tanto reírme, hasta había olvidado lo que era divertirse y sobre todo lo que era reír a carcajadas, Dante no para de hacerme reír

- Ja ja ja para por favor - le pido a Dante quién no para de hacerme cosquillas

Después de almorzar volvimos nuevamente a la piscina en dónde hicimos competencia de nado y más tarde bebimos un cóctel, salimos del agua cuando nuestra piel estuvo tan arrugada como pasas de uva, aun así no regresamos a la mansión, sino que nos quedamos en el jardín conversando de cosas sin importancia y riéndonos como adolescentes en su primera cita, así me estaba comenzando a sentir con Dante, como una adolescente que está comenzando a conocer lo que es el amor

- Dante suficiente!! - dije mordiendole el hombro, él soltó un pequeño quejido y luego comenzó a reírse a carcajadas me detuve un momento a observarlo, era tan bello, que me estaba pasando? ¿Por qué tenía estos sentimientos tan raros? Nunca me había pasado algo igual

- Dame un segundo, preciosa - me dijo cuando Damián se acercó y le pidió hablar a solas

- De acuerdo - dije sonriente y tomando un trago de mi margarita

Ellos estaban hablando algo apartados,, pero no lo suficiente como para que yo pudiera escuchar que el maldito viejo infeliz de Julio Salvatore había vuelto, estaba nuevamente en la mansión, pude ver cómo la cara de Dante cambiaba completamente, la estábamos pasando tan bien y ese ser tan maligno llegaba para arruinarlo todo, la verdad me hubiera encantado que su avión se estrellara y se hiciera pedazos, pero parece que tiene más suerte que Aladino

- Cariño que te parece si salimos un rato? - me preguntó Dante regresando a mi lado

- Claro adónde iremos? - pregunté entusiasmada

- Lejos de mi padre - menciono apretando los dientes -Qué te parece si vamos a caminar por la playa y más tarde vamos a cenar? - me consulto Dante

- Claro que me encanta!! Iré a bañarme y cambiarme

- No tardes yo haré lo mismo - dijo y cada uno se fue a su habitación

Subí las escaleras con una gran sonrisa en mi rostro me sentía estúpida por sonreír de esa manera pero no podía evitarlo

Al entrar a mi habitación sentí una sensación rara como si alguien me estuviera observando, revise minuciosamente toda la habitación y bingo encontré sobre la cómoda una pequeña cámara con micrófono, seguramente esto era obra del viejo rancio del padre de Dante

Baje las escaleras apresuradamente y fui directo a la cocina encontrandome con la ama de llaves la cual siempre me trata con un cariño especial es una mujer muy buena

- Buenas tardes señorita necesita algo? - pregunto con amabilidad

- Sabes si alguien entro a mi habitación hoy?

- Bueno, Dora fue a hacer la limpieza ocurre algo? - pregunto ella preocupada, tenía que estar la zorra esa detrás de esto

¿- Sabes dónde está?

- Limpiando la biblioteca, sucede algo?

- No tranquila yo me encargo

Juro que está vez le iba a arrancar hasta el último pelo de la cabeza, desde que llegué bb a esta mansión me ha hecho la vida a cuadritos y ni se porque le perdone tanto Pero hoy me las cobro todas juntas

Entre a la biblioteca y me quedé en shock con lo que ví, la muy descarada estaba tocándose mientras miraba una foto de Dante que asco!!

- La verdad estás más loca de lo que pensaba - dije soltando una pequeña risita, ella pegó un salto del susto provocando que el portaretrato con la foto de Dante callera al piso rompiéndose el vidrio en mil pedazos

- Pero por qué no golpeas imbécil? No tienes derecho de entrar de esa manera - protesto ella

- Perdón? Desde cuándo debo de pedirle permiso a la sirvienta para entrar cuando yo soy la señora de la mansión - lo dije solo para ver la cara que puso estaba que le salía espuma por la boca, parecía una perra rabiosa

- Cállate!! Tú no eres nadie!! Yo seré la esposa de Dante yo llegué primero

- Tú llegaste primero y mira no eres más que una sirvienta vulgar, en cambio, a mí me considera su mujer y me trata como una reina, a ti solo te usaba como muñeca inflable - mencionó con una sonrisa de superioridad

- ¡Cállate!! Cállate!! Cállate - grita la loca avanzando a toda prisa hacia mí

-Por qué has puesto una camara en mi habitación? Te mando el padre de Dante no? - mencione y veo la cara de sorpresa que pone, pobre infeliz de verdad pensó que no me daría cuenta, fui entrenada para que nada se me pase por alto

- No se de que hablas...

- Claro que lo sabes... No te hagas la santa que no eres más que una mugrosa infeliz - ella levantó la mano para golpearme, pero fui más rápida y tome su brazo llevándolo hacia atrás de su espalda

- Ahh me duele Suéltame maldita voy a matarte

-Qué está pasando aquí? - Dante entro a la biblioteca y nos miró con seriedad a las dos

- Mi amor menos mal que llegas, esa mujer comenzó a agredirme sin razón alguna yo creo que está borracha - dijo la infeliz de Dora lanzándose a los brazos de Dante, quería tomarla del cabello y tirarla contra la pared quien se creía que era para tocarlo?

- Suficiente!! - Dante la aparto de un solo movimiento y la cara de Dora se llenó de lágrimas

- Mi amor porque me corres acaso no me quieres mas? - pregunto haciendo puchero, no soportaba a esa mujer quería callarla de un buen golpe

- Basta Dora sabes que te tengo un gran cariño pero si te metes con mi mujer tendré que correrte de la mansión

- Serías capaz de correrme por ella?

- Por supuesto Isabella será mi esposa muy pronto - dijo Dante con seguridad Dora me miró como si quisiera matarme

- Bueno ya me aburrí de esto, lo que sucede es que encontré esta cámara en mi habitación y la única que entró fue ella, por lo que es obvio que la puso ella - dije quitándole importancia a todo lo que acababa de ocurrir

- No, no es verdad

-Quién demonios te mando? Dora no me lo hagas repetir!! HABLA!! - Dante grito tan fuerte que casi tumba los libros del mueble

- Tu padre, el me obligó - dijo sollozando

-Qué más te pidió mi padre?

- Que lo mantuviera al tanto de todo lo que hace esa mujer y él a cambio me ayudaría a casarme contigo... Lo siento Dante todo lo hice por amor yo te amo

- Sabes que debería de matarte por haber traicionado mi confianza, después de todo lo que hice por tí me pagas de esta manera Dora que decepción

- Lo siento Dante, lo siento no volverá a ocurrir - prometió la tal Dora

- Claro que no volverá a ocurrir porque estás despedida

- Que? No no puedes correrme por favor - dijo poniéndose de rodillas y rogándole a Dante porque que no la corra de verdad una mujer era capaz de humillarse de esa manera por un hombre? Que idiota

- Levántate y agradece que no te mato, te irás del país y tendrás prohibido de por vida regresar si lo haces no tendré piedad contigo... - dijo Dante y la mujer no paraba de llorar

Dante llamo a uno de sus hombres de confianza y le ordenó que se encargará de llevar personalmente a Dora a la otra punta del mundo y dio órdenes que si volvía la matarán, después de llorar y suplicar por varios minutos termino dándose por vencida y se retiró con el guardia

- Esto no se lo dejaré pasar a mi padre - dijo Dante arrojando la cámara contra el piso

- Lo vi salir en el auto hace un rato - dije mientras le acomodaba el cuello de la camisa

- A la vuelta hablare con el

Después de eso Dante y yo fuimos a pasear, caminamos por la playa y hasta comimos en un puesto allí mismo, más tarde fuimos a tomar helado, todo el que nos viera y no supiera quién era Dante creería que éramos una pareja de enamorados, caminamos tomados de la mano por las calles de Positano como cualquier pareja normal

Hoy había Sido un día muy lindo, me di cuenta que al lado de Dante me sentía feliz, el me hacía bien, era tan bueno conmigo que no merecía que le hiciera daño, es por eso que había tomado la decisión que el día de mañana contarle toda la verdad, le diría todo y así el podía escapar lejos dónde nadie lo encuentre y lo encarcele, pero está noche me iba a permitir ser feliz a su lado...

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