Beatriz Salinas, conocida como Bea, asume con entusiasmo la vida; sin embargo, pronto su vida cambiará de un momento a otro y una vorágine de emociones, sentimientos y acontecimientos la podrían llevar a conocer al verdadero amor.
Bea desconoce que tras ella existe una persona obsesionada con acabar con su existencia; y que la vida perfecta que creía tener se puede desmoronar en cualquier momento.
¿Podrá Bea liberarse de quien quiere lastimarla?
¿Podrá Bea reconocer el amor de su vida en medio del caos que se avecina?
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17. Siento mucho lo que pasó
Roberto Calle está sentado en la celda, ha tenido que pasar toda la noche encerrado, sus padres estaban afuera del juzgado, el abogado que habían contratado le estaba hablando sobre la estrategia legal, puesto que no tenía antecedentes.
El fiscal que iba a ver el caso, estaba planificado pedir comparecencia con restricciones, cuando de repente llega su asistente, alguien ha pedido verlo.
- "Buenos días, magistrado, sé que aún es temprano, pero necesito hablar con usted solo un momento", dijo Kevin ingresando a la oficina.
- "Buenos días, tome asiento, me sorprendió su visita", comentó el fiscal.
- "Soy Kevin Taylor y estoy en su oficina como el abogado de la señorita Beatriz Salinas, quien el criminal de Roberto Correa atacó anoche, si no fuera por la presencia de algunos transeúntes que frenaron su actuar, mi clienta hubiese sido salvajemente violada por el acusado, (entregando un expediente) me he pasado la noche y la madrugada averiguando los antecedentes del sujeto, revíselos con atención, descubrirá que mi representada no es la primera víctima del sujeto; usaré todo mi dinero y todo el poder de mi familia para asegurarme que ese hombre no salga de la cárcel", expresó Kevin con expresión adusta.
- "Se conoce en el medio, que no suele llevarse bien con su familia y piensa usarla para ayudar a su representada, debo suponer que es importante para usted", manifestó el fiscal.
- "Debe suponer que se trata de mi mismo; y me lleve bien o mal con mi familia, no importa, al final del día estarán de mi lado", dijo Kevin, poniéndose de pie, para luego despedirse.
El fiscal revisó el expediente y sin saber que estaba en medio de un caso gigante, dónde Beatriz Salinas solo era la punta del iceberg.
*
Beatriz despierta, ve a su hermano dormir en el mueble, se le nota agotado, se siente mal, se suponía que iniciaban sus vacaciones y habían terminado arruinadas por su ataque.
La puerta se abre, William se pone de pie al escuchar el sonido; son sus padres que han llegado desde su pueblo.
La madre de Bea se acercó despacio a su hija, el hermoso rostro de su hija estaba hinchado y amoratado.
- "No se supone que debías cuidarla, qué pasa si su rostro no vuelve a ser el mismo; ella es abogada ahora y se codea en un gran círculo, ¿qué dice Bruno de esto?, espero que no se desanime, estábamos tan cerca de emparentar con una importante familia?, para por fin salir ser alguien importante", comentó doña Antonia.
- "No es culpa de William", dijo Bea.
- "Ya que llegaron, voy a la estación de policías, quiero saber cómo va el caso del atacante de Bea", expresó William, le dio un beso en la frente a su hermana y se despidió de su padre.
- "Princesa, tranquila esa hinchazón bajará, y mi linda niña, lucirá tan hermosa como siempre", expresó con cariño don Gustavo, padre de Bea.
- "¿Y Bruno?, si no está, supongo que no le has avisado, es mejor, que te vea cuando baje un poco más la inflamación y no se vaya a desanimar, viendo una novia fea", manifestó doña Antonia.
Bea iba a decir que su relación con Bruno había terminado cuando sonó la puerta; la señora Antonia fue a abrir, y se trataba de Bruno Alcanzar.
- "Buenos días, señora Antonia, me enteré hace poquito que atacaron a Bea y vine de inmediato", dijo Bruno.
- "Pasa Bruno, mi hija ahora no está bien, pero pronto va a recuperar su hermoso rostro", expresó doña Antonio.
Bruno se acercó a Bea, mostrando una hipócrita preocupación, él la había puesto en una situación riesgosa, igual trataría de sacar provecho de la situación, estaba decidido a tomar lo que quería de ella al precio que sea.
- "Siento mucho lo que pasó", dijo Bruno, tratando de tomar la mano de Bea.
- "Vete Bruno", expresó Bea, alejando su mano.
- "Sigues molesta conmigo, en verdad lo lamento, estábamos peleados y las cosas se salieron de control, pero yo solo te amo a ti, Bea, lo único que quiero es casarme contigo algún día", manifestó Bruno, con la expresión dulce y amable, que convencería a quien no lo conociese.
- "¿Casarse?, eso me parece excelente, a veces en las parejas hay peleas, pero cuando se habla de matrimonio, eso es algo serio", dijo doña Antonia, los Alcázar eran una familia importante en esa ciudad y anhelaba colarse con miembros influyentes de la sociedad.
- "Madre, Bruno ya no es mi novio, y jamás me voy a casar con él; vete con la mujer con quien estabas intimando en el club, a mí no me vuelvas a poner una mano encima", expresó Bea con seriedad.
Bruno sabía que la madre de Bea tenía una fuerte influencia sobre ella, y que su ex novia terminaba cediendo a las presiones de su madre, jamás creyó que delante de ella actuaría de esa manera.
- "Bea está alterada por lo sucedido, deberían hablar cuando ella esté más calmada", dijo doña Antonia.
Bea quedó mirando a su madre, acaso no podía entender lo que había dicho sin adorno alguno.
- "Sí, lo siento. Hablamos luego, Bea te lo repito una vez más te amo, y sabes que siempre te he respetado", expresó Bruno, para luego salir de la habitación.
- "Bea, te está hablando de matrimonio, pertenece a una importante familia, debes ser más cautelosa al actuar", dijo doña Antonia.
- "Era mi novio y estaba sosteniendo relaciones sexuales con otra mujer, en medio de un pasaje en un club, ese hombre me da asco y no voy a regresar con él, olvídate de Bruno Alcázar y tú sueño de emparentar con esa familia.
- "Cariño, pide que traigan agua a Bea, por favor", pidió doña Antonia a su esposo.
- "Claro, ahorita vengo", expresó don Gustavo, saliendo de la habitación
- "¿Haz hecho el amor con él?", preguntó doña Antonia, mirando fijamente a Bea.
- "No", respondió Bea sorprendida por la pregunta tan directa de su madre.
- "Llevan un año y no tienen relaciones, los hombres muchas veces no pueden esperar tanto tiempo sin estar íntimamente con una mujer. Bea, con quien lo hayas encontrado es solo una aventura con quien calmar las ganas; no puedes permitir que cualquier zorra te arrebate la oportunidad de tu vida. Bruno habló de matrimonio, y pidió perdón, usa esa culpa para tu beneficio, pero no seas tonta; tu vida con él, será cómoda y sin problemas, tus hijos no tendrán que andar buscando becas para salir adelante y no viviremos en un mísero pueblo, en que te quedas muerta en vida, así que regresa con Bruno en cuanto antes", dijo doña Antonia.
Bea no podía creer que su madre le hablara de esa manera, respiró profundo, pero no iba a cambiar de opinión. La señora Antonia siempre quiso ser alguien importante; sin embargo, sus planes se arruinaron cuando su encumbrado novio se enteró que bailaba en un nigh club, el escándalo se desató y ella huyó.
Luego conoció al hijo de un ganadero, Gustavo Salinas, con quien se terminó casando, y aunque por algunos años vivieron tranquilamente, una epidemia terminó matando al ganado y quedando en una situación difícil, pensó salir de su aburrida y pobre vida, como ella dice, logrando que sus hijos se casaran con personas importantes, con William perdió la batalla, su fuerte convicción lo llevó a convertirse en detective; y esperaba que con Beatriz, pudiera lograrlo, cuando hace seis meses conoció a Bruno Alcazar vio una gran oportunidad y no la quería perder.