Eiden Black es un hombre inteligente, perteneciente a una de las familia más poderosas de la mafia, pero lo que nadie sabe es que está obsesionado con la mujer de sus sueños que por cuatro años a despertando en él un deseo insaciable por ella, por hacer la suya, por encontrarla y jamás dejarla ir, pero lo que él no sabe es que esa mujer sí existe y es su primer amor.
¿Pero qué pasará cuando ellos se encuentre y la tenga ante él?...
¿Podrá recuperar sus recuerdos por ella?.
¿Podrá controlar ese Deseo insaciable por ella. ?
¿Qué pasará cuando descubre la verdad donde ella estuvo estos 4 años?...
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CAP 18 Me seduces
Mila antes de llegar donde su hermana, conduce en su vieja bicicleta hacia la tienda china, cambia su uniforme por su ropa habitual que no deja ver su curvado cuerpo, para comprar unos postres y algunos medicamentos para la enfermedad de su hermana. Ella pedalea, hasta llegar a dónde su hermana, en una casa modesta, toca la puerta saluda a Yaya, quien cuida a su hermana, la señora al ver a Mila la abraza y la invita entrar en ese instante Emily sale emocionada al ver a su hermana. Mila la abraza por un tiempo mientras acaricia su cabello y le da un beso en su frente, para entregar los postres y la niña muestras los dibujos que había hecho al igual que una pulsera que le había hecho a Mila, la abraza agradeciendo, para ponérsela después de jugar un rato con ella. Emily se había quedado dormida, así Mila aprovecha para hablar con Yaya.
Mila: saca de su bolsillo, junto con la cajita de medicamentos, un poco de dineros que pertenecía al trabajo que había realizado en el día anterior.
—Sé, que no es mucho, pero es todo lo que tengo— Amablemente.
Yaya: (Una señora de avanzada edad, ya las canas bañaban su cabello, ella vende dulces en su casa).
— Hija, noté preocupes... ¡Si! solo preocúpate por los medicamentos, guarda es dinero para ti, mira como tienes tus manos, sé que has trabajado duro, Eres una gran chica. Únicamente prométeme que no volverá a robar. No quiero que te pase al igual que mi hijo... Tú eres una chica inteligente, solo trabaja para ti, con mis dulces tengo, para darle de comer a Emily— Mila la abraza, la señora acaricia el cabello de Mila, sonríe con calidez.
Yaya: Te traeré un jugo— Mila mueve la cabeza, pero pone una parte del dinero de bajo de la caja de los medicamentos, después de estar con Yaya, Mila se despide de ella y da el último vistazo a su hermana que se encontraba dormida, para volver a los barrios marginados... Después de conducir en su bicicleta al llegar a la entrada del Barrio se encontró a sus amigos todos la saludan, Carla la mira un poco con desagrado, pero Andrés se emociona al verla
Andrés: Hola amiga. ¿Qué vas a hacer ahora?.—
Mila: Hola chicos—Estando montada en la bicicleta los saluda chocando su puño.
—Yo voy a descansar vengo de ver a mi hermana y ayer trabajé mucho. Así que solo quiero descansar y dormír— Andrés mira sus manos llenas de curitas.
Andrés: Si fueras mi chica no dejaría que tus manos estuvieras así.— tratando de tomarla, Pero Mila las pone en la manija de la bicicleta.
Carla: ¡Claro!, sí ella se las quiere dar de importante Si. Yo fuera tú aceptaba Andrés que hace rato bota la baba por ti, pero tú ni le pelas, queriendo dárselas de inalcanzable.— Con un tanto de arrogancia
Mila: (Suspira). Andrés sabes que te quiero, pero como amigo, eso solo lo puedo brindarte ...— ( si tienes un poco mal por Andrés).
—Carla, Carla por más que puedas, jamás será como yo, más bien eres una serpiente que muda de piel de lo cobarde y solo escupe estupideces. — Carla al escuchar eso, intenta abalanzarse sobre Mila, pero Andrés la detiene y la empuja. Mila sonríe lanzando un beso, toma su bicicleta, pues no estaba dispuesta a perder el tiempo con alguien como ella, tomando su camino nuevamente. Mientras Carla queda llena de rabia. Mila después de unos minutos había llegado a su destino, pero por alguna razón al estar al frente de su casa su corazón latía rápido, ella abre las rejas sube la bicicleta a la terraza, la fija con una cadena y pone un candado, trata de tranquilizarse para entrar, al hacerlo solo asoma su cabeza al no ver a nadie entra por completo, empieza a quitarse su morral, al ponerlo en la mesa se escucha una voz proveniente hacia la dirección de la cama Eiden se encontraba ahí leyendo un libro.
Eiden: Llegas tarde...— El se levanta y tira el libro en la cama y Ella termina de poner su morral en la mesa observando una bolsa en la pequeña cocina.
Mila: ¿por qué me extrañaste?, ¿Y eso que es señalando la bolsa?...—el sonríe
Eiden: Es comida... ¿cómo te fue en la escuela?.—
Ambos está nerviosos
Mila: Bien... Voy a asearme y haré algo de comer — Mila saca su celular y lo pone en la mesa para ir a caminar hacia el pequeño armario, él solo lo observa que ella toma la toalla y el único vestido que tiene, se recogen su cabello mientras entra al baño, ella en el baño siente que puede volver a respirar pues no entiende por qué le pasa eso con solo verlo.
Eiden: Sentía que perdía energía por contenerse de ir hacia ella besarla con tanto deseo, únicamente en lo que el podía, pensar eran en ella y sus labios, su olor, Eiden quería distraer su mente, así camina a la bolsa que está en el pequeño mesón de la cocina, empieza sacar lo que uno de sus hombres le había traído. Hasta que el escucha la puerta del baño y unos pasos hacia él y al voltearse y observarla, con su cabello recogido un poco desordenado, pero dejando caer algunos mechones de su cabello, un poco ondulados, y lo dejo sin palabras al verla en ese vestido de color amarillo que lo deja ver su hermoso cuerpo, cosa que su habitual ropa no deja apreciar. Ella se acerca a el inundando sus fosas nasales con ese olor a coco. Ella revisa las bolsas , sacando los productos que faltan por sacar.
Eiden: ¿Me estás seduciendo con ese Vestido?. Alzando una de sus cejas. Mila lo mira y sonríe.
Mila:¿ Por qué señor Alexis, acaso es tan fácil de seducir?. —Pícaramente sacando la bandeja de la pulpa de cerdo, para lavarla.
Eiden: No, Pero tú me seduces con solo verte.— Ella vuelve a mirarlo, alza una de sus cejas.
Mila: Tiene buena labia, crees que eso bastará, para dejarme seducir por ti.— Eiden se acerca más, ambos sintiendo la tensión del momento.
Eiden: Te puedo demostrar que no solo soy bueno, hablando... También te puedo enseñar muchas cosas más — Eiden observando a Mila que sus mejillas se ponen rojas, para este punto están tan cercas que podía sentir su respiración. Mientras Eiden mira esos labios rosados y tentadores para él. Pero el celular de Mila empieza a sonar. Eso los saca de la tensión del momento, pues Mila agradeció a Dios mentalmente por sacarla de ese momento, no sabe que le pasa con Eiden, ella solo corre hacía él, toma la llamada sin ver .
Mila: Si-
— Te nesecito, así que ven a trabajar los clientes esperan escucharte cantar —(la voz en el otro lado de la línea) Mila no se acordaba que tenía que cantar.
Mila: Lo siento ya iré a trabajar.— pero Eiden al escuchar eso, toma el teléfono de Mila.
Eiden: Lo siento ella no irá busqué a otra— mientras Mila trata de quitarle el teléfono, Eiden cuelga, pero ella trata de alcanzarlo.
Mila: ¡Ni te atrevas ... Alexis!.Ella da un pequeño salto para alcanzarlo, pero lo que hace es caer ambos sobre la pequeña mesa, mientras Eiden sonreía al tenerla tan cerca.
Eiden: Te dije que tu tiempo es mío.— Mila, le quita el teléfono, y lo empuja mientras vuelve a la cocina un poco molesta por lo que acaba de hacer.
Eiden sé queda viéndola embelesado terminar de cortar el cerdo sin voltearlo a ver no se podía negar que la habilidad que ella tenía para manejar el cuchillo y moverse en esa pequeña cocina era fascinante, ver su hermoso cuerpo y más los olores deliciosos qué emanaba de la comida que ella preparaba. Hasta terminar y observarla el plato de arroz que ella, pone en la mesa.
Mila: Mí tiempo es caro, pagarás el doble , por lo acabas de hacer y lavar los platos.—Eiden sonríe
Eiden: lo haré— observando la comida humeante.
Mila, sé asienta junto a él con su plato
Mila: Es arroz de cerdo frito, con tajada de plátano.— Él solo observa sintiendo el olor del cerdo frito, con solo un bocado, había quedado maravillado, con lo delicioso que estaba, sin duda este sería su plato favorito de ahora en adelante. Él había estado restaurantes finos y costosos, pero el sabor no era comparado con ninguno de eso platos, Mila lo observa comer y sonrie.
Mila: ¿Está delicioso?. Intrigada, ambos comiendo
Eiden: Esto está delicioso.—Ella sonríe.
Mila: ¿Quieres más?.— Él mueve su cabeza, ella se levanta llena su plato. Al instante que ellas lo deja solo. Para ir hacia el armario tomar una vieja guitarra, el solo la observa, mientras come, ella la toma.
Mila: No te olvides de lavar los platos.— Para verla caminar hacia el pequeño patio trasero. El solo terminar de comer sin más opciones que lavar los platos y organiza todo, pero lo intriga por la melodía de una guitarra que se escucha desde el patio, hasta la pequeña cocina, lo lleva a secar sus manos y caminar hacia esa dirección... Observando a Mila tocar la guitarra, ya era de noche y luz la hacía reflejarla con ese vestido amarillo, para Eiden ella era como una hada, que lo hechizaba al ver esos ojos verdes qué lo miraban, y esa sonrisa que se dibuja en su rostro, mientras sus dedos se movían y generaba los sonidos acústicos y melodiosos de una guitarra. Él solo sé sentó al frente de ella, sin dejar de observarla...🎶 Hasta escuchar su hermosa voz que parecía una sirena que lo encantaba con su cantó, mientras su corazón latia como loco por ella...
felicitaciones