Math Ruttherfrod es un hombre de gran poder y envergadura en el mundo de los negocios, conocido por su frialdad, carácter fuerte y un temple irrefutable, a sus treinta y cuatro años de edad, se ve obligado a aceptar un matrimonio por contrato, solo para ayudar a su hermano menor a salir de la mafia. Ahora debe lidiar con un matrimonio el cual no deseaba con nada menos que la nieta de la mafia, quien además es conocida como, una mujer perdida y descarada entre la sociedad. Por otro lado, Samanta es una mujer que desde niña fue criada para llevar una responsabilidad a la que no estaba preparada para enfrentar, aparte ahora debe lidiar con un matrimonio sin amor y un esposo que no le importa en lo mas mínimo demostrarle abiertamente su odio hacia ella. ¿Qué podría resultar de una unión en la que ambos estuvieron obligados?
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Capitulo 16. Un lugar de perdición
Como alma que llevaba el diablo Math condujo lo mas rápido posible, sin siquiera esperar a terminar con su trabajo, dejando a Natalia tirada en aquel asiento de su oficina, preguntándose ¿Qué había sucedido para que saliera de esa forma?, con el único objetivo en mente más que el de ir a controlar a la mujer o mejor dicho el karma, que Frederick le había impuesto. Desde su teléfono realizo una llamada mientras manejaba hacia el centro.
- Frederick – le dice en cuanto atienden la llamada – Necesito que me envíes la dirección del Club de la mujer esa – le dice alterado.
- ¿Qué mujer? - en el fondo se escuchaba a un hombre suplicando por su vida, al parecer Frederick estaba ocupado con sus asuntos también.
- Cual otra – le dice – hablo de la loca con la que me obligaste a casarme - le dice, mientras del lado de Frederick se escucha un disparo.
- Pues, en este momento estoy un tanto ocupado – le dice – te daré el número de mi asistente, ella te dará la dirección, ¿para que la necesitas? – le pregunta
- Gracias, sigue en lo que estabas – cuelga, luego de unos segundos recibe un mensaje con el número de la asistente de Frederick. Apenas paro en el primer semáforo, aprovecho para marcar el número y llamar a la mujer, quien de forma muy amable acepto en enviarle la dirección del club, de forma diligente le envió el nombre y la ubicación exacta – Ya verás Samanta Ivanova – acelera apresurado por llegar.
El lugar era un total centro de perdición, lleno de personas con dinero y poder, ambiciosas por hacer uso de él comprando los placeres que en ese lugar se vendían, casi a oscuras, iluminados por escasas luces tenues titilantes al compás de la atormentante música. Justo el tipo de lugar que sin lugar a dudas a esa mujer le encantaba frecuentar.
En la puerta se encontraban dos grandes guardias, quienes al verlo lo reconocieron al instante, ya que se trataba del mismo personal de seguridad de Frederick, por lo tanto, tenían la orden de no plantarse como obstáculo para los Ruttherford, así que la entrada al lugar no significo problema alguno.
Una vez adentro, solo debía ubicar a la mujer, comenzó a caminar entre la multitud de personas, aprovechando cada momento de iluminación para poder visualizar mejor el área, mientras pasaba por entre las mesas y los borrachos que llenaban todo el espacio, hasta que, por fin logro visualizarla, como siempre tratando de mostrar la mayor cantidad de piel, con un vestido que dejaba muy poco a la imaginación, que para rematar brillaba más que esfera de disco. Cerca de la barra charlando con otra mujer, aunque luego se le agrega un hombre quien sin esperar medio segundo se atrevió a tomar a la mujer de forma atrevida y provocadora, algo que a Math le altero más la furia que sentía, camino tropezando con la multitud y el personal quienes parecían empeñados en ponerse en medio, luego pudo ver como la mujer quitaba la mano del hombre y comenzaron las otras mujeres a reír, ¿Qué estará sucediendo?, se acercó lo más rápido posible hasta acercarse lo suficiente como para poder escuchar, “pero es tan meticuloso e insípido que lo convierte en algo aburrid. No se cómo es Frederick en la cama, pero les puedo asegurar que Math Ruttherford solo causa sueño por lo poco divertido, tedioso e insulso que puede llegar a ser”, ¡¿Qué demonios?!, ¿Qué clase de tema de conversación era esa?, que además era una incoherente mentira ya que no le había tocado ni pelo a esa mujer.
- Vaya, no sabía que podías llegar a detallar mi rendimiento de esa forma Samanta - La mujer dio un brinco al escucharlo, volteándose enseguida, provocando que cayera sobre el hombre que hace unos momentos le tenía las manos encima - cálmate querida – le dice halándola por la mano y tomándola de la cintura – pareciera que hubieras visto algún fantasma –le dice sonriendo, aunque en realidad reprimía toda su ira, mientras veía el rostro palidecido de Samanta.
- Que…. ¡¿Qué haces aquí?! – le dice sorprendida, Samanta sentía un escalofrío subir por su espalda.
- ¿Dónde están tus modales querida? – le dice ignorando a Samanta – Buenas noches, soy Math Ruttherford, el esposo de Samanta – les dice fingiendo la sonrisa más amigable y seductora del mundo.
- E… E... Encantada – le dice Victoria babeando por el hombre
- Vaya, en persona es mucho mejor – dice Nora viendo al hombre de abajo hacia arriba – debo decir que las revistas no te hacen honor – le dice, pero luego corta su mirada devoradora en el momento en que Samanta le lanza una mirada para que dejara de seguirle el juego al hombre.
- ¿Qué haces aquí? – le dice Samanta con mayor seriedad - ¿Cómo te dejaron entrar? – ese club era de estricta exclusividad, para poder entrar debían presentar la tarjeta de invitación.
- ¿Qué tonterías dices cariño? – le dice sonriendo, aunque Samanta podía ver la falsedad tras esa fachada – soy tu esposo y, además no hay un sitio lo suficientemente exclusivo donde no pueda ingresar un Ruttherford – le dice, luego mira a los amigos de Samanta - ¿podría llevármela por un momento? – les dice de forma amable y educada.
- Claro – le dice Nora – no creo que deba preguntarlo – ríe
- Sí, sí, yo te cedo todo lo que quieras – le dice Victoria, mientras Bruno se mantuvo en total silencio.
- Gracias – les sonríe y luego toma la mano de Samanta y se la lleva a rastras, mientras la mujer se rehusaba.
- Pobre, cavo su propia tumba – dice Nora viendo a la pareja irse
- Si, aunque con ese hombre dudo que sea un castigo – dice Victoria
- ¿Qué? – dice Bruno sin entender a lo que se referían las mujeres - ¿Qué están hablando? – les dice
- Sucede que no eres competencia para ese hombre Bruno – le dice Nora
- Aja, así mismo – dice Victoria asintiendo.
Math arrastro a la mujer hasta salir del club, luego la subió al auto a la fuerza, mientras la mujer gritaba y pataleaba, se subió en el lado del piloto y arranco el auto.
- ¡Nos vas a matar! – le dice Samanta asustada por la velocidad con la que el hombre estaba conduciendo.
Sin responderle a la mujer, siguió acelerando hasta llegar a la Misión, Samanta fue la primera en bajar del auto hecha una total furia, entro al lugar de forma tan estruendosa que los empleados salieron a ver que estaba sucediendo, sabiendo que comenzarían una nueva contienda.
espero que pueda encontrar suplicas y arrepentimiento 😉💜