César: Buscando Mi Felicidad

Cuando alice regreso con todos a Turmalina, regina ya estaba despierta, pero parecía muerta en vida, marian se acercó a su hija mayor y la abrazó fuertemente para consolarla, ya todos sabían el porqué regina trato de dejar el plano terrenal, lloro hasta quedarse dormida del cansancio.

Crystal e Iván se encargaron del papeleo y el funeral del emperador césar, mantuvieron a raya a todos los nobles y crystal aunque estuviera dolida por la muerte de su hermano, no dudo en cortar cabezas de quien se opusiera a que su sobrina ascendiera al trono.

Alice junto a sus sombras investigaban lo sucedido, ella estaba molesta porque el atentado era contra regina, si no hubiera sido por césar, a quien le estarían llorando seria a regina, alice lamentaba lo sucedido con césar, pero quería poder traerle paz a regina por medio de las personas culpables, así que se dedicó a buscar en todo el imperio Turmalina.

Al rededor de dos meses la familia se había ido, solo quedaba, marian, alice, damon, sus dos hijos varones mayores e Iván, todos ayudando a regina en sus deberes, hasta que alice por fin dio con los culpables, los capturo y los llevo al salón del trono donde regina estaba en una junta con los nobles que le exigían casarse con alguno de los hijos de ellos para poder ascender al trono, alice apareció frente a todos y lanzó a los hombres amarrados a los pies de regina.

—Me tardé, pero por fin los encontré mi querida regina, ellos son los culpables, los documentos que lo prueban están aquí—dijo entregando los documentos

Regina leía detenidamente cada hoja hasta que llego al final, le paso los documentos a su asistente y le pidió entregarlos a los nobles para que los leyeran, ella tomó un suspiro y hablo.

—Muchas gracias por la ayuda madrina—dijo sonriendo levemente aunque se le notaba la tristeza, después de la muerte de césar ya no volvió a ser la misma.

Alice solo asintió y se hizo a un lado.

—Nobles del consejo, ustedes piensan que no soy digna para subir al trono sin estar casada, pero ustedes no son más que una bola de avaricioso y corruptos, creyeron que al quitarme de la sucesión mi padre volvería a engendrar un hijo, pero terminaron por matar a mi padre, sin imaginar que al quitarme a la persona que más amaba sería firmar su sentencia de muerte, querían a una heredera digna de ir a la guerra ¡PUES LA TENDRÁN!—grito mientras desenvainaba su espada y ejecuto a los culpables

—¡QUIEN SE ATREVA A DESOBEDECER MIS ÓRDENES, SERÁ EJECUTADO POR MI PROPIA MANO! ¡QUIEN SE ATREVA A TRAICIONAR A SU EMPERATRIZ E IMPERIO, MORIRA EN MIS MANOS! ¡NO VOY A PERMITIR QUE PASEN SOBRE MI AUTORIDAD, ERA AMABLE TODO EL TIEMPO, PERO USTEDES MALDITOS PERROS AMBICIOSOS ME QUITARON A QUIEN MAS AMABA ASI QUE ATENGANSE A LAS CONSECUENCIAS!—dijo gritando furiosamente mientras emanaba un aura escalofriante

—Yo Alice Sophie Von Stein Jerkeen Emperatriz del imperio Demoniaco doy mi total apoyo a su próxima Emperatriz, quien desafíe su autoridad, tendrá que responder al imperio Demoniaco—dijo alice mientras sus sombras hacían acto de presencia intimidando a más de uno.

Regina salió de la sala del trono hasta llegar al mausoleo donde descansaba su padre, se arrodilló ante la tumba y hablo

—Papá, te fuiste y te llevaste gran parte de mi alma, si estoy viva es gracias a mi madrina alice, desearía poder buscarte en la otra vida, te deseo que seas feliz dónde quiera que te encuentres, si hay un dios espero que guíen tu camino por un sendero lleno de paz, se que algún día nos volveremos a encontrar—dijo dejando unas flores.

Salió del mausoleo y se encontró con alice, quien se acercó y la abrazó

—Lamento por lo que pasaste mi querida regina

—No te preocupes madrina, yo lamento que me vieras de esa manera—dijo refiriéndose al intento de sui**dio

El tiempo pasó y ya habían pasado 3 meses, dónde Iván regreso con Crystal, alice regreso al imperio Demoniaco y de vez en cuando hacía visitas rápidas a regina, marian hace mucho tiempo se había marchado diciendo que debía atender a sus hijos pequeños, regina le dijo que no se preocupara y regresara a sus deberes como madre.

El consejo de nobles no volvieron a exigir que regina se casara y ella gobernaba muy bien el imperio aunque en ocasiones había algún otro que quería usurpar el trono, pero ella podía manejarlo bien, de inmediato se deshacía de la persona en cuestión, pronto se acercaba el cumpleaños número 25 de la Emperatriz Regina, así que se haría una gran fiesta donde muchos nobles y personas de la realeza asistiría al baile, alice fue con toda su familia, en esta ocasión importante regina tenía que permanecer mucho tiempo saludando a los invitados, hasta que tuvo tiempo de salir al jardín y despejarse, estando sola bajo la luz de la luna empezó a llorar, era otro cumpleaños más sin su padre, a lo lejos un niño de escasos 7 años de cabello azul y ojos morados observaba a regina llorar en silencio, así que se acercó a ella con una flor cortada del jardín.

—Tía no deberías de llorar, eres muy hermosa para estar así—dijo entregándole la flor

—L..lo siento no sabía que había alguien aquí—dijo aceptando la flor y secándose las lágrimas

—Porque lloras en silencio y sola tía—pregunto inocentemente

—Extraño mucho a mi padre—respondió casi de inmediato

—Él ya no esta en este mundo

—Así es, pero dime que hace un niño como tú afuera solo, donde están tus padres

—Mis padres están adentro conversando con algunos socios

—Entiendo, esta enfriando así que deberíamos entrar—sugirió regina

El pequeño acepto y cuando entraron alice regaño al niño llamado Carl, resultó ser el hijo de alice, uno de los más pequeños, regina se sorprendió, pero sonrió al saber que era el hijo de su madrina.

Después de esa fiesta regina y el pequeño Carl congeniaron muy bien, convivían mucho, hasta que el pequeño cumplió los 9 años y le pidió a su madre ir a vivir al palacio de Turmalina y hacerle compañía a regina, alice lo consulto con sus esposos y todos aceptaron dejarlo marchar, dado que el pequeño era muy terco.

El tiempo pasó rápidamente y a los 15 años de Carl, regina lo nombro príncipe heredero de Turmalina, claro que primero lo hablo con la familia del chico y todos aceptaron, ella nunca se casó porque no tenía quien la entregara en el altar y quien lo prometió había partido, si tuvo sus aventuras, pero jamás se unió en matrimonio y decidió no tener hijos con nadie. Su vida llego al final a los 43 años de edad, en compañía de Carl quien nunca la dejo sola y siempre la acompaño dándole sentido a su vida

—Tía por favor no me dejes aún—decía Carl llorando

—No llores querido, es tiempo de reunirme con mi padre si un dios lo permite, le diste sentido a mis días, sin ti hace mucho que hubiera dejado este mundo—decía débilmente

—Aún quedan cosas por vivir—decía mientras sostenía la mano de regina

—Pequeño Carl, promete gobernar con sabiduría y respeto, escoge bien a tu pareja y sé feliz, te pido que cuides de la tumba de mi padre no la abandones por favor, te quiero como si fueras mi hijo no olvides cuidar de tu familia—dijo cerrando los ojos por última vez

El imperio Turmalina se sumió en luto y llantos de un dragón desconsolado, durante un mes entero solo se escuchaban los llantos del dragón por todo el imperio, todos los habitantes sabían de la razón por eso nadie dijo nada al respecto, tiempo después el joven Carl Turk Jerkeen subió al trono con 25 años de edad, sufrió enormemente la muerte de regina, era como una segunda madre para él, siendo un dragón completo y un genio de magia antigua hizo un hechizo antiguo y prohibido, en donde el alma de regina estaba marcada y no importaba el tiempo que pasara ella encontraría a su padre donde quiera que el estuviera, pago un precio por ese hechizo y eso fue renunciar a su corazón, nunca se enamoraría pero te dirá descendencia, y así gobernó durante muchos años, se caso, tuvo hijos los quiso a su manera y les enseño a ser valientes y responsables, unidos y fuertes, y en su tiempo se dedicó a honrar al antiguo Emperador y Emperatriz de Turmalina, cada semana llevaba flores a sus tumbas y emitió un decreto que cuando llegara su hora de partir, sus sucesores deberían seguir llevando flores a esas tumbas.

Terminé de leer el libro y no podía parar de llorar, mi pequeña regina sufrió tanto por mi ausencia, quería buscarla y pedirle perdón por dejarla, pero se que no era posible, deje el libro donde estaba y me acosté, seguía llorando al saber y pensar en todo lo que tuvo que pasar en su vida, no supe cuanto tiempo pase llorando, hasta que me quede dormido.

Espero que les esté gustando, califiquen la novela por favor ⭐⭐⭐⭐⭐