EN BUSCA DE LA FELICIDAD

Conversamos un poco más, fue increíble ver a mis hermanas pelearse por quien era la tía más hermosa, a pesar que ya son adultas no dejan de competir entre sí, me regreso a la infancia, reí muchísimo la verdad las extrañaba mucho, en medio de abrazos y besos nos despedimos, las invite a cenar el viernes en mi casa, creo que esto le ayudara a Estrella. Me pongo a trabajar y mi mañana pasa muy tranquila, a la hora del almuerzo me llega un mensaje de Sofia con el acuerdo firmado, suspiré tranquila, ya tenia a Sofia en mis manos, junto al acuerdo venían sus datos bancarios y un mensaje para que le transfiera el dinero de inmediato.

Antes de hacer el envió llamo a Andrea para que rectifique que todo esta en orden, ella revisa el acuerdo y el anexo que incluimos y todo parecía en orden, con la autorización de Andrea le envió el dinero, me duele hacerlo, era para el futuro de mi hija, tenia tantos planes, pero aún tengo mis ahorros y con el bono de este mes voy abrir una cuenta para mi hija y así poder reunir nuevamente el dinero para sus estudios. Termino mi día de trabajo sin contratiempos, al estar en casa le cuento a Estrella de sus tías y abuelo, esta brinca de felicidad, pues ahora la familia está más grande, además que ahora tendrá primos con quien jugar.

Los días siguientes todo marchaba muy bien, creo que tanta tranquilada me estaba asustando, Sofia después que recibió el dinero no volvió a llamar y eso me inquieta, habías acordado vernos para hablar sobre su encuentro con Estrella, ella esta entusiasmada con verla y cada vez que hablamos me pregunta cuando llega su otra mami, termino de revisar el inventario y dejo todo para salir a casa, tengo que preparar la cena para mi familia, me confirmaron que irían con sus maridos así que tengo casa llena.

Llego a casa más temprano y con todos los ingredientes para la cena, Amanda me llamo para que saliera con ella mañana, pero quede en llevar a Estrella al zoológico y de paso que se vea con Sofia, no se como terminara todo, aplazamos la salida para el próximo fin de semana, además le conté que Paula me invito el domingo a una fiesta, no me negué, no me quiero negar la oportunidad de volver a ser feliz en el amor.

Me pongo más a la obra y preparo una paella de mariscos, en estos años aprendí a cocinarla muy bien gracias a doña Ramona, se que es el plato favorito de mi padre y quiero que se sientan a gusto en mi casa, mi linda Estrella quiere ayudar, pero solo termina causando desastres, así que le dije que fuera a cambiarse para que se encargue de recibir a nuestros invitados, termino de poner la mesa y tocan el timbre, abro la puerta y mi padre es el primero en entrar, seguido de mis dos cuñados los cuales me presentan y mis hermanas entran con sus hijos, los cuales son hermosos, pero mi sonrisa se borra al ver entrar también a mi madre con unas flores y regalos.

- Lo sentimos hermana, ella insistió en venir, dice Ana.

- Hija no las culpes, yo quise venir aun sabiendo que no seria bien recibía, espero que me permitas compartir con ustedes.

Iba a decir algo cuando Estrella llego saludando a todos.

- Hola pequeña soy tu abuela Dolores y te traje muchos regalos.

- Son todos para mí, gracias abuela Dolores.

- Solo saludaras a la abuela, yo soy tu abuelo y también te traje regalos.

Todos se fueron presentando y mi niña estaba encantada, no pude correr a mi madre, pero ya hablaría con ella, no puede venir así, le pedí que me diera tiempo, pero doña Dolores siempre hace su sata voluntad y es lo que me enoja, pasamos al a sala y mi niña no paraba de reír, les serví unos aperitivos antes de la cena y me di tiempo para apapachar a mis sobrinos, son muy lindos, pero a diferencia de Estrella son tímidos y me costo mucho para que se me acercaran, pasamos a la mesa y se sorprendieron al ver la paella.

- Wau, esto esta delicioso, cuando aprendiste a cocinar, hasta donde recuerdo se te quemaba hasta unos huevos. Dijo mi padre.

- Si, mi papá tiene razón, esto es una delicia, vas a tener que enseñarme, dijo Antonella.

- Mi mami es la mejor cocinera, a mí me encanta su comida, dijo Estrella.

Todos rieron, comimos y a pesar de mi disgusto la pase muy bien, estaba terminado de recoger la mesa cuando mi madre se me acercó.

- Hija, te pido me perdones por aparecerme en tu casa, solo quería verte y conocer a mi nieta.

- Te pedí tiempo, sabes que aun no deseo verte, pero tu siempre con tu egoísmo.

- Si, tal vez tengas razón, soy egoísta, pero sabes hace cuantos años no tenia a mi familia reunida, desde que te fuiste, tus hermanas me hablan poco y tu padre me dejo, tal vez sea egoísta por tratar de pasar un momento de felicidad con mi familia.

Su mirada de tristeza me hizo flaquear, quise abrazarla, pero me contuve, ella tiene que aprender, dejamos los platos en la cocina y me uní a los juegos en la sala, mis hermanas competían por cual era la mejor bailarina y Estrella trataba de seguir sus pasos, algo muy divertido de ver. Ya era tarde cuando se fueron y los niños se habían quedado dormidos, mi madre se disculpo de nuevo, pero ya no le di mas importancia al final todo salió muy bien, me despedí de mis hermanas y ellas pidieron acompañarme al zoológico mañana, quise negarme, pero estas insistieron, en caso de que algo saliera mal podían ayudar con Estrella cosa que les agradezco, han asentado a mi hija como un miembro más de la familia sin importar que no lleve mi sangre.