Venganza Y Amor

— Te dije que no confiara en Diana, ella no es lo que parece. — le dijo Alejandro a Emir.

— Esto que me estás entregando no puede ser verdad. — afirmó Emir consternado.

— Diana es una maestra del engaño, ella en realidad es Ana Durán, la hija de Aida y Héctor Durán, esa bruja se hizo pasar por muerta para poder destruir a tu familia. — explico Alejandro con una sonrisa en sus labios.

— No entiendo, ¿qué ganaría Ana o Diana o quien sea con todo esto?. — pregunto Emir desconfiando de Alejandro.

— Ana siempre fue una acomplejada que no estaba conforme con nada, fíjate hasta cambio su apariencia solo porque no le gustaba como se veía. — con las pruebas en sus manos, Emir no podía desconfiar de las palabras de Alejandro, Diana era realmente Ana y todo este tiempo solo lo estuvo utilizado para quedarse con las empresas Durán, inyectado con todo el veneno que le había proporcionado Alejandro, Emir salió de la cárcel molesto y con ganas de enfrentar a Diana, ella sabía todo lo que él había sufrido por la muerte de Ana y aun así prefirió callarse y seguir con sus planes.

"Ya mi Ana no está en esa mujer, mi Ana realmente murió en aquel accidente", Emir estaba sumergido en un sin fin de emociones y sus pensamientos divagaban, ahora tenía que pensar como iba a hacer para enfrentarse a Diana y su incalculable poder.

Mientras que Emir se debatía entre el amor y el odio que estaba sintiendo en ese momento, Diana estaba muy nerviosa por lo que le diría a él, al amor de su vida, ella esperaba que él entendiera sus razones para desaparecer por tanto tiempo y regresar bajo otra identidad, no sería fácil explicar que Ernesto es el culpable del accidente donde Aída murió, y ella casi lo hace también.

— Diana, Emir acaba de entrar a la empresa y no se ve muy feliz. — informo Fernando con su acostumbrada seriedad.

— ¿Qué habrá pasado?. — pregunto Diana algo intrigada.

— Quien sabe, es mejor cerciorarte que todo esté bien antes de hablar con él. — aconsejo Fernando preocupado por su amiga.

— Tomaré en cuenta tu consejo. — respondió Diana algo sería.

Fernando salió de la oficina apenas y Emir entro, sin embargo; no se fue muy lejos, algo le decía que Emir no estaba bien y que podía hacerle daño a su jefa y amiga.

— Emir, bienvenido, por favor siéntate. — saludo Diana amablemente.

— Gracias. — respondió Emir con un semblante sombrío y una voz fría y distante.

— ¿Deseas algo de tomar?. — pregunto Diana siguiendo muy tranquila.

— No, solo quiero saber que me quieres decir. — respondió Emir igual de distante.

— Veo que no estás de humor, mejor dejemos está conversación para otro día, yo tampoco estoy para aguantar berrinches. — dijo Diana poniéndose de pie y caminando hacia la puerta.

— Vuelve a tu lugar Diana o mejor te llamo Ana. — expreso Emir con voz firme.

Diana quedó consternada por las palabras de Emir, o sea, él ya sabía que ella era Ana y esa era la razón de su molestia.

— Veo que ya lo sabes. — Diana lo acepto sin vacilación.

— Entonces no te vas a negar?. — pregunto Emir.

— No tendría por qué hacerlo, no le veo la razón. — afirmó Diana con seguridad.

— Todos estos años pensé que habías muerto y resulta que no era así, resulta que simplemente estabas planeando la manera de destruir a mi familia. — expreso Emir fríamente.

— Ya veo, es decir, que tu santa familia está en peligro por mi culpa. — dijo Diana riéndose.

— ¿Tampoco vas a negar eso? — pregunto Emir indignado.

— No tengo por qué negarlo, si es la verdad, solo regrese por lo que es mío, por lo que tu familia me quito, aunque hay personas que nunca podré recuperar. — manifestó Diana sin titubeos.

— Sabes que no te voy a permitir que nos destruyas, nunca permitiré que nos hagas daño. — aseguro Emir mirando fijamente a Diana.

— Yo solo quiero de vuelta la empresa que tu familia me robo, y escúchame bien Emir Figueroa, tu padre pagará por todo lo que nos hizo. — Diana ya no se aguantó más y le gritó eso en la cara a Emir.

— ¿De qué estás hablando?, mi padre no te hizo nada. — aseguro Emir con una postura firme.

— Está conversación no nos está llevando a nada, mejor piensa lo que quieras, no te voy a dar explicaciones. — dijo Diana resignada a perder a Emir.

— Pues yo si exijo una explicación de todo esto, porque mi Ana no era así, mi Ana era una mujer buena, de sentimientos puros y que nunca mentiría de esta manera. — Emir al fin expreso lo que realmente tenía en su corazón.

— ¿Tu Ana?, Emir a tu Ana la asesinaron hace siete años, a tu Ana la dejaron sin alma y además le robaron su vida ¿y todo por qué?, todo porque un mal hombre quería el dinero de su familia. — respondió Diana al borde del llanto al recordar a su mamá quién le fue arrebatada de la manera más miserable que se podía esperar.

— ¿De qué estás hablando?, no te estoy entendiendo. — pregunto Emir confundido, en este instante Ana estaba frente a él.

— Si quiere oír mi versión te invito a sentarte, solo te pido que no me interrumpas hasta que termine de contarte mi verdad. — pidió Diana aguantando las lágrimas, ella no se vería débil ante nadie.

— Está bien, te daré la oportunidad de explicarme que está pasando. — contesto Emir, volviendo a su asiento.

Diana se sentó en su lado del escritorio y empezó a relatar los acontecimientos de ese día, desde que ella fue por Emir a su apartamento hasta el momento en que el avión se estrelló, la expresión de Emir era de incredulidad, no era posible que su padre hiciera semejante cosa, además Ana pensó que él la estaba engañando con Mariana y por eso ella había terminado con él, ahora muchas cosas estaban cobrando sentido y ahora Emir entendió que su Ana seguía en aquel cuerpo, solo que ahora tenía otro rostro, un rostro que solo mostraba odio y rencor.