Sofía Alcántara, una chica llena de traumas por su infancia difícil trata de lidiar con su vida diaria, sin embargo, por parte del trabajo tiene que viajar a un nuevo país, lugar donde conoce a un chico en un bar y terminan pasando la noche juntos, sin saber que se lo encontraría al día siguiente... ¡en su trabajo!
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Estrenando el nuevo departamento
Viernes 27 de Mayo
POV's Cedric
Al salir de aquella habitación, solo pude reír. No podía creer lo que había pasado, estuve con una mujer que conocí en un bar la noche anterior, y ebria además de todo.
De camino a casa encendí la radio, donde sonaba
Unos minutos más tarde, llegué a casa y entré solo a cambiarme de ropa y con la misma regresé a mi auto, ya eran pasadas las 8 am y aún no estaba en la oficina.
Conduje tan rápido como pude hasta que finalmente visualicé el edificio de la empresa. Llegué al estacionamiento, aparqué el auto y me dirigí hasta la entrada. Ya ahí, varios empleados me saludaron a cada paso que daba. Me subí al elevador y salí en el piso 24. Caminé hasta mi oficina, y Charles en cuanto me vio entrar, se dirigió a esta.
-Buenos días, señor Collins
-Buen día, Charles
-Le recuerdo que a las 9 tenemos una reunión con los nuevos reclutas de los países vecinos para la exportación de nuestros productos
-Por supuesto, Charles, solo voy a checar unas cosas y me encamino hacia la sala de juntas
-Muy bien
Salió de la oficina y yo me quedé revisando las carpetas donde estaban los currículos de los nuevos empleados. Seguí revisando hasta que me topé con el expediente de Sofía Alcántara, a un costado estaba su foto y, maldita sea, era la mujer con la que había pasado la noche. No puede ser. Me pasé la mano en el rostro y me quedé viendo la fotografía. ¿Será que fue planeado? No, no creo, esta mañana se encontraba muy sorprendida de verme en su habitación. Pero también pudo estar actuando. Carajo, ¿y si tomó alguna foto y luego quiere chantajearme de algún modo? Imposible.
Me dirigí a la web y puse en el buscador mi nombre, pero solo encontré alguna que otra biografía y entrevistas. Menos mal no hay nada más. Me tranquilicé un poco y seguí leyendo su expediente.
Sofía Alcántara Pardo, 29 años, recién cumplidos por lo que veo, de Monterrey, Nuevo León, México, graduada con honores en derecho internacional y también ejerce el civil, lleva trabajando varios años trabajando en el mismo despacho y tiene carta de recomendación del director y habla inglés además de su lengua materna. Maravilloso.
Vi la hora y ya faltaban dos minutos para las 9, así que apagué la computadora, acomodé los expedientes y salí hacia el elevador para llegar a la sala de juntas.
De camino a la sala, comencé a sentirme nervioso, estaba a punto de verla de nuevo, y no sabía como reaccionaría al verme. Tengo que mantenerme tranquilo para que nadie se dé cuenta de que nos conocemos.
Entré finalmente a la sala y en seguida recorrí con la mirada a todos, hasta que crucé la mirada con ella. Ahí estaba, al parecer si quedó sorprendida porque abrió los ojos de más y luego trató de disimularlo. Me reí para mis adentros y saludé a todos para después tomar asiento.
-Buenos días, señores-dije y luego la miré-y señoritas
Realmente me estaba costando todas mis fuerzas no reírme en el momento, solo quería acercarme a ella y besarla, pero había mucha gente, y no sería muy ético que digamos.
-Bueno, empecemos con esta reunión por favor-dije
-Si, bueno, ya que está en puerta la exportación de algunos productos a nuestros países vecinos, el señor Kim y yo hemos viajado para reclutar a los que serán los conectores para dichos países. Les quiero presentar a la abogada en derecho internacional Sofía Alcántara-dijo Emilio
-Hola, muy buenos días a todos-respondió Sofía y se paró-espero que seamos muy buen equipo- volvió a sentarse
-Ella es abogada en Monterrey, Nuevo León, situado en el norte de México, es de las mejores de su despacho y fue altamente recomendada por el director de ahí mismo.
-Vaya, parece que la abogada Alcántara, es muy calificada para el puesto-la miré y se me escapó una sonrisa
-Así es, es perfecta... Para este trabajo-respondió Emilio mirándola, cosa que no me gustó, había algo raro en esa mirada, como si le gustara, tendría que averiguar si era recíproco.
Unos segundos después, ella se disculpó y se paró para ir al baño, nos quedamos un poco confundidos por su acción, así que quise ir tras ella. Hice como que me entró una llamada y también me disculpé para retirarme. En cuanto salí de la sala, me fui hacia el baño donde estaba seguro de que estaría.
Entre despacio y la vi de espaldas, así que tapé su boca en caso de que quisiera gritar por el susto, y con la otra mano la tomé de la cintura. Por Dios, quería hacerle el amor ahí mismo, pero traté de contenerme.
-Señorita Alcántara-susurré-pero que maravillosa coincidencia
-¿Acostumbra a encerrarse en el baño con sus empleadas, señor Collins?-preguntó
-No, pero puedo hacer una excepción con usted-sonreí, cosa que estaba empezando a acostumbrar con ella
Se volteó y me miró fijamente
-Estamos en junta, mejor salimos ya-dijo
-¿Eso es lo que quieres?-pregunté deseando que la respuesta fuera un no
-Si-auch pensé
-Muy bien, entonces primero sal tú y me avisas si es seguro salir-dije ya serio
-Bien-caminó hacia la puerta y antes de que pudiera abrir, la tomé por atrás y la volteé para darle un beso, fue bastante intenso debo decir. Creí que me apartaría, pero por el contrario, me siguió besando y me alegré. La agarré bien y la llevé hasta la puerta para tener un soporte, comencé a acariciarle la cintura y fui bajando lentamente hasta sus nalgas, las acaricié con mis manos bien abiertas y las apreté, luego fui bajando más hasta llegar al borde de su falda y comencé a subirla, sentía que mi erección crecía cada segundo.
-Creo que es un déjà vu-dije riendo
-Tonto- respondió también riendo
Nos seguimos besando, hasta que escuchamos que alguien tocó la puerta. Nos quedamos inmóviles.
-Sofía, ¿está todo bien?- preguntó Emilio del otro lado de la puerta. Maldita sea, no podía ser más inoportuno.
-Eh... Sí, sí, es que me puse nerviosa y... Me dio dolor de estómago-dijo
No pude evitarlo y solté una risita ante tal mentira, cosa que ocasionó un manotazo por su parte
-Cállate - susurró mirándome mientras ponía un gesto demasiado gracioso para mi gusto
Dejé de reírme pero seguía sonriendo por la gracia del momento.
-Ah, ¿necesitas algo? ¿Alguna pastilla?-preguntó don inoportuno
-No, no, ya voy a salir, ya me siento mejor
-Está bien, de todos el señor Collins no ha regresado, tuvo una llamada y salió de la junta
-¿Una llamada? Menos mal, entonces ahorita te veo
-Sí, descuida-escuchamos sus pasos alejarse
Sofía soltó un suspiro y me miró seria, pero luego se formó una sonrisa en su bonita boca.
-Que buen momento para reírte, señor Collins-dijo y se bajó la falda
-Tienes que admitir que fue un momento divertido-contesté
-Que hermosos ojos-dijo y quedé serio, no esperaba que dijera algo así-es decir, cuando sonríes, hacen que se te vean hasta brillantes, no sé como explicarlo
-Si que sabe hacer halagos, señorita Alcántara-no pude evitarlo y la besé despacio, con ternura, tratando de que el momento nunca acabara
Ella me siguió el beso y comenzó a acariciame el cabello, le acaricié la cintura con delicadeza y la abracé
-Tenemos que salir de aquí-dijo-la gente sospechará
-Tienes razón-dije y solté un suspiro-pero no quiero-ay, pensé en voz alta
-Podemos vernos cuando termines de trabajar-me dijo y llevó-su mano a mi rostro, acariciándome
-¿Lo prometes? -pregunté
-Claro-se rió y me dio un beso corto en los labios
Se arregló y luego a mí, al parecer estaba despeinado y con el labial de ella, salió y después de unos segundos me dio la señal de que ya podía salir, así que eso hice, pero me metí al baño de hombres, necesitaba echarme agua en el rostro.
Unos minutos más tarde, salí y me dirigí a la sala nuevamente, en donde terminamos la junta con la presentación del otro recluta para Estados Unidos.
Cuando llegué a mi oficina, recordé que Emilio me había dicho que estaba en busca de un lugar para alojarse Sofía, así que le llamé a la recepcionista de uno de mis edificios y confirmé un departamento vacío, le di el nombre de la persona que iría en la tarde y le dije que me encargaría del papeleo después. Al finalizar, le mandé un mensaje con la información a Emilio para que llevara a Sofía y le ayudara a instalarse en caso de que le gustara.
Comencé a hacer algunos pendientes que tenía para el día y me enfrasqué un buen rato, hasta que me llegó un mensaje, era de Erika.
"¿Estarás desocupado hoy para cenar?
" Lo siento, pero ya tengo planes, esta vez es en serio"
"De acuerdo, haz un espacio para mí pronto y me avisas"
"Ok"
Habíamos quedado en buenos términos, así que no veía la razón para no agendarle una cena, después de todo, solo quedamos como amigos.
En eso, recordé a Sofía y el departamento, así que le escribí un mensaje para saber si le había gustado, a lo que respondió que si, pero que era mucho, estuve tentado en decirle que no habría gasto alguno porque era mi edificio, pero decidí mantenerlo en secreto para después. Al final terminó aceptando y confirmamos nuestra reunión de la noche.
Dieron las 3 pm y ya sentía hambre, así que ordené comida en la oficina para no perder tiempo y salir lo más temprano posible.
Media hora después, estaba llegando el repartidor con la comida china que le encargué.
5 pm y Charles me estaba informando que tenía una visita del gerente de las parcelas, cosa que me tomó por sorpresa, pero lo hice pasar para saber de qué se trataba.
Eran las 7:30 pm ya, y el gerente apenas se estaba yendo, desafortunadamente con malas noticias, al parecer hubo un problema con la cosecha y no cree poder tener los insumos requeridos a tiempo. En seguida me estresé, dependíamos de esa cosecha para la producción del lanzamiento, de lo contrario, o nos atrasábamos o tendría que conseguirlos con un proveedor extra, y eso alzaría los gastos abruptamente, lo que nos llevaría a tener que modificar los precios ya establecidos para tener las ganancias suficientes. Maldita sea. Comencé a sentir el ya tan recurrente dolor de cabeza y tomé mis analgésicos para aliviarlos antes de que empeoraran.
Apagué la computadora y me quedé sentado en silencio, tratando de procesar la conversación de hace un rato y ver si podía pensar en alguna solución que no modificara tanto la planeación, pero no podía llegar a ninguna conclusión. El sonido del celular me sacó de mis pensamientos y lo revisé, era un mensaje de Sofía preguntando la hora en la que nos veríamos, casi le cancelo, pero por alguna razón, quise desahogarme con ella y le dije que a las 9 pm pasaba por ella para ir a cenar.
Salí del edificio y conduje hasta mi casa para bañarme y cambiarme de ropa. Faltaban solo diez minutos para las 9 y me apresuré, no sin antes mandarle un mensaje a Sofía para avisarle que me había retrasado un poco, pero que ya estaba de camino, a lo que respondió que todo estaba bien. Sonreí y me dirigí hacia su departamento.
Después de casi 25 minutos, toqué a su puerta, y cuando abrió me quedé mudo, e inclusive, olvidé lo que me acongojaba desde la tarde, estaba preciosa con un vestido verde esmeralda que le llegaba a mitad de pantorrilla, ceñido al cuerpo y un escote cuadrado y sin mangas, el cabello lo tenía suelto y las ondas le caían sobre los hombros.
-Buenas noches-me dijo con una sonrisa
-Eh... buenas noches-respondí embelesado
-¿Nos vamos?
-Mmm... ¿Tienes mucha hambre? - pregunté
-No precisamente de comida-alzó una ceja y me sonrió. Ay Dios mío.
Me acerqué a ella y nos comenzamos a besar mientras caminamos hacia adentro del departamento, cerré la puerta con el pie después de estar adentro y ella comenzó a quitarme el saco y la camisa. La cargué y enroscó sus piernas a mi alrededor y la llevé a la encimera de la cocina, separé sus piernas y me agaché a su altura, ya la había probado dos veces, y no me cansaba, sabía a gloria. Escuché como comenzaba a gemir mientras me agarraba del cabello y me apretaba más contra ella.
-Ya, por favor, te necesito-dijo casi como un ruego
Me paré y la besé mientras me desabrochaba el pantalón y saqué finalmente mi erección; continuamos el beso y me acomodé entre sus piernas, la jalé más hacia mí y, finalmente me hundí en ella.