Muy buenas tardes queridas lectoras. Aquí les traigo la secuela de VENDIDA.
En esta nueva novela veremos la participación de Daniel y Los hijos de Sienna y Edgar. Espero la disfruten tanto como la anterior y le den todo su amor y apoyo. Les dejo un saludo desde Argentina su autora NARY.
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Primer castigo.
Mientras todas estas ideas pasan por mi cabeza de tanta injusticia y dolor pasan tres horas.
Recién entonces aparece Daniel que trae un mal semblante.
Para no agraviarlo solo lo sigo en silencio hasta el auto que nos lleva a mi segunda prisión.
Cuando llegamos se lanza sobre mí y me deja contra la pared.
Su voz retumba en todo el lugar. Está muy furioso.
_ Cuántas veces debo repetirte que tu lugar es al lado mío. Quién te dio el permiso de divagar por el lugar O es que acaso quieres vivir allá Rebeca.
Muerta de miedo solo puedo pedir perdón.
_ Lo siento señor. No volverá a pasar.
Le suplico entre lágrimas de impotencia.
_ Claro que no porque ahora te enseñaré lo que pasa cuando haces algo que no me gusta y esto ya te lo advertí.
Me toma por los cabellos arrastrándome por esos enormes pasillos hasta lanzarme a un sótano oscuro.
_ Estarás tres días allí sin agua y sin comida. Espero que recapacites Rebeca o usaré otros métodos peores que no querrás conocer.
La gran puerta se cierra dejándome en completa oscuridad.
Maldito hijo de puta.
Paso tres días encerrada aferrada al dulce recuerdo de mi pequeño Émed.
Lo único que ruego es que Bianca lo estoy cuidando bien, es tan pequeño y frágil. Lo extraño tanto que no sé cuánto más pueda soportar.
Al tercer día y recién por la noche por fin Daniel me deja salir.
Se le ve tan contento que no puedo evitar odiarlo a muerte.
_ Espero que recapacitaras en este tiempo querida.
_ Sí señor.
Ea lo único que puedo decir. Ya que no cuento ni con las fuerzas suficientes para hablar más.
_ Me alegro al escuchar eso. Ahora ve a bañarte que pronto nos vamos.
Corro al baño más cercano y bebo todo el agua que puedo.
Sentía no poder más, antes de salir cojo una manzana y vuelvo a mi rutina habitual.
No sé cómo le haré para poder hablar con Connor, ya que no quiero saber cuál será el próximo castigo que me dará Daniel si me tardo demasiado en volver a su lado.
Para mi sorpresa Connor no vuelve hasta después de 4 días.
Lo veo por el enorme cristal llegar junto a otro sujeto noto como me busca por los alrededores y me espera en el lugar de siempre.
Necesito ir a hablar con él. Connor es lo único que me conecta al mundo real.
Veo frente a mi la bandeja de fruta y se me ocurre una idea.
_ Señor me permite ir a buscar algo de fruta fresca para usted.
_ Aquí hay de sobra.
_ Esta no se ve fresca, está marrón y pasada.
Le muestro una uva ya muy marchita.
_ Está bien ve rápido. Solo tienes 10 minutos Rebeca.
_ Gracias. Ya regreso.
Salgo corriendo hasta donde esta Connor lo tomo del brazo y lo llevo cerca de la cocina.
_ Rebeca. Por fin te veo el otro día...
_ No tengo tiempo ¿Tienes la descripción?
_ Sí pero qué sucede.
_ Solo dímela rápido.
Connor nota que algo no está bien y se apresura a contestar.
_ Cabello castaño. Ojos claros de unos 20 años y el tipo tiene cabello negro ojos oscuros no más de 23.
_ Okay buscaré información. Adiós.
Intento marcharme, pero él me detiene entrelazando mi mano con la suya.
_ Espera ...
_ No puedo Connor.
Se suelto de su suave mano aunque no quiero hacerlo.
Así sin más grabo sus palabras en mi cabeza.
No puedo olvidarme de nada.
Fui a la cocina tomé lo primero que encontré y volví donde Daniel que ya me esperaba contando los segundos.
_ Veo que el castigo si dio buenos resultados.
Yo solo desvío la mirada mientras pelo la fruta.
Luego de casi 5 horas en ese horrible lugar por fin nos vamos.
Estoy tan agotada que sólo entro a ducharme antes de caer rendida en la cama.
En lo que recuerdo la descripción que me dio Connor. Un millón de personas entrarían en esa descripción.
Debo de prestar suma atención a las personas que tienen la libertad de entrar y salir sin problemas del bar.
De esa forma tengo más chances de encontrar a los culpables y de obtener mi libertad.