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EL PODER DE LOS OJOS DIVINOS

EL PODER DE LOS OJOS DIVINOS

Status: En proceso
Genre:Acción / Magia / Reencarnación / Mundo de fantasía / Edad media / Espadas y magia
Popularitas:2.6k
Nilai: 5
nombre de autor: Dixon Hernandez

En un mundo donde la magia y la religión se entrelazan en un baile eterno, un chico renacido con un ojo demoníaco despierta en medio de la oscuridad y el desconcierto. Abandonado por sus padres en la infancia, su vida marcada por el sufrimiento y la soledad llega a un abrupto final, solo para dar paso a un nuevo comienzo lleno de misterio y peligros inimaginables.

Conocido como "El Poder de los Ojos Divinos", nuestro protagonista se ve obligado a enfrentar sus propios demonios internos mientras lucha por comprender la verdad detrás de sus inexplicables habilidades. En un mundo donde la paranoia y la desconfianza reinan, deberá aprender a controlar sus poderes sobrenaturales y desentrañar los oscuros secretos que rodean su nacimiento.

Acompaña al protagonista en su épica búsqueda de redención, mientras se sumerge en un viaje lleno de intrigas, traiciones y giros inesperados. ¡Descubre cómo la muerte puede ser el comienzo de una historia que desafía los límites de lo imaginable y te su

NovelToon tiene autorización de Dixon Hernandez para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Temp 2 Capitulo 4: La Llegada A la capital

La historia continúa

Gabriel, Lisa y Datch avanzaban rumbo a la capital, disfrutando del paisaje y de la compañía mutua mientras el sol se ocultaba en el horizonte. El cielo se pintaba de tonos dorados y rosados, creando un ambiente de paz y serenidad.

No obstante, Gabriel empezó a percibir una presencia acechante a sus espaldas, como si alguien les estuviera siguiendo. A pesar de ello, optó por no permitir que el miedo lo dominara y siguió adelante con calma y determinación.

El carruaje avanzaba sin contratiempos, atravesando caminos rurales y pasando por pintorescos pueblos. Lisa observaba con interés los paisajes cambiantes, mientras Datch permanecía alerta, vigilante de cualquier peligro que pudiera acechar.

Desde lejos, divisaron la capital del reino. Gabriel decidió ocultar el carruaje, ya que no les pertenecía y quería evitar malentendidos en la ciudad. Desde ese punto, caminaron hasta las imponentes puertas de la capital.

En la entrada de la majestuosa capital, Gabriel, Datch y Lisa estaban impacientes por ingresar a la ciudad y proseguir con su misión. No obstante, los guardias de la puerta se mostraron reacios a permitirles el paso. Uno de los guardias, un hombre fornido y con una mirada severa, les cerró el paso.

—Lo siento, pero no podemos permitir la entrada a mestizos y semihumanos —declaró el guardia con firmeza, mirando con desconfianza a Datch y a Lisa.

Gabriel frunció el ceño, indignado por la discriminación, pero antes de que pudiera decir algo, el guardia señaló su parche en el ojo con un gesto de desprecio. —Y tú... tú también eres mestizo, ¿verdad?.

Gabriel se quedó desconcertado por un momento, sorprendido por la suposición del guardia. —No, esto es solo un parche por una lesión —explicó rápidamente, tratando de desviar la atención lejos de Datch y de Lisa.

El guardia pareció no convencerse del todo.

—Entonces demuéstrame que no eres un sucio mestizo. —dijo el guardia con firmeza.

Gabriel, aparentando indignación en su rostro, no pudo contener su rabia y respondió con firmeza: —¡No me compares con un sucio mestizo! —sin embargo, en su interior sabía que solo estaba fingiendo su enojo.

Aunque Datch sabía que Gabriel solo había dicho eso para tranquilizar al guardia, no pudo evitar sentirse mal, ya que era la primera vez que escuchaba a Gabriel pronunciar esas palabras.

En ese momento, Lisa interrumpió fingiendo ser la sirvienta de Gabriel y ajustando disimuladamente su camisa. Luego, en voz baja, le recordó a Gabriel: "Recuerda que no puedes hacer hechizos sin conjurar delante de desconocidos, llamarás la atención".

Gabriel comprendió rápidamente y procedió a recitar las palabras necesarias para lanzar el hechizo.

—Señor del ardiente fuego, permíteme utilizar tu poder como mi luz guía —conjuro Gabriel, mientras creaba una llama brillante ante ellos.

—Me pareces familiar. ¿Podrías decirme tu nombre, por favor? —dijo uno de los guardias al observar detenidamente el rostro de Gabriel.

—Soy Gabriel Isha, señor. Mi padre es Sam Isha y mi madre es Eva Diers. Estos dos son mis sirvientes, uno mestizo y la otra semihumana —respondió Gabriel.

—¡Eres hijo de Sam Isha! Él es famoso por su conocimiento en medicina. Incluso hace meses salvó a mi esposa —dijo el guardia sorprendido.

—Es un gusto conocerlo, señor. Vengo a la capital para estudiar magia intermedia en la academia élite Mabushi —dijo Gabriel educadamente.

—¿Por qué ellos no llevan ropa de sirviente? —dijo uno de los guardias con gesto serio.

—Porque Lisa, mi sirvienta semihumana, olvidó accidentalmente sus ropas en el camino —respondió Gabriel, mirando a Lisa fingiendo enojo en su rostro.

—Pero qué sirvienta tan inútil. Si quieres, puedo reprenderla por ti —dijo el guardia acercándose a Lisa.

Lisa lo miró fijamente con gesto de ira, lo que enfureció al guardia y estuvo a punto de golpearla. Sin embargo, Gabriel reaccionó rápidamente y detuvo la mano del guardia.

—No te preocupes, señor. Yo me encargaré de castigarla como corresponde —dijo Gabriel mientras apretaba la mano del guardia con ira, pero mostrando una sonrisa amigable.

El guardia se sorprendió por la rapidez de Gabriel y finalmente los dejó pasar. Gabriel se disculpó con Datch por las palabras pronunciadas, pero Datch le dijo que no se preocupara, ya que sabía que esas palabras eran solo para convencer a los guardias.

—¡Sí! Llegamos a la capital sanos y salvos, hermana —dijo una voz conocida para Gabriel.

—¡Sí! Llegamos a la capital, hermanita. Misión cumplida —dijo otra voz familiar.

Gabriel se volteó sorprendido al reconocer a las gemelas que habían sido secuestradas.

—¿Cómo pudieron ser tan imprudentes y seguirnos? Pudo haberles pasado algo. ¡Las dejaré en un orfanato para que reflexionen! — les reprochó Gabriel a las gemelas, golpeándolas en la cabeza.

—¿Por qué nos tratas así, mi príncipe? Mi hermanita y yo nos sentimos seguras contigo. —dijeron las gemelas con lágrimas en los ojos.

—Está bien, dejaré que vengan con nosotros. Pero les pido que no se metan en problemas ni me involucren a mí, por favor. —dijo Gabriel mientras observaba con ternura los rostros de las gemelas.

—Sí, confía en nosotras. No te causaremos problemas, mi príncipe. —dijeron las gemelas alegres mientras abrazaban a Gabriel.

Lisa se pone celosa de las gemelas al ver la cercanía que tienen con Gabriel.

Ayudame a mejorar esto: —¿Tienes celos, Lisa? No te preocupes, yo puedo darte cariño si quieres. —dijo Datch extendiendo los brazo para abrazarla

—¡Cállate, pedazo de idiota! —gritó Lisa mientras le da un golpe Datch haciendo que se desmaye.

—Lisa es muy violenta y poco educada, hermana— dijo una de la gemelas.

—si, hermanita, no sabe comportarse como una dama —dijo la otra gemelas

Gabriel corre hacia Datch y lo cura con su magia discretamente.

Datch despierta y le pide a Lisa que se disculpe, lo cual ella no quiere hacer. Entonces, Gabriel golpea a los dos. Lisa finalmente se disculpa y Gabriel sonríe alcanzando la armonía entre todos.

Ellos buscan una posada y planean lo que harán, ya que necesitan dinero para comprar ropa de sirviente para Datch, Lisa y las gemelas, de lo contrario no los dejarán entrar en la prestigiosa academia élite Mabushi. Gabriel comienza a planear.

—Debemos buscar trabajo o hacer tareas en el gremio de aventuras para ganar dinero rápidamente. El periodo de estudio comenzará pasado mañana, así que necesitamos conseguir dinero rápido —dijo Gabriel.

Los demás están un poco preocupados, ya que cada uniforme de sirvienta cuesta 3 monedas de oro, ya que en la capital todo lo que se vende es de alta calidad, por eso su precio es elevado.

—Ustedes no se han presentado. No sabemos sus nombres —dijo Gabriel a las gemelas.

—Mi hermanita se llama Nili, mi príncipe —dijo una de las gemelas.

—Sí, sí, príncipe, mi hermana se llama Mili —dijo la otra gemela.

Gabriel no sabía cómo diferenciar a las gemelas, ya que eran muy parecidas.

—Si tienes dificultad para diferenciarme de mi hermanita, princesito, solo fíjate en nuestros cabellos. El cabello de mi hermanita le cubre el ojo derecho —dijo Mily, explicándole a Gabriel.

—Sí, así puedes distinguirme, princesito. El cabello de mi hermana le cubre el ojo izquierdo —dijo Nili, señalando el cabello de su hermana.

Gabriel se da cuenta de que es una buena manera de diferenciar a las gemelas.

—Entonces, tú debes ser Nili —dijo Gabriel, señalando a la gemela cuyo cabello cubría su ojo derecho.

—¡Sí! Ella es mi hermanita, Nili —dijo Mili con voz tierna.

—¿Entonces, tú debes ser Mili? —preguntó Gabriel, señalando a la gemela cuyo cabello cubría su ojo izquierdo.

—¡Correcto! Ella es mi hermana, Mili —dijo Nili con voz tierna.

Gabriel, frustrado por la confusión, gritó a las gemelas pidiendo que dejaran de hablar así.

—Debemos ganar 12 monedas de oro para comprar los 4 trajes de sirvienta —interrumpió Datch.

Lisa intervino para aclarar que la mayoría de los trabajos pagan con monedas de plata, y que cada moneda de oro equivale a 7 monedas de plata.

—Es decir, debemos ganar 84 monedas de plata para comprar los trajes —calculó Gabriel.

Datch propuso que al día siguiente fueran al gremio de aventureros para encontrar un trabajo que les permitiera obtener las monedas necesarias.

Llegó la noche y el grupo de 5 amigos tuvo que dormir juntos en una misma habitación para ahorrar dinero. Las gemelas dormían abrazando a Gabriel, lo que hizo que Lisa sintiera celos y tuviera ganas de golpearlas.

Al día siguiente, después de desayunar, el grupo de amigos se dirigió al gremio de aventureros. Las gemelas se inscribieron y observaron el tablero de trabajos, notando que todos pagaban menos de 4 monedas de plata. Con el objetivo de ganar más dinero, decidieron escoger tareas diferentes cada uno.

Gabriel optó por un trabajo que pagaba 3 monedas de plata por ayudar a un grupo de guerreros a buscar un tesoro en una mazmorra. Dath decidió tomar un trabajo que pagaba 2 monedas de plata por mover unas rocas que obstruían el paso en un camino importante para el comercio del reino. Lisa eligió una tarea que pagaba 2 monedas de plata por cazar a un animal exótico, y las gemelas optaron por un trabajo que pagaba 1 moneda de plata por encontrar una mascota perdida.

Con sus trabajos asignados, el grupo estaba listo para llevar a cabo sus tareas y ganar el dinero necesario para comprar los trajes.

Fin del capítulo

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Liz Alonso
está increíble la lectura
Liz Alonso
Me intriga la lectura súper buena
Dixon Hernandez: Me motivas a seguir hacia adelante🥺
total 1 replies
Liz Alonso
Me tiene atrapada la lectura es bellísima
Theros
Me mantuvo atrapada hasta el final del capítulo📚😏
Ming❤️
Me encanta tu forma de escribir
Dixon Hernandez: Mucha gracias, aunque me falta aprende un poco más ❤️
total 1 replies
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