La Felicidad NO Esta Hecha Para Mi

Capítulo 18: Construyendo un Futuro Juntos

Cuando llego al apartamento, Lucía me recibe con una sonrisa llena de expectativa. "¡Martín! ¿Cómo te fue? ¿Qué tal conociste a los padres de Nicolle?"

Le cuento emocionado sobre la experiencia, y veo cómo sus ojos se iluminan de alegría. "¡Me alegro tanto por ti, hermano! Parece que todo salió muy bien."

Asiento con una sonrisa radiante. "Sí, Lucía. Me sorprendió lo cálidos y acogedores que fueron Sofía y José. Me hicieron sentir bienvenido desde el primer momento."

Lucía me mira con orgullo y ternura. "Me alegro muchísimo de escuchar eso, Martín. Tía Mariana estaría tan feliz de ver que has encontrado a una familia que te acepta y te recibe con los brazos abiertos."

Siento cómo una sensación de calidez se instala en mi pecho al escuchar las palabras de Lucía. "Tienes razón, pequeña. Sé que tía Mariana estaría celebrando esta nueva etapa de mi vida."

Lucía se acerca y me envuelve en un cálido abrazo. "Mereces ser feliz, Martín. Y me alegra ver que has encontrado a alguien como Nicolle, que te brinda tanto amor y apoyo."

Correspondo su abrazo, sintiendo cómo la gratitud y el alivio se mezclan en mi interior. "Gracias, Lucía. Sé que no ha sido fácil, pero contigo a mi lado, siento que puedo enfrentar cualquier cosa."

Nos separamos y Lucía me mira con una sonrisa tranquilizadora. "Siempre estaré aquí para apoyarte, hermano. Y estoy segura de que tía Mariana también lo está, desde donde sea que esté."

Asiento en silencio, sintiendo cómo el recuerdo de mi tía llena mi corazón de calidez y fortaleza. Sé que, de alguna manera, ella ha tenido un papel importante en que Nicolle y yo hayamos encontrado el uno al otro.

En los días siguientes, Nicolle y yo nos sumergimos en la planificación de nuestro futuro juntos. Hablamos sobre nuestros sueños, nuestras metas y la posibilidad de dar un paso más en nuestra relación.

Una tarde, mientras cenamos en un acogedor restaurante, Nicolle me mira con una expresión seria y entrelaza nuestras manos sobre la mesa. "Martín, hay algo de lo que me gustaría hablarte."

Siento cómo una leve sensación de nerviosismo se apodera de mí, pero trato de mantener la calma. "Claro, Nicolle. Puedes decirme lo que quieras."

Ella toma una profunda respiración y me mira con una mezcla de emoción y determinación. "Bueno, verás... Después de pasar tanto tiempo juntos, y de conocer a tu hermana y a tu tía Mariana, me he dado cuenta de que lo que siento por ti va más allá de una simple relación."

Trago saliva, sintiendo cómo mi corazón se acelera en anticipación. "¿Qué quieres decir, Nicolle?"

Ella aprieta suavemente mi mano y me regala una sonrisa radiante. "Martín, quiero que sepas que te amo. Y me gustaría que consideráramos la posibilidad de dar el siguiente paso en nuestra relación."

Siento cómo una oleada de emociones me invade, y no puedo evitar que mis ojos se llenen de lágrimas. "¿Nicolle, estás diciéndome que... quieres casarte conmigo?"

Ella asiente con una sonrisa llena de esperanza y emoción. "Sí, Martín. Quiero formar una vida contigo, si tú también lo deseas."

Aprieto suavemente su mano, sintiendo cómo mi corazón late con fuerza en mi pecho. "Nicolle, yo... no sé qué decir. Esto es tan... inesperado."

Ella me mira con una expresión comprensiva. "Lo sé, Martín. Sé que es un gran paso, pero quiero que sepas que estoy segura de lo que siento. Quiero compartir mi vida contigo, si tú me lo permites."

Respiro profundamente, tratando de organizar mis pensamientos. "Nicolle, eres una mujer increíble. Desde que te conocí, has traído tanta alegría y luz a mi vida. Y la verdad es que... también te amo."

Una expresión de felicidad se dibuja en el rostro de Nicolle, y siento cómo sus ojos se llenan de lágrimas. "¿Entonces, eso significa que...?"

Asiento con una sonrisa temblorosa. "Sí, Nicolle. Sí quiero casarme contigo."

Ella suelta una exclamación de alegría y se lanza a mis brazos, rodeándome con fuerza. "¡Oh, Martín! No sabes lo feliz que me haces."

Correspondo su abrazo, sintiendo cómo una sensación de plenitud y felicidad me invade. "Y tú a mí, mi amor. Juntos, vamos a construir un futuro maravilloso."

Nos separamos y nos miramos con una mezcla de emoción y complicidad. Siento cómo una nueva etapa se abre ante nosotros, y me siento más que preparado para enfrentarla.

Cuando regreso al apartamento, Lucía me recibe con una expresión de expectativa. "¡Martín! ¿Qué tal tu cita con Nicolle?"

Le cuento emocionado sobre la propuesta de Nicolle, y veo cómo su rostro se ilumina con una sonrisa radiante. "¡Oh, Martín! ¡Eso es maravilloso! ¿Vas a casarte?"

Asiento con una sonrisa llena de felicidad. "Sí, Lucía. Nicolle me propuso matrimonio, y yo le dije que sí."

Lucía me abraza con fuerza, riendo y aplaudiendo de emoción. "¡Estoy tan feliz por ti, hermano! Tía Mariana estaría tan orgullosa de ver que has encontrado a alguien que te ama y te hace tan feliz."

Correspondo su abrazo, sintiendo cómo las palabras de Lucía llenan mi corazón de calidez y gratitud. "Lo sé, Lucía. Siento que, de alguna manera, tía Mariana ha tenido algo que ver con todo esto."

Nos separamos y Lucía me mira con una expresión llena de ternura. "Estoy segura de que así es, Martín. Ella siempre quiso que encontráramos la felicidad, y sé que está celebrando este nuevo capítulo de tu vida."

Asiento en silencio, sintiendo cómo el recuerdo de mi tía me llena de fortaleza y esperanza. "Gracias, Lucía. Sé que con tu apoyo y el de Nicolle, voy a poder honrar el legado de tía Mariana de la mejor manera posible."

Lucía me sonríe con orgullo y toma mis manos entre las suyas. "Y yo estaré aquí para apoyarte en todo, hermano. Juntos, vamos a construir un futuro que haría sentir a tía Mariana muy orgullosas.