Samara es una brillante joven que vive con sus padres adoptivos en un tranquilo pueblo.Un día acompaña a su mejor amiga a pasar el fin de semana a ciudad Amatista ,la ciudad más moderna y próspera del continente.Lo que no sabía Samara es que ese viaje le cambiaría la vida para siempre ya que allí descubre que es una loba blanca,algo no visto en años y que su pareja es nada más y nada menos que Alfa Kai,el Alfa de ciudad Amatista,el líder más poderoso que hay en todo el continente.
La nueva pareja tendrá que luchar contra los fantasmas del pasado que querrán aprovecharse de su poder ya que la loba de Samara guarda un gran secreto .¿Aceptará Samara su legado y a su pareja destinada?¿Podrá Alfa Kai protegerla?
NovelToon tiene autorización de Verónica Fernández Vega alias Melika Ferve para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Capítulo 21 Amor a primera vista
Samara
La discoteca era como diez veces más grande que la que había en Greenforest. Había cola para entrar y pensé que tardaríamos un buen rato hasta que pudiéramos pasar pero para mí sorpresa no fuimos a la entrada principal. Nos dirigimos a un lateral de la discoteca donde había una escalera que llevaba a una puerta. Un gran portero que debía medir dos metros nos recibió haciéndole una reverencia a Kai y abriéndonos la puerta.
—Tu pareja es Alfa Kai, acostúmbrate a estos privilegios— me susurró Lina en el oído.
Entramos y el sonido tecno estalló en mis oídos. Un montón de olores se filtraron por mis fosas nasales, perfumes, sudor, olores que iba reconociendo que eran de lobos, otros que suponía que pertenecían a humanos y uno que predominaba por encima de todos, ambientador de moras.
Llegamos directos a lo que suponía era el reservado vip. Una especie de balcón grande con varios sofás, una mesa alta llena de vasos y bebidas y un par de mesas bajas. En el frente había una barandilla con vistas directas a la pista de baile central. Cientos de chicos y chicas se contorneaban al ritmo de la música.
La luz era tenue y había varios focos de luces de colores moviéndose aleatoriamente. Mis sentidos de loba estaban mucho más desarrollados y todo lo percibía con mucha intensidad.
—¿Estás bien? —susurró Kai en mi oído abrazándome por detrás. Ni siquiera me había dado cuenta de que me había separado del grupo y estaba sola, apoyada en la barandilla observando la pista de baile.
—Sí, es solo que bueno, mis sentidos son ahora mucho más agudos y todo se siente como muy intenso. Estoy un poco abrumada, la verdad— confesé.
—Te acostumbrarás y luego ni lo notarás, ya verás— dijo besando mi sien.
—Bueno, ¿qué hacéis aquí?, vamos a beber. No sé si te han contado que los lobos tenemos mucha resistencia al alcohol— Crystal enganchó mi brazo y me llevó hacia la mesa donde estaban las bebidas.
—¡Por eso tienes tanto aguante ,zorra! Por seguirte el ritmo siempre soy yo la que acaba borracha— le expeté a Lina.
—¡Pues claro ,perra!. De humana tenías poco aguante, ahora será mucho más divertido— la morena me dio un vaso con una bebida oscura, al beberla me di cuenta que era algún tipo de ginebra de frutos rojos.
—Algún día tienes que contarme de donde os viene esa obsesión de llamaros por nombre de animales—me dijo Kai antes de besarme.
—Lo siento Alfa pero le robo a mi amiga un rato—
Lina tiró de mí y me llevó hacia la zona de la barandilla donde Tessa, Robert y Crystal ya habían improvisado la pista de baile.
Bailé un buen rato con la morena y los demás. No me pasaban desapercibidas las miradas que se echaban Robert y mi amiga y pensé que hacían buena pareja.
En un momento de la noche pusieron una canción de Black Pink que tenía una coreo súper sensual. Coreo que Lina y yo nos sabíamos al pie de la letra porque la aprendimos jugando en el Just dance. A la morena y a mí se nos daba muy bien ese baile sensual y eso hacía que siempre tuviéramos algún tío babeando cerca cada vez que la bailábamos. Esta vez no fue la excepción y cuando terminamos el rubio me miraba como si fuera una bestia salvaje y yo fuera su presa a la que estaba a punto de cazar. No tardó ni un segundo en rodearme con sus brazos y estampar sus labios en los míos abriéndose paso con su lengua para adueñarse de mi boca. El beso subió de tono y sabía que si seguíamos así media discoteca oleria mi excitación.
—Kai ,estamos en público — le recriminé cuando me agarró el culo con su mano.
—No sabes las ganas que tengo de llegar a casa y arrancarte ese vestido—
—Eso tendrá que esperar ,lobito— le di un beso en los labios y me giré hacia mi amiga.
Lina estaba hablando muy animadamente con Robert.
—Parece que no soy el único al que le ha gustado el baile— el rubio me abrazó por detrás y apoyó su cabeza en mi hombro.
—Hacen buena pareja ¿verdad?. Conozco a Lina y sé que le ha gustado Robert desde que lo vio entrar por la puerta del salón de James—
—Sería genial que acabaran juntos. Robert encontró a su pareja el mismo día de su transformación, cuando cumplió dieciocho años. Era una compañera de clases. Por desgracia murió un mes después por una rara enfermedad que acabó con ella en cuestión de días—
—Eso es terrible—
—Sí, Robert lo pasó muy mal. Cuando ocurrió,sus padres decidieron mudarse a la manada de sus abuelos maternos para que pudiera empezar una nueva vida .Pensaron que sería buena idea pero alejarlo de su manada y de su hermano sumado a la pérdida de su pareja ,hicieron que cayera en una gran depresión.Al final Robert acabó volviendo a Amatista .Le costó algunos años superar aquello pero se recuperó. Nunca lo había visto tan interesado en una mujer. —
La morena no paraba de sonreírle al castaño y por como le brillaban los ojos y la sonrisa tonta que tenía supe que Robert le gustaba mucho.
—Vamos a ir a la pista a enseñarles a esos de ahí abajo como se baila, ¿te vienes?—Crystal me extendió la mano.
—Vale—la rubia le dio un tirón a mi mano y me condujo hacia las escaleras.
Al principio de estas había un seguridad que no dejaba subir a nadie. Nos dirigimos a la pista y empezamos a bailar dándolo todo. Crystal y Tessa no paraban de reír y me pregunté si era cierto eso de la tolerancia al alcohol en los lobos. Cuando llevábamos bailando tres o cuatro temas se unió Lina a la fiesta. Se me acercó para decirme algo al oído.
—Me ha besado—la morena estaba realmente emocionada — Samy, me gusta mucho, nunca me había sentido así con un chico. Es tan guapo, tan dulce, tan caballero y ¿te he dicho ya que está buenísimo? —
El comentario de mi amiga me hizo reír. Era la primera vez que la veía tan ilusionada con un chico.
—Me alegro muchísimo — le dije de todo corazón.
—Sé que no es mi pareja. Me ha contado que conoció a su mate pero que murió al poco de encontrarla. Sin embargo esto que siento es distinto a lo que he sentido por ningún hombre—
—¿Amor a primera vista? —
—No lo sé pero lo que sí sé es que quiero quedarme a averiguarlo —
Seguimos bailando y me entró mucha sed. Avisé a las chicas de que iba a la barra y me empecé a abrir paso entre el tumulto de gente. Llegué a la barra y cuando iba a pedirle al camarero un vaso con agua alguien me agarró por la cintura. Su olor me era familiar.
—Dichosos los ojos ,pequeña— reconocí la voz que había escuchado tantas veces.