Mi Hija Es Del CEO

Miro a Henrique, que se acerca cada vez más de donde estamos. Haciéndome estremecer aún más. Su aroma masculino, impregna mis sentidos. Pero me despierto rápido, viendo cómo alza una ceja hacia Rebecca, y luego me mira a mí.

- ¿Ha pasado algo?

- N-Nada señor. S-solo...

Percibo a Rebecca aprensiva. ¿Habrá escuchado nuestra conversación? No creo. Si no, no preguntaría así. Quizás la reprendería, no sé.

- No ha pasado nada. Las dos estábamos conociéndonos mejor.

Hablo intentando apaciguar la situación. Quiero mostrarle a Rebecca que no soy su enemiga. Ella me mira sorprendida. Henrique me observa, con una mirada intimidante. Como si no creyera mis palabras.

- No necesitas encubrir a Rebecca\, Sofía. Sé que ella...

- No estoy encubriendo.

Hablo segura de mí misma. Él aún me mira con dudas. Mira a Rebecca, que aún me observa sorprendida. Pronto se pronuncia.

- ¡Está bien! Espero de verdad que no haya pasado nada... ¿Le pediste que organice la sala?

Le pregunta a Rebecca, quien ahora parece respirar aliviada. Parece que temía perder su trabajo.

- Sí\, señor Henrique. Ya está todo arreglado\, tal y como usted me pidió.

- ¡Perfecto! Bien\, Sofía. Antes que cualquier cosa\, si necesitas algo\, solo pídeselo a Rebecca.

Me dice, y luego miro a Rebecca, quien baja su cabeza con tristeza. Él no notó este comportamiento. Porque ella rápidamente se recompuso.

- ¡Claro!

Respondo, y miro solemnemente a Rebecca. Siento incomodidad. Y sé muy bien lo que es eso. Compasión por esta mujer. Es algo en mí que sé que nunca podré cambiar.

Después de este episodio, seguimos juntos hacia su oficina. Y antes de entrar, noté una vez más la mirada triste de Rebecca.

Allí, en su oficina, él me mostró en qué estaría trabajando. Teniendo allí algunos de los muchos proyectos que analizaré. Y ver si seguimos los procedimientos adecuados para ellos. O si serán rechazados.

En la empresa Guzmán, proporcionamos contenido de todas las formas y tipos. Desde marketing, hasta la creación de electrónicos y otros más.

Aquí en la empresa, él optó por muchos emprendimientos. Y es a partir de los proyectos llevados a cabo aquí por profesionales en el área que se continúan las otras empresas que él tiene. Mi deber es analizar cada proyecto, ver si vale la pena el esfuerzo y otros asuntos burocráticos más.

Como dije antes, es una gran responsabilidad.

Me llevó hasta donde sería mi oficina. Que está frente a la suya. Una oficina muy hermosa y espaciosa. La vista es magnífica. Se puede ver la calle desde aquí abajo. Seguida de un hermoso y magnífico paisaje que es nuestro California.

Henrique me presentó con el director de la empresa, su amigo Samuel. A primera vista, noté que es una buena persona. Luego me llevó al equipo de trabajadores allí. Presentándome como analista de la empresa.

Algunas miradas recelosas. Otras miradas complacidas. Y por supuesto, como siempre, las de envidia. Desafortunadamente, eso ocurre en todos los lugares.

Llevo trabajando aquí dos semanas. Y en estas dos semanas, muchas cosas han cambiado.

Pude revisar algunos de los proyectos en los que vi que no eran totalmente viables. Gustos altos, calidad media. Con eso, perderíamos mucho con estos proyectos si no se reevalúan.

Mostré mi punto de vista a Henrique y Samuel. Y los dos estuvieron de acuerdo conmigo.

Quienes no estuvieron muy felices fueron los productores de los proyectos. Pero qué se le va a hacer. Estoy aquí para evaluar el contenido y dar mi opinión.

Por suerte, después de una reunión con el equipo, comprendieron mi punto de vista. Y están rediseñando el proyecto según les mostré donde había cabos sueltos.

En estas dos semanas, mi convivencia con Rebecca ha mejorado. Y pude conocerla más. Una mujer esforzada. Pero también herida.

Mi convivencia con Henrique ha mejorado cada día. Y confieso que he cambiado mi opinión sobre él. Es un buen jefe. Excelente empresario. Y parece que se está convirtiendo en un buen amigo.

Todavía necesito encontrar a mi mano derecha aquí. Mi analista asistente. Alguien que me ayude con esta tarea.

Henrique me ha dicho que todavía no ha puesto a nadie en ese puesto. Quiere que yo elija a esa persona. Después de todo, él o ella tiene que transmitirme mucha confianza.

Estoy observando a cada uno aquí que trabaja en el área. Y para ser sincera, solo una persona me transmite confianza. Los demás no son malos en lo que hacen, pero no sé si Henrique aprobará mi elección.

Voy a su oficina porque necesito resolver esto cuanto antes.

Salgo de mi despacho y antes de entrar en su despacho, veo a Rebecca muy concentrada en su trabajo allí. Tanto es así que creo que no me ha visto. Pero enseguida me doy cuenta de que me equivoco. Ella volvió la mirada hacia mí.

Me saluda con la mirada y yo le devuelvo el saludo. Llamo a la puerta de la oficina de Henrique y escucho un "puedes entrar" por parte de él.

Entro y en cuanto me ve, sonríe. Mi corazón se acelera, pero me controlo antes de acercarme.

- He venido a resolver la cuestión del/la nuevo/a vice.

- Lo has resuelto rápido. ¿Estás segura?

- Sí\, estoy segura.

- Mira\, Sofía. Aún no sé quién será la persona que colocaré como vice. Y no quiero que pienses que me estoy inmiscuyendo en tus decisiones.

Pero no olvides que esa persona tiene que ser alguien con quien puedas trabajar. Así evitarás dolores de cabeza en el futuro.

Es incluso tierno que él se preocupe por mí. Pero realmente tuve en cuenta ese aspecto también. Además, por supuesto, de saber si la persona es competente para ocupar ese cargo. Y nunca estuve tan segura de que esta persona es la indicada. Solo espero que Henrique lo permita.

- Sí\, he tenido eso en cuenta.

- Bien entonces. Dime el nombre.

- Rebecca.

Él me mira asustado. Entiendo esa mirada de él. Después de todo, no se necesita una bola de cristal para ver que al principio no nos llevábamos bien.

Pero desde que empecé a trabajar en los proyectos, he notado su rendimiento. Y no puedo negar que Rebecca tiene mucho potencial.

- ¿Pero Rebecca? ¿Estás segura?

- Sé lo que estás pensando. Después de todo\, Rebecca es tu secretaria. Pero realmente tiene mucho potencial como analista. Y además\, yo estuve en su lugar.

La presión de ser secretaria es grande. Saber que no puedes cometer errores. Todo pasa por tus manos.

Estoy segura, Henrique. Rebecca está preparada para el puesto de vice.

- Nos quedaremos sin secretaria si ella se convierte en tu vice.

Me dice sonriendo. ¿Es que este tipo no deja nunca de sonreír?

- Si me lo permites\, conozco a alguien perfecto/a para el puesto.

Cuando digo que no para de sonreír, no estoy mintiendo. Porque en este momento él me sonríe a mí. Y yo acabo sonriendo de vuelta.