EL PESO DEL AMOR #EllaMayorQueÉl

#ELLA

Fui a ver ese departamento, me temblaba la mano al meter la llave en la cerradura, mi corazón latía frenético, no me llegaba el aire en los pulmones, solo pensar que en ese lugar me engañaba, que en ese lugar era para la otra, me partía en dos, por más que creí que lo tenía superado, enterarme de esto me afectó, más de lo que creía.

Ingrese, localicé donde estaba el botón para encender la luz, al prender me encontré con una sala amplia, contaba con un sofa en color claro de tres cuerpos, con almohadones en celeste y blanco, una mesa redonda de vidrio petisa, ante el mismo, adornado con un pequeño florero de vidrio transparente que contenía flores artificiales en tonos blancos. Una pequeña alfombra blanca, ante él sofa, un mueble que contenía una tv plana con todas las plataformas. Sonreí irónica, a nosotros no nos daba esa posibilidad asegurando que el dinero no era suficiente, apenas teníamos los canales del cable y la página general para ver videos. La cocina era una maravilla aunque parecía que nunca la ocuparon, al igual que él refrigerador, estaba vacío. Una escalera guiaba a la habitación principal, donde se apreciaba una cama amplia con mantas blancas, un Placard que solo tenía mantas y juegos de sábanas. El baño se encontraba debajo de la escalera detrás de una puerta de vidrio que se deslizaba al costado sin ocupar mucho espacio. Ese departamento era un sueño. Me senté a llorar de la bronca, tantos años que una vocecita en mi interior me decía lo que pasaba y solo la ignoraba,( " él te engaña, él te miente"), soñando que Homero valore mi esfuerzo y nos ame como familia. Si ese día no lo veía con mis propios ojos, tal vez seguiría recibiendo migajas, confirmando me con nada, dejando de lado mis sueños por seguir los de él.

En ese momento me llama mi hermana.

📱Ella, ¿Dónde es?

Consulto, ella vino para ayudarme a ver

📱Espera ya salgo.

Le respondí

📱Ok

Dijo y corto.

Me seque las lágrimas, me mire en un espejo comprobando mi aspecto y salí a buscarla.

El departamento quedaba en un pasillo, casi indetectable, se salía caminando unos veinticincos pasos en dirección a un portón negro de metal, que parecía un garaje, pero solo tapaba de la vista el pasillo, donde los otros que vivían en los departamentos vecinos dejaban al fondo sus motos o bicicletas guardadas.

Salgo y la veo mirando a todos lados.

-Beth. La llamo.

-Ha, Ella, es ahí, que bien camuflado, como no tiene el número. Me dice mirando su celular, ella se guiaba por el GPS.

-Si, ven. Le señalo a que me siga.

-Es muy estrecho el pasillo, no tiene patio. Va ella observando todo.

-Es aquí. Le digo haciéndola pasar.

-Mierd@, es espléndido (Expreso y se callo al ver mi cara)... Lo siento, es que no puedo evitarlo. Me dice.

-No te puedo negar que es así, pero aquí no voy a poder vivir. Le digo dolida.

-Te entiendo... Saber que lo usaban para eso... Déjamelo a mi. Me dice.

-Si, te cobro el alquiler. Le respondí.

-Me vas a cobrar... Está bien que Homero te dejo sin casa, no te pasa para los chicos... Pero no te agarres conmigo. Me dice sarcástica.

-Eres mi hermana, te amo... Pero debo sacar provecho de esto. Le respondí.

-Me quedó con papá no más, tengo todo... Solo debo ocuparme de lavar su ropa y limpiar la casa. Me responde pensativa.

-Es como un trabajo, solo que te paga con techo y comida. Le respondí.

-Si, eso sí... Pero tú también vives ahí, ¿en qué colaboras?. Me consulto.

-Le hago los tramites que él no puede y me ocupo de las cuentas, sumado a que cocino. Le recordé.

-Ja, ja... Si... Eso es lo que agradece... Conmigo debía comer afuera o comprar vianda. Comenta divertida al recordar que no es muy dócil en la cocina.

En eso escuchamos que la puerta se abre y unas risas de mujer.

"PASA"

"ES UN LINDO LUGAR" la voz de un hombre.

"TE DARE UN TUR" Le respondió ella con voz sensual.

Cuando pasan del todo es Norali con otro hombre, lo tenía abrazado del cuello comiéndole la boca. Se estaban sacando las prendas de arriba, cuando nos ven.

Beth se puso a filmar en vivo en ese momento.

-¡¿QUÉ?! Dijo Norali sorprendida al verme.

-ASI QUE NO SOLO ANDABAS CON MI ESPOSO, SINO CON OTRO MAS, SIN CONTAR QUE CELSO ES TU ESPOSO. Le digo a propósito solo para dejarla en evidencia ante ese nuevo candidato.

"¿Cómo? ¿Eres casada?"

"NO" "NO ES ASI" Se defendió nerviosa.

En eso apareció Homero.

-¿QUÉ SIGNIFICA ESTO? Indagó al ver a Norali junto a ese hombre en una pose comprometedora.

Ella se apresura en arreglar su ropa, roja, al ser descubierta por Homero.

"ME LARGO" Dijo el que vino con Norali.

"ESPERA" Le dijo preocupada.

Pero él se fue como rayo.

-ASÍ QUE USAS MI DEPARTAMENTO PARA TUS ENCUENTROS. Le grita molesto Homero.

-NO, NO ES ASÍ. Sigue negando lo evidente.

-VETE, TU PESTILENCIA CONTAMINA. Le señalo a Norali.

-MALDITA ZORRA... ME ARRUINASTE EL MOMENTO... QUE HACES AQUI. Me grita furiosa.

-ESTO ME PERTENECE.

Se aproximo Homero sacándole la llave de la mano.

-ESTE DEPARTAMENTO ES MIO... ASI QUE VETE. Le señalando la salida.

-NO ES ASI...

Tartamudeo ella nerviosa.

-NO, TIENES RAZÓN, AHORA ES DE ELLA. Le aclaró y Norali miro con sorpresa sin saber que decir.

-VETE. Le señalo él sacándola a los empujones y le cerró la puerta en la cara.

Él suspiro nervioso, estaba rojo de la bronca, carraspeó antes de hablarme.

-ESTABA... ESTABA POR PEDIR UNAS COSAS... PERO PENSANDOLO BIEN... QUÉDATELO TODO... SI QUIERES VENDER LAS COSAS... HAZLO. Me dijo y veo que se sostiene por la puerta, se ve que le afectó lo que se le reveló.

Norali tenía la osadía de traer a sus otras conquistas al lugar donde él creía que era exclusivo de ambos.

Él hecho de ver que Norali podía estar con él y otro al mismo tiempo le hizo cambiar de opinión de querer sacarme algo más, si ella no aparecía capaz me hacía la vida de dibujitos al exigir lo que él consideraba suyo, y solo me dejaría un departamento vacío, pero al parecer la suerte se puso de mi lado por fin.

-Ven, siéntate. Le dije y Beth le facilito un vaso de agua, era todo lo que podía darle.

No quería que se descomponga aquí, no tenía ánimos de lidiar con él enfermo, era muy melodramatico, quisquilloso para tomar los remedios, debía disfrazarlos en alguna comida siempre para que los tome, era como engañar a un niño.

-Gracias. Le dijo Homero suspirando pesado, al tomar el agua.

-¿Llamo a un doctor? Le consulto, así despacharlo enseguida.

-No te burles... Ya me voy... Te dejo la llave... Cambia la cerradura por las dudas. Me dijo incorporándose y se tambalea sentándose de golpe.

-LLAMA AL DOCTOR. Le indique a Beth.

No me dejaría manipular por su actuación, y si era verdad su mal estar, quién mejor que un doctor para atenderlo.

Se quedó sentado sosteniendo su cabeza, llegó la ambulancia.

-VOY A ACOMPAÑARLO. Le dije a Beth.

-RETIRO A LOS BEBES DE LA GUARDERIA. Me respondió ella.

-SI GRACIAS. Le respondí.

-No necesitas acompañarme. Me dice Homero.

-NECESITA UN FAMILIAR CON USTED. Le dijo el médico que lo revisó.

Nos trasladaron en la ambulancia hasta el sanatorio donde él tiene su extensión médica.

-ESPERE AQUI, LE HAREMOS VARIAS PRUEBAS. Me señalo una enfermera una silla para que me siente.

-ELLA. Escuché la voz de Esteban.

Levanté la mirada viendolo vestido de manera informal ante mi.

Me incorpore nerviosa, preocupada de como me veía, si mi vestimenta no era tan casual, haciendo memoria si me maquille.

Sumergida en mis pensamientos él se me abraza fuerte.

-Me alegro de verte, me hacías tanta falta. Me dice con la voz rota.

Le correspondo en el abrazo.

-¿Qué pasa?... ¿Te paso algo? Le pregunto afligida.

-No (Responde con la voz rota como si quisiera llorar, pero se aguanta de hacerlo)... Es que mi madre está aquí... Está muy mal...

-Vamos a tomar algo y me cuentas con calma. Le sugiero, al pensar que se podría mal interpretar si me veían así con él.

Lo guíe a la pequeña cafetería del sanatorio y solicité dos café con medias lunas.

- Los médicos me dicen que lo suyo es emocional (Prosigue él, se ve que necesitaba desahogarse)... Porque su salud física está muy bien... Ella me pidió conocer a la mujer con la que me casaría en el futuro, por más que no vea en persona el casamiento... No supe que responder. Me dice, le sostengo la mano en señal de apoyo, él me sujeta la mía con sus dos manos y posa un beso tierno en ella.

-Puedo entender por lo que pasa... Yo no sé cómo estaría si hubiera pasado por un asalto, como el que ella pasó. Le comento.

Él me mira directo y suspira hondo.

-A vos te puedo contar... Vas a entender mejor y se que sos discreta... No lo divulgaras. Me dice.

-Lo que hablamos jamás lo cuento. Le asegure

-En realidad... Una mujer que se colgaba el cartel de amante de mi padre... Fue la que inrrumpió en la casa y la atacó... Mi madre se defendió... Por lo que esa mujer está en coma... Mi madre se siente culpable, mal o no se, por culpa de esa mujer... Por lo que está así. Me cuenta.

Lo miro sorprendida, no esperaba algo así, se ve que no se lo dijeron a nadie, de seguro debe ser muy vergonzoso.

-Ahora entiendo, porque dijiste que lo entendería. Le respondo suspirando pesado.

-Ella... Puedes hablar con ella...

-¿Qué puedo decirle? Le pregunto nerviosa.

-Creo que al hablar contigo se sienta relajada y te diga lo que le angustia... A nosotros no nos dice. Me comenta angustiado.

Suspiro nerviosa. Pero al final accedo al ver lo angustiado que está.

-Bien. Le respondí.

Lo seguí hasta la habitación donde estaba.

-Ma... Mira a quien encontré. Le anuncia Esteban.

-Buenas. La saludo.

-Ah, Ella. Respondió con la voz débil.

Estaba acostada tapada hasta el cuello.

-Mis bebés la pasaron muy bien en su casa... Quedaron encantados con las tortas que le invitaron. Le comento, sin hablarle de su estado, o mencionar lo que le pasó, en mi caso me molestaría si cada persona que me visita hablara solo de eso que me hace mal recordar.

-Si... Son una dulzura... Tu niño es muy cariñoso con su hermana... Está siempre atento a ella. Me comenta.

-Se llevan muy bien. Le respondo.

-¿Ella? Escucho la voz del doctor Ezcurra a mi espalda.

- La conoce doctor, es una amiga de la familia. Le dice la madre de Esteban.

- Si, es mi secretaria del consultorio. Debo chequear su muñeca. Le responde el doctor.

- Fue un gusto que me visites, te llamo cuando salga así tomamos unos mates de leche y torta, trae a tus peques, son lo más cerca que puedo ver a bebés y siendo sincera creo que solo a ellos podré disfrutar aunque no sea su abuela real, como mi hijo jamás me hará abuela, solo está centrado en su trabajo. Me dice la madre al despedirme.

- Mamá me avergüenzas. Le dice Esteban.

- Ella dile que los hijos son una bendición, que te dan una razón para vivir y no una carga como él cree. Asegura su madre.

- En eso le doy la razón. Le respondí saliendo de la habitación.

- ELLA, NO TOMES EN SERIO LO QUE MI MAMÁ DIJO... NO CREO QUE SEAN UNA CARGA LOS HIJOS... MI MADRE SOLO LO DIJO POR AVERGONZARME... AL MENOS SE QUE NO ESTA TAN MAL, GRACIAS A TI. Me trata de explicar nervioso.

- Tranquilo, lo entiendo, no todos están hechos para tener hijos... En mi caso los adoro, gracias a ellos sigo adelante... Si no los tenía capaz dejaba este mundo por el dolor de una traición.

-ELLA... NO SABIA QUE TE SENTÍAS ASI, LO LAMENTO. Apareció Homero con su saco en la mano y el brazo vendado.

-ELLA, ME ACOMPAÑAS. Apareció el doctor Ezcurra.

Homero al verlo se le inyectaron los ojos de sangre

- LA QUIERE LLEVAR A OTRA FIESTA. Gruño molesto Homero, estaba enterado de eso.

-¿Qué? Pregunto Esteban mirando sorprendido

- ESO NO LE INCUMBE, USTED SOLO LE CAUSA DOLOR. Le respondió el doctor.

Homero al no poder con su genio se abalanzó sobre el doctor.

-¿Tienes algo con el doctor? Pregunto Esteban molesto.

- NO. Le respondí, pero él negó decepcionado y se fue ignorando a los que forcejean aferrados del brazo, uno del otro.

Mi corazón latía frenético, no sabía si separar a los que peleaban o ir tras Esteban.