PERSUASIÓN

¿Qué es lo qué quiero en este momento? ¿Qué cosas deseo en mi vida? ¿Intentar obtener ese romance que tuve tiempo atrás? ¿Preocuparme por querer agradar a mi padre? ¿Buscar mi felicidad? ¡Todo es un proceso!

—Solo quiero ser feliz. ¿Crees que eso sea posible?

—Pensé que ya eras feliz.

—Soy feliz, pero quiero ser más feliz de lo que ya soy.

Janet sonríe a mi respuesta.

—Entonces no te preocupes por papá y tampoco pienses demasiado en lo que ya fue.

—Dejaré que todo fluya.

❤️❤️❤️

Mi padre está con Mónica en el centro de la pista de baile. Ellos bailan al compás de una canción en inglés que yo nunca había escuchado. ¡Se ven tan felices!

—Ahora es un hecho que tendremos madrastra —Laura se anima decir.

—Sí. ¿Creen que ella logre envejecer al lado de papá? —Janet hace la pregunta.

Mónica es quince años menor que papá y diez años mayor que Janet.

—Puede ser. Papá no es un hombre de ojo alegre —Me atrevo a decir.

Agarro la botella de vino y sirvo más en mi copa.

—¿Planeas ponerte feliz con el vino? —Laura pregunta.

James está conversando con el tío Román.

—Sí, puede ser. Hoy estamos de fiesta —digo sin pena.

Entonces, mientras bebo, veo que Alán está enfocando con su cámara a la pareja festejada.

—¿Tú lo contrataste? —Laura me cuestiona, sé que está refiriéndose a Alán—. ¡Es un fotógrafo muy guapo!

—Sí, yo le pedí que fuera el fotógrafo, pero no quiso cobrarme.

—¡¿De verdad?! —Laura parece emocionada.

—Es el regalo de papá, eso me dijo Alán.

—¡Le gustas! —Dice Janet—. Te ha estado mirando mucho.

Y justo en ese instante, sus ojos se enfocan en mis ojos. Detrás de él más parejas se unen al baile alrededor de papá y su prometida.

—¿Debería ir a bailar con él? —Me atrevo a preguntarles.

—Sí. Ve a bailar con él —Laura está muy emocionada.

Termino de beber el vino de mi copa. Me levanto de mi silla y estoy decidido. Comienzo a caminar en la dirección de Alán, quiero bailar con él y su sonrisa me parece muy hermosa.

—¿Quieres bailar conmigo?

Entonces, cuando él toma mi mano, comienza a sonar ¿Simple Girl de Remy Bond? ¡De verdad! Su cámara le cuelga del cuello, pone una mano en mi cintura y la tela de su saco es suave.

—¡Te ves muy guapo! —Me dice.

—¡Gracias!

—Solo digo la verdad. ¡Eres muy bonito!

Sonrío de forma natural.

—Sí yo estoy bonito, tú eres el hombre más hermoso de la noche. ¡Me gusta tu barba!

Sus ojos están encantados con mis pupilas, la sonrisa de su rostro me hace sentir muy afortunado de estar aquí.

—¿Solo te gusta mi barba? —Su pregunta provoca que mis pupilas irradien picardía.

—También me gusta tu cámara.

—Te he tomado unas fotos.

—¡¿De verdad?!

—Sí, te he capturado distraído en momentos y has salido muy bien.

—¿Eres un paparazzi?

—Por ti sí lo soy.

—¿Coqueteas conmigo?

—¿Soy bueno? —Sus cejas se mueven y su gesto me parece muy atractivo.

¿Cómo es que estoy bailando con este hombre guapo? ¡Mi corazón late con intensidad! ¿Será el amor o el vino que consumí? ¡Un desastre amoroso acecha mi alma!

—¡Eres bueno!

—Me alegra saber eso.

—Eres un hombre de novela romántica.

—Y tú me escribiste.

—¿Te parece así?

—Sí. Siento atracción por ti, me gustas.

—¡A mí también me gustas tú! —Le digo sin rodeos y tengo una sonrisa amplia en el rostro—. ¿Puedo tocar tus mejillas?

—¿Quieres tocar mi barba?

—Sí.

Siento que comienza a agacharse un poco, suelto su mano y él aferra esa mano a mi cintura. Aproximo mis manos a su rostro, siento sus vellos contra mi tacto y un cosquilleo intenso surge en mi interior. ¡Me siento en las nubes!

—¡Eres muy guapo! —Le digo con mucha ternura.

Sonríe, sus labios están cerca de mis dedos, mis pupilas lo miran con fijeza.

—¿Te gusta el vino?

—Sí.

—Tu aliento me parece hipnótico.

—¿Por qué?

—Siempre me he preguntado a qué sabe un beso con toque a vino.

—¿Te gustaría averiguar a qué sabe? —No dudó en preguntarle.

La melodía es tan dulce que me hace sentir como si esto fuera un sueño. ¿De verdad estoy haciendo esto? Me siento libre, yo estoy decidiendo hacer esto porque mi corazón se siente cómodo con él.

—Sí.

Sonrío con amplitud.

—Te ayudaré a averiguarlo.

—¿Me besarás?

—Sí. ¿Te parece bien?

—De acuerdo.

Me muerdo los labios antes de acercar mi boca a su boca. Con mis manos atraigo su rostro y ligeramente me pongo de puntitas para sellar nuestros labios. ¡Cierro los ojos! Su boca encaja a la perfección con mi boca, la suavidad es tan dulce que siento que puedo derretirme en este instante. Su lengua entra a mi boca y captura mi sabor. ¡Toma vino de mí!

La melodía termina. Soy yo quien abre los ojos y ve que él aún tiene los ojos cerrados. ¡Es momento! Con suavidad alejo mi boca de sus labios y el contacto visual irradia las ganas de seguir besándonos.

—¿Qué tal? ¿Te gustó el beso sabor a vino?

—¿Puedo probar más? —Sus labios me han hipnotizado.

Su mirada tiene deseo y yo, me muerdo el labio inferior. ¡Yo también quiero besarme más tiempo con él!

—Sí, yo también quiero que pruebes más. —Tomo su mano—. ¡Vayamos al jardín!

—Claro.

Siento el calor de nuestro tacto y el sudor comienza a surgir a causa de nuestra nueva química.

—¡Gracias por aceptar ser el fotógrafo! —Le digo mientras caminamos.

—Para mí es un gusto.

Laura me está mirando, sonríe con amplitud y con un pulgar arriba me da su aprobación. ¡Me gusta su reacción!

—Alán.

—¿Sí?

—¡Quiero que me beses!

Un mesero se cruza en nuestro camino. Hay una botella de vino cerrada en su carrito. ¡Es claro lo que sucederá! Sin pena, le pido la botella al mesero y también me entrega un sacacorchos. ¡Hoy me siento enamorado de nuevo!

—¿Cómo quieres que te bese?

—Bien rico.