SALIENDO DEL FANGO. DESCUBRIENDO EL AMOR

🗨️ La puerta de la oficina está abierta, Omar siente que su sangre empieza a hervir y ese sentimiento se incrementa al ver a su secretaria saliendo de del lugar.

—¡Carolina! En varias ocasiones le he dicho que no me gusta que entren a mi oficina cuando yo no estoy.

Se ha vuelto usted incompetente, tendré que ir pensando en buscarle un remplazo.

—Señor lo siento mucho, pero.

— Pero nada, va a tener que ir pensando que hará para recuperar los puntos que acaba de perder.

🗨️ Agachando la cabeza, Carolina se dirige a su escritorio, mientras ve como su jefe inmediato se acaricia su entrepierna dejándole un claro mensaje.

Aun con una mala cara se dirige al interior de la oficina y antes de mirar al escritorio su vista se encuentra con los cajones de sus archivadores fuera de su lugar, aprieta sus puños y justo cuando va a emitir un fuerte grito con el nombre de su secretaria, un saludo lo desarma completamente.

— Por fin apareces, al parecer tu amorcito no te dio el recado que te dejé el día de ayer.

— Queridísimo suegro, que alegría verlo ¿recado? No sé de qué recado me habla al parecer su hija se olvidó de decirme, tendré que hablar con ella para que esté más atenta de esas cosas, debió anotarlo y darme el mensaje apenas nos vimos.

—Conmigo no quieras dártelas de inocente, sé muy bien que tú no estabas con mi hija, estabas con tu amorcito, que además tuvo el atrevimiento de cortar la llamada.

—Lo siento señor, usted entenderá uno tiene necesidad de un menú diferente de vez en cuando.

—Pues, tú de vez en cuando, tiene en crisis la empresa y me imagino que el faltante en los reportes y que sería el equivalente a los descuentos que recibiría Violeta por ser mi hija y tú esposa también se invierten en tu amorcito.

— Señor, no puede ser, debe haber algún error, según el último informe que me presentaron la empresa está solvente, pero abriré una investigación y si hay algún error o algún tipo de engaño tomaré las medidas respectivas.

—Sé que no debería hacerlo, pero confiaré en ti y te daré una última oportunidad, te quiero como a un hijo, y a los hijos hay que apoyarlos, por eso te doy este consejo, cuida a Violeta, aprovecha que a pesar de todas tus metidas de patas aún continúa enamorada de ti.

Sabes deberías tomarte unos días de descanso y llevarla de vacaciones a algún lugar, no sé quizá una isla paradisíaca, por la naviera no te preocupes yo me haré cargo por el tiempo que estés fuera.

—Es una excelente idea, pero antes tendré que poner en orden la empresa, no puedo irme y dejarle todo patas arriba.

—Así me gusta muchacho, que no dejes cabo suelto, me siento muy orgulloso de ti, quizá hallas cometido algunos errores, pero nada que no se pueda solucionar.

🗨️ Enceguecido por un amor fraternal, escondido en el anhelo de tener un hijo varón que nunca llegó, Omar es para su suegro, un motivo de orgullo, por esta razón pasa por alto cada uno de sus errores.

Pero el mayor error de ambos es continuar creyendo que Violeta aún siente algo por Omar, el sentimiento en algún momento los unió, hace mucho rato dejo de existir.

Pero mientras ellos viven en un mundo de engaños, ella asume su realidad y termina a tiempo las entregas, previendo que han anunciado la llegada de una tormenta, adelanta la entrega de los pedidos de Ian, quien no esperaba que su amiga tuviera tal nivel de responsabilidad.

Pero está iniciativa le concede la ventaja de poder surtir los puntos de ventas, antes de ser emitida la alerta, siendo la mayor opción de compra.

Sus ganancias aumentan, el reconocimiento internacional que logra, le abre puertas nuevos negocios, mientras, Ian Zhen se encarga de recomendarla como una empresaria de calidad.

—¿Ya viste las ganancias obtenidas?—dice Pilar, dejándole un reporte de las ventas del último mes.

—No, no he tenido tiempo, has notado que nuestros pedidos han aumentado, parece que el anuncio de tormenta ha logrado impactar el mercado.

—Esas son buenas noticias, si los resultados son las cifras que he visto en nuestro reporte, no importa trabajar horas extras.

🗨️ Y Pilar tenía razón, en los siguientes cuatro meses no tuvieron descanso, las ventas se dispararon, sus productos fueron calificados como de excelente calidad y eso causó que todos quisieran que sus mascotas los probaran, su línea de juguetes pasó las pruebas de seguridad, siendo los más recomendados por no causar ningún daño en caso de que la mascota los ingiera.

Es tanto el trabajo que Ian, Simón y Ángelo se han ofrecido a ayudarles, lo que ha hecho que pasen más tiempo juntos y la atracción que los envuelve se haga mucho más fuerte.

Y mientras Violeta ocupa su tiempo en llenar sus arcas, Omar se dedica a complacer a Indira, su última adquisición una casa en un sector exclusivo.

Casa que compró, con parte de los ahorros o mejor dicho de los desvíos que ha hecho desde la naviera a cuentas en paraísos fiscales.

Además de eso subió unos cuantos kilos y debió cambiar por completo su guardarropa.

La naviera, que se encuentra aún paso de la quiebra, se sostiene gracias a los continuos servicios que está presta a la empresa de Violeta, a quien los trabajadores le han pedido que les colabore con el mantenimiento de los camiones y hasta de las zonas de embarque que se encuentran en total abandono, por lo que decide que es hora de pasar una queja al directo responsable.

Un documento, con un reporte completo de la situación deplorable en que se encuentra la planta de trabajo y algunos detalles más es enviado a nombre de los pocos clientes que aún ocupan los servicios de la naviera es enviado directamente al domicilio del señor De la Vega, pero al llegar el sobre es recibido junto con la demás correspondencia quedando en algún cajón del escritorio o en algún lugar de la biblioteca.

Pero no todo es malo, la noticia que llevan esperando desde hace unos meses está por llegar, desde hace unos días, Indira presenta náuseas matutinas e incómodos malestares que le impiden estar tan activa como antes.

Esto le tiene el mundo de cabeza a Omar, que no logra que Violeta acepte tener una relación normal de marido y mujer, se concentra tanto en su trabajo que ya casi no se ven, cualquiera diría que lo está evitando.

—Mi querido amigo ¿Y esa cara de acontecimiento, a que se debe?

— Te cuento, pero no vayas a empezar a darme sermones.

—Soy todo oídos.

—Sospecho que Indira está embarazada, pero estoy seguro de que ese hijo no es mío, siempre que tenemos sexo uso protección

— Pues tendrás que esperar hasta que nazca para hacerle un ADN, así saldrás de la duda.

🗨️ Julio, solo de limita a escuchar, desde hace unos meses ha decidido no dar su opinión, entendió que es un desgaste de palabras que al final irán a para a la basura.