LA SOLEDAD DEL PODER

Geisy una mañana comenzó a sentirse mal, ya se imaginaba la causa, pero decidió ir a su trabajo y esperar salir para comprar una prueba de embarazo y confirmar lo que ya se imaginaba. Cuando llegó a la empresa se sentó en su puesto pensativa, no sabía como mirar a su jefe, no quería que se diera cuenta de que algo le sucedía; no sabía cómo hacer si estaba embarazada.

Ella pensó que si él a su edad no tenía hijos y esposa, era porque no quería nada de eso en su vida, Geisy suspiró y decidió actuar como si nada sucedía, pero de lo que sí estaba segura era que si estaba embarazada se lo iba a contar a Amir, si él no quería a su hijo ella si lo tendría, Después de tomar fuerzas se levantó de su silla y entró a la oficina de su jefe, el la miró extrañado, notó en su mirada que algo sucedía, pero no iba a preguntar, quería que ella confiara en él y le contara lo que tenía.

Ella se acercó y le dio un beso y después se separó de él para informarle sobre su agenda, tenía un almuerzo con un empresario que quería que él invirtiera en su empresa, Amir le dijo que tenía que ir con él, ella le sonrió y dijo que estaría lista, él le sonrió y le dijo.

AMIR: ¿Sabes que siempre puedes contar conmigo?

Ella lo miró sorprendida, se dio cuenta de que él sospechó que algo le sucedía, él se lo dijo porque se imaginaba que ella tenía problemas con el esposo, pero no debía meterse y menos presionarla para que le contara. A las once del medio día Geisy ya estaba lista esperando la salida de su jefe para irse con el al almuerzo, aunque el almuerzo era a las doce y treinta ya ella estaba lista, unos segundos después el salió y llegó junto a ella, Geisy agarró su bolso y caminó, Amir iba detrás y cuando entraron al ascensor el le dio un tierno beso y le sonrió para hacerla sentir mejor con lo que ella guardaba internamente.

Ella no sabía por qué iban tan temprano, pero decidió no preguntar, cuando salieron del ascensor todos los empleados los miraban, Amir no les dio importancia, pero Geisy se sentía incómoda, sentía que la miraban como si supieran lo que sucedía entre ella y su jefe, pero decidió continuar con su camino.

En el estacionamiento ella llegó junto a su jefe, allí el la miró y pensó en quitarle el estrés que ella tenía, pero también queria saciar las ganas que tenía, el la abrazó fuertemente para que sintiera que era importante para él, y a sí lo sintió ella, sintió ese abrazo reconfortante, ella tomó la iniciativa de besarlo, también tenía ganas de estar con él, Amir comenzó a soltarle la blusa y después dejó sus pechos al aire, en ese momento ella lo detuvo porque estaban en un lugar inapropiado y también estaban los de seguridad. Amir agitado y mirada lujuriosa dijo.

AMIR: Aquí no hay nadie más que nosotros, los escoltas están retirados de nosotros, solo no hagas mucho ruido.

GEISY: pero... no voy a ir sucia a tu almuerzo.

AMIR: Aquí hay un baño, nos aseamos y ya.

El volvió a los s*nos y ella cerró los ojos para disfrutar, decidió vivir el momento, después él le quitó la panti y subió la falda, el saco su hombr¡a y de pie arrecostada en el carro Amir entró en ella, se aferraron el uno al otro mientras el entraba y salía, Geisy trataba de no g*mir para no ser escucha por los escoltas, pero ellos ya sabían lo que estaba sucediendo, porque por más que ella intentara aguantar siempre la escuchaban.

Geisy intentaba aguantar sus alaridos arqueando la espalda, pero segundos después su voluntad se empezó a que quebrar cuando Amir empujaba con fuerza, ella se mordía el labio mientras g*mia, pero no pudo aguantar y los dejó salir sin importar que la escucharan, Amir también lo hizo dándole rienda suelta a su lujuria, ya no eran capaz de controlarlo.

Amir la puso de espaldas y entró nuevamente con fuerza y rapidez, no pasa mucho tiempo antes de que empiece a dejarse llevar, respondiendo a cada emb*stida que el daba con fuerza hasta que grita y termina, unos segundos después termina él.

Ella se dio la vuelta y lo miró a los ojos, él también lo hizo y se dio cuenta por la mirada que había valido la pena, el la garro de la mano y la llevó al baño que estaba en el estacionamiento, allí los dos se limpiaron y salieron para el carro, cuando salieron la camioneta de los escoltas salió detrás de ellos, en ese momento Geisy dijo.

GEISY: Hay que pena con tus escoltas, nos escucharon

AMIR: No importa, ellos saben que andamos, no son estúpidos.

GEISY: Pero no era necesario que nos escucharan en la intimidad.

Él le sonrió y no dijo más, cuando pararon en un semáforo Amir vio un vendedor con mangos picados con sal y pimienta, él sintió como en su boca se formaba una saliva, era tanta que abrió la ventana para desecharla, pero sus ganas por comer un mango aumento, miró a Geisy y dijo.

AMIR: ¿No te provoca un mango con sal y pimienta?

Ella lo miró extrañada, se dio cuenta que su jefe estaba sintiendo los antojos, ella le sonrió y dijo.

GEISY: Si quieres compramos.

Él sonrió y se dirigió a un centro comercial, allí compraron los mangos y Amir se lo comió con muchas ganas, sintió que era lo mejor que había comido en su vida, Geisy lo miraba nerviosa porque no sabía cómo decirle de los síntomas que tenía, pero decidió esperar hacer la prueba.

Después de comer el mango se dirigieron al restaurante, estando allí a Geisy le entró una llamada, era su esposo, pero ella miró a Amir nerviosa y decidió no contestar, ella se dio cuenta que a el no le gustó, pero a ella si, porque se dio cuenta que si sentía algo por ella como ella por el; se dio cuenta de su celo.