Entre el Amor y la Cordura

Abrí la puerta y Erick estaba sentado en el sofá viendo una serie y cuando lo miré vino corriendo y me abrazó, no aguanté y me derrumbé. Me llevó hasta el sofá y me quedé llorando por un rato hasta que me calmé.

Erick _ ¿Estás mejor ahora, mi amigo?

Asentí con la cabeza confirmando y él me dio un beso en la cabeza y se levantó, fue a su habitación y agarró su bate de béisbol y comenzó a ponerse las zapatillas y yo me quedé mirando hasta que llegó a la puerta.

Lian _ ¿A dónde vas? (pregunté entre sollozos)

Erick _ Voy a hundir la cabeza de ese senador desgraciado. Te hizo daño y no lo voy a perdonar. Estoy cabreado.

Lian _ Pero fuiste tú quien me dijo que perdiera el tapón (digo todavía llorando)

Erick _ Sí, lo dije, pero no quería que fuera forzado.

Lian _ Pero no fue forzado. Él no me forzó.

Erick _ Entonces, ¿por qué estás llorando, criatura? ¿Quieres matarme del corazón?

Habló agitando el bate.

Erick _ ¿Fue tan malo así? ¿Es malo en la cama? Habla, marica, deja de llorar, joder.

Lian _ Calma, está bien, te voy a contar todo, pero baja ese bate.

Él dejó el bate en el sofá y se sienta a mi lado y yo comencé a contarle todo.

Lian _ Entonces es eso, ¿qué hago?

Erick _ Mira, mi amigo, no lo sé, tío. No puedo tomar la decisión por ti, esta decisión solo la puedes tomar tú.

Pero te voy a decir una cosa, eso de después me separo, vamos a estar, necesito tiempo, eso nunca sale bien, pero por otro lado, puede ser que realmente esté hablando en serio.

Lian _ No me estás ayudando.

Erick _ Lo sé, es porque es una situación delicada, no quiero decir nada que pueda influenciarte, esta decisión solo la puedes tomar tú.

No quisiera estar en tu pellejo.

Lian _ Ni yo.

Erick _ Solo ten cuidado para que no te lastimes. ¿Lo prometes?

Lian _ Sí, lo prometo.

Erick _ Ahora levántate, vamos a celebrar.

Lian _ ¿Celebrar qué, loco?

Erick _ Celebrar que diste tu precioso, perdiste el tapón, amigo, tenemos que celebrar.

Lian _ ¿Qué celebrar qué, loco, estoy todo dolorido y asado, Álvaro acabó conmigo.

Erick _ Niño, ¿el hombre es tan bueno así? Olvídalo, no respondas.

Anda, tenemos que celebrar la caída del último virgen de España, el angelito que perdió su inocencia y ya ya será una puta igual que yo.

Él habla riendo y aplaudiendo, no aguanto y comienzo a reír, él tiene ese don de hacerme reír sin motivo.

Lian _ Está bien, voy a beber contigo, pero ¿a dónde vamos? Aún es temprano.

Erick _ Vamos al centro comercial, bebemos, comemos y bebemos de nuevo, anda Lian, tengo una pomada óptima para que te pongas.

Él habla yendo en dirección a la habitación, me doy un baño, me pongo la bendita pomada, me pongo una ropa y salimos en dirección al centro comercial. Agradezco todos los días por tener a mi amigo a mi lado.