Rosa Marchita...

Esa noche Rosalyn no pudo dormir no podía olvidar la conversación con el tío Franco, sentada en la cama le daba vueltas a lo mismo una y otra vez

Rosalyn: yo no soy inmadura – se dijo a sí misma y era cierto no lo hacía por inmadurez, pero después de aquella conversación lo sentía así.

Dos días pasaron y la noticia del desfalco y el apropia miento ilícito de BEAUTY SOTO por parte del antiguo dueño se regó como pólvora por la ciudad, no había nadie que no estuviera al tanto del tema, unos la apoyaban diciendo que estuvo bien lo que hizo pero otros miraban con malos ojos lo que hizo argumentando que debió devolverle la empresa que era el trabajo de años del “pobre hombre” y que lo habían acusado injustamente, obviamente aquellos habían sido pagados para dejar mal a Ross ante la sociedad como una mujer que no tiene corazón y que encima le quito todo lo que el había logrado con arduo trabajo durante años. Pero la verdad era que a lo largo de los años el viejo Soto había logrado engañar a muchos para que invirtieran en la empresa pero ese dinero nunca crecía ni tampoco fue remunerado y aquellos que lo hicieron perdieron fortunas y esas personas fueron las que se alegraron al saber de como la estaba pasando ahora.

Una de las tantas personas que había caído en la trampa de Carlos invito a Rosalyn a su evento de cumpleaños quería conocer a la mujer que había hecho que ese hombre ahora este tras las rejas, porque ahí estaba y todo el juicio se llevaba a cabo rápido sin darle tregua a nada para que no pudiese defenderse. En la noche del evento mientras estaban de camino Rosalyn no se sentía bien, no podía tener las manos quietas se peñisca, las mueve y Tiffany lo noto

Tiffany: que te sucede? – mira sus manos

Rosalyn: nada ...– desvía la mirada

Tiffany: Ross que tienes, desde hace rato te veo inquieta y no me digas que no es cierto, algo te pasa sabes que puedes contar conmigo para lo que sea – pone las manos sobre las suyas

Rosalyn: no lo sé – baja la cabeza –

Tiffany: no lo sabes? – enmarca una ceja

Rosalyn: estoy bien.... – se escucha un “aja” por parte de Fanny – es solo que.... tengo un presentimiento

Tiffany: que tipo de presentimiento, bueno o no bueno? – esto la hace sonreír y la mira

Rosalyn: tampoco lo sé – sonríe de lado

Tiffany: – la abraza – no creo que sea algo malo así que tranquilízate, ya casi llegamos

Rosalyn: lo intentaré –

En el evento.

Dimitió va llegando y de su brazo iba Eloísa, el anfitrión fue a recibirlos feliz de verlo

Señor De Santi: buenas noches y bienvenidos, te estaba esperando – aunque se llevan bien Dimitió piensa que es otro lagarto más del montón, solo asiente y la que responde es Eloísa

Eloísa: es un gusto estar aquí, feliz cumpleaños –

Señor De Santi: el gusto es todo mío – les ofrece una copa

El hombre no pierde tiempo en llamar a su hija quién acaba de llegar del extranjero y presentársela insinuando que hacen una bonita pareja, Dimitrió solo asiente y no permite que se le acerque demasiado.

Mientras tanto en la entrada Petrov abre la puerta del coche y le ofrece la mano para que baje Rosalyn y Tiffany.

Rosalyn entra del brazo de Máximo y Tiffany del brazo de Petrov, no iba a dejar que vaya con Máximo, ya que aún no confía en él y está esperando el informe con toda la información necesaria para saber qué hacer

Dimitió hablaba con De Santi sobre temas triviales cuando ve a la distancia a la única mujer que a logrado moverle el piso, pero no le gusto nada verla del brazo de otro

[Rosalyn]

[Tiffany]

Eloísa al verla camina hacia ella, la abraza fuerte como si temiera que vuelva a desaparecer y aunque sorprendida por la repentina muestra de cariño le devuelve el abrazo, siente la necesidad de hacerlo, a Eloísa se le escapan algunas lágrimas pero las limpia antes de que la vean pero no antes que Tiffany la note. A ellas se acerca el señor De Santi a darles la bienvenida, Eloísa se separa del abrazo

Señor De Santi: señoritas bienvenidas y ustedes caballeros, es un placer conocerlas personalmente, pero no se queden aquí por favor pasen –

En el transcurso de la noche platicó con algunos empresarios, aún que beauty Soto a lo largo de los años a sido puesta en la lista negra de otras empresas ahora tiene un nuevo dueño y en el poco tiempo que lleva administrando se a visto avances considerables, ahora hay algunos interesados en una posible cooperación en un futuro no muy lejano. Las chicas casi nunca se las ve en eventos algunas mujeres sentían envidia. Tiffany platica con algunos empresarios por un lado y Rosalyn por el otro cada una con su acompañante, se encontraban en pequeños grupos, no muy lejos se encontraba Dimitrio quien no se pérdia ninguno de sus movimientos ni por un segundo, aunque le molesta la presencia de la señorita De Santi que por órdenes de su padre no se despegaba de él y Joffrey a su lado viendo cómo su amigo apretaba la copa cada que un hombre toca a Ross. Después de un largo rato ambas se sentían agotadas así que se las arreglan para escabullirse y tomarse un respiro, Ross se refugia en un balcón alejado de la multitud ahí siente que puede respirar con normalidad, pasan unos minutos y Dimitrió aparece con un postre en una mano y una copa en la otra Ross

Dimitrió: hola – sonríe – disculpa mi atrevimiento, me tomé la libertad de traerte algo, vi que no probaste nada desde que llegaste – se acerca nervioso – así que te traje algo

Lo miro un largo tiempo, por alguna razón le alegra verlo ahí el corazón latió fuerte al escuchar su voz pero no sabía si decirle que se vaya o que se quede, cuando se acerca más toma el postre sin preguntar y de la una provadita, una pequeña sonrisa se vislumbra en sus labios, era su favorito y hacia tiempo que no lo comía

Dimitió: te gustó? – pregunta embelesado viendo sus labios

Rosalyn: si – se come otro bocado y está vez sonríe más

Dimitió: me alegra que te guste, me di cuenta que licias cansada y pensé que tal vez un poco de dulce podría ayudar –

Rosalyn: hace mucho que no comía uno, gracias – por fin lo mira a los ojos y puede ver un ligero brillo en ellos al contrario de la última vez eso le da esperanza

Dimitió

Al verla sonreír de esa forma quería pegar un reverendo grito al cielo de lo emocionado que estaba pero me contuve y solo le devolví la sonrisa, no tiene ni la menor idea de lo feliz que me hace el verla así tan bella, tan hermosa con ese brillo en sus ojitos me hace querer apoderarme de esos labios tan tentadores, pero no, no quiero arruinarlo la acabo de conocer y no quiero asustarla. Cuando la vi llegar del brazo de ese tipo quería partirle la cara y cortarle esas asquerosas manos con las que se atrevió a tocarla, no sabía quién era pero lo iba a averiguar a como de lugar así que le envié un mensaje rápido a Joffrey para que se encargara de eso inmediatamente, y cuando por fin se alejó esos hombres se acercaron a ella con el pretexto de hablar de negocios sentí mi sangre hervir quería matar a todos esos bast*árdos por atreverse a aspirar tan alto en sus miserables vidas, que osadía la suya.

Cuando termino de comer el postre nos quedamos en silencio pero no era un silencio para nada incómodo más bien se sentía reconfortante y no quería que ese momento se terminara quería permanecer así a su lado, quería que el tiempo se detuviera pero eso no podía ser desgraciadamente.