Mi Jefe

 El punto de vista de Destiny

En Londres el trabajo es mayor que en Filadelfia. Aquí cada persona trabaja muy duro. Creo que mañana conseguiremos el acuerdo.

Ni siquiera sé qué le pasó a Liam. Desde que comenzó la reunión, se volvió frío. Le gritaba a cualquiera que cometiera un pequeño error. Su ira aumentaba a cada minuto.

Nos había echado un vistazo a Luke y a mí varias veces.

Luke era mi compañero de proyecto en la universidad, era un buen amigo. Le encantaba burlarse de mí. A pesar de que me encontré con su novia Gabriel pocas veces. Ambos eran mejores amigos desde la escuela secundaria y comenzaron a salir antes de que él ingresara a la universidad.

Ya era de noche. Todos se habían ido a descansar y yo estaba tomando café en la cafetería.

"Creo que nadie va a venir aquí", escuché que alguien preguntaba. Miré hacia arriba y vi a Luke de pie a mi lado y señalando el asiento frente a mí.

—No, puedes sentarte —le sonreí.

Tan pronto como se sentó le pregunté: "¿Cómo está Gabriel? ¿Ella sigue siendo tu novia?". Él sonrió de todo corazón y respondió.

"Ella está muy bien. ¿Y por qué no seguiría siendo mi novia?" preguntó levantando las cejas.

Le puse los ojos en blanco. "Porque eres infantil. No entiendo por qué Gabriel sigue contigo", respondí.

"Bueno, ella ya no es mi novia", me quedé con la boca abierta, pero él continuó moviendo las cejas. "Porque ahora es mi prometida".

—¡En serio! ¡Felicitaciones! ¿Cuándo sucedió esto? —le pregunté emocionada.

"Hace apenas dos meses. Y nos casaremos en seis meses. Tienes que venir. Te enviaré la invitación cuando llegue", dijo.

"Parece que alguien no puede esperar para casarse", dije juguetonamente.

—Bueno, el amor te hace así —se encogió de hombros, pero seguía sonriendo—. ¿Y tú, tienes novio? —preguntó.

Luke me había fijado algunas citas en la universidad y me dijo que no quería morir sola, algo típico de él. Pero no me gustó. Y después de un tiempo dejó de preguntarme por ello.

—No, y creo que no lo necesito —dije.

Se inclinó hacia delante y susurró: "¿Por qué no sales con tu jefe? Parece bueno y parece que también está interesado en ti".

"No, Luke, él es mi jefe y yo soy su empleada. Me gusta mantener la profesionalidad", le dije, murmurando la última frase como si no quisiera decir eso. "¿Y qué quieres decir con que está interesado en mí?", le pregunté.

—Pronto lo sabrás. ¿Sabes por qué se mostró frío en la reunión? —preguntó. Negué con la cabeza.

—Entonces no te lo diré, averígualo tú mismo —dijo sonriéndome.

Le di un respingo y me crucé de brazos. Él se rió y se levantó.

"Tengo trabajo en mi oficina y ya terminé mi trabajo aquí. Me voy ahora", se puso de pie y me pidió que me diera su móvil. Le di el móvil y abrí la cerradura. Escribió algo y pronto su móvil empezó a sonar. "Ahora puedo llamarte cuando quieras. Asegúrate de cogerlo". Asentí con la cabeza mientras me devolvía el móvil.

"Adiós. Y dale mis saludos a Gabriel", dije.

Él asintió con la cabeza y se fue.

Me quedé allí unos minutos más antes de regresar.

Cuando entré, parecía que el ambiente era mejor que antes. Todos ya estaban sentados y Liam mantuvo su expresión inexpresiva.

La reunión continuó con normalidad. Ya era muy tarde cuando terminó por hoy. Tenía mucho sueño, creo que no dormí lo suficiente en el avión.

Cuando estaba recogiendo mis cosas, bostecé tapándome la boca con la mano. Gracias a Dios, todos se fueron. Liam estaba afuera.

Y bostecé de nuevo. "Parece que alguien tiene sueño", dijo alguien detrás de mí. Me di vuelta y vi a Liam de pie cerca de la puerta. Asentí con la cabeza.

"Pronto iremos al ático, podrás dormir allí", dijo. Fuimos hacia el ascensor. El ascensor se abrió y entramos.

La puerta se abrió justo debajo de unos cuantos pisos y la gente entró en masa. Liam y yo retrocedimos para dejar espacio a la gente. Me sorprende lo de Liam, parece que se lleva bien con la multitud. Bueno, creo que no es el típico multimillonario.

Entonces el ascensor se cerró y empezó a bajar. De repente me quedé congelada en mi lugar cuando sentí una mano en mi trasero izquierdo. Miré ligeramente hacia mi izquierda para ver a un hombre de unos treinta y tantos años de pie a mi lado. Su rostro estaba mirando hacia el frente con una expresión inexpresiva, pero su mano estaba haciendo algo. Me sentí completamente incómoda. Giré la cabeza hacia la derecha y miré a Liam, que estaba escribiendo en su teléfono.

Creo que sintió mi mirada y giró la cabeza hacia mí. Creo que vio mi cara de pánico y miedo y se giró completamente hacia mí.

"¿Qué pasó princesa?" susurró. Sentí lágrimas formándose en mis ojos porque ahora la mano de ese hombre sucio estaba agarrando mi trasero con fuerza.

Liam miró a mi alrededor, buscando lo que estaba mal. Cuando sus ojos se posaron en la mano del hombre, sus ojos se encendieron. Puedo sentir su ira. Rápidamente tomó mi mano y me empujó hacia él. Agarró la mano del hombre y la retorció detrás de su espalda. El hombre gritó de dolor.

Liam apoyó la cara contra la pared metálica del ascensor con la otra mano. Liam era más alto y más corpulento que él.

—¿Qué coño crees que estás haciendo acosando a la mujer en el ascensor? —le gritó Liam. Para entonces, el ascensor ya estaba parado y la gente que estaba delante se había girado hacia nosotros.

Sentí que una lágrima caía de mis ojos. "¿Quién demonios eres tú para decirme eso? Nadie vio lo que pasó aquí y no hay pruebas", dijo ese hombre, que seguía con la cara pegada a la pared.

Liam se rió con frialdad y retorció aún más la mano del hombre y dijo: "No quiero ninguna prueba de tu comportamiento sucio porque lo vi con mis propios ojos". Liam presionó más la cabeza del hombre contra la pared y continuó: "¿Y me preguntaste quién diablos era yo? ¿No lo hiciste? Bueno, soy el director ejecutivo de la empresa para la que trabajas".

El hombre se quedó en silencio, no puedo ver su cara porque su cara estaba girada hacia el otro lado y comenzó a hablar. "Sr... Sr. Co.. Collins, yo... yo... no sabía que era usted".

—Bueno, ahora ya sabes quién soy. Te quiero fuera de mi edificio en unos minutos porque estás despedido de esta empresa. —Liam lo soltó, tomó mi mano y salió del ascensor.

Me llevó hacia el coche y me abrió la puerta del pasajero. Me senté en el asiento y miré a Liam, que estaba de pie a mi lado impidiendo la vista del exterior. Cuando vio mi rostro, su mirada se suavizó un poco. Levantó la mano y secó la lágrima que había salido de mis ojos.

Se inclinó hacia delante dentro del coche y presionó su frente contra la mía. Ambos cerramos los ojos. Parecía que él también se estaba calmando, pero de alguna manera eso también me estaba ayudando a mí.

Me aparté de él, abrí los ojos y puse mi mano sobre la suya que estaba en mi mejilla y susurré "Gracias".

"Está bien princesa, ahora descansa, pareces estar cansada", dijo y me dio un beso en la frente. Se alejó y se sentó en el asiento del conductor y comenzó a conducir.

Miré por la ventana y pensé en lo que pasó.

Puede que pienses que soy débil, pero no es así. Nunca antes había pasado por algo así. Puedo defenderme sola, luchar por las cosas equivocadas y defenderme. Cuando trabajaba de camarera no experimenté esto. Solo me decían algunas palabras crueles aquí y allá. Pero esto era acoso sexual, no sé qué hacer cuando se presenta este tipo de situación.

Gracias a Dios, Liam estaba allí para entenderme. La ira que vi en sus ojos cuando vio la mano del hombre, no la vi hoy en la oficina. Fue de otro nivel.

Cuando me besó en la frente, no estaba en condiciones de discutir con él, así que lo dejé pasar. Pero tengo que decir que me tranquilizó.

Poco a poco comencé a quedarme dormido antes de llegar al ático.

*

Me desperté con el despertador sonando. Rápidamente lo apagué. Me levanté y miré a mi alrededor. Estaba en mi cama, en mi habitación.

Me rasqué la cabeza pensando: “Anoche estuve en el auto. ¿Cómo terminé aquí?”. Sacudí la cabeza y fui al baño. “Tengo que preguntarle a Liam sobre esto”.

En media hora me preparé y fui a la cocina a preparar el desayuno.

Ya casi había terminado cuando Liam entró en la cocina.

- Buenos días princesa-dijo.

 ¿Cuándo dejará de llamarme así?

-Buenos días, ya preparé el desayuno-dije y le serví.

Empezamos a comer, le hice la pregunta que quería hacerle.

"Liam", lo llamé, él levantó la vista de su plato. "¿Cómo llegué a mi habitación? Estaba en tu auto".

"Dormiste en mi auto, no quería molestarte así que te llevé a tu habitación", dijo. Le hice un gesto con la cabeza y le respondí con un "gracias".

Salimos para el trabajo.

*

Ya era de noche. El acuerdo por el que habíamos venido aquí se concretaría en pocas horas. El personal había trabajado mucho para conseguirlo. Liam lo estaba gestionando muy bien. No mezcla su vida personal con los negocios, eso es lo que me inspira.

Se dedica a su trabajo. Quiere que su trabajo sea perfecto y no permite retrasos. Tengo mucho que aprender de él.

Se ve muy atractivo ahí de pie, demostrando que tiene autoridad sobre todas las cosas. Su traje le quedaba perfecto. Observé que, mientras pensaba, se rascaba el dedo con la barba incipiente.

'

 '¿Estás aquí por negocios o estás observando sus rasgos?', preguntó mi mente.

Sin pensarlo respondí: “Él aparece”.

Me di cuenta de lo que dije y susurré grité: ¡Cállate!

"Señorita Walker, tiene algo que decir", escuché la voz de Liam.

Miré hacia arriba y vi que todos me miraban. Giré la cabeza hacia Liam, parecía estar divertido.

¿Lo dije en voz alta?

Me sonrojé. "No... no señor, puede continuar", dije. Liam asintió con la cabeza, divertido.

La reunión terminó a las nueve y llegamos al acuerdo. Para la celebración, Liam nos invitó a cenar. Éramos entre treinta y cuarenta miembros.

Alrededor de las once estábamos de regreso. Todo estaba en silencio, como siempre.

Llegamos al hotel y entramos al penthouse. Empecé a caminar hacia la habitación. Estaba a punto de entrar cuando escuché a Liam llamarme.

"Destino", me volví hacia él. Subió rápidamente las escaleras y se paró frente a mí.

"Quiero que estés listo mañana a las ocho", dijo.

"¿Queda algo de trabajo mañana?" Le pregunté.

Pensó unos segundos y respondió: "Sí, sí lo es" y se giró hacia su habitación y entró.

Me confundí con su comportamiento y no creo que estuviera diciendo la verdad.

Me encogí de hombros y entré a mi habitación. Había sido un día largo y estaba cansado.

No tenía este cansancio cuando trabajaba en el hotel.

Me refresqué y me fui a dormir.

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