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Scort

Scort

Status: En proceso
Genre:Autosuperación / Traiciones y engaños
Popularitas:49.2k
Nilai: 4.7
nombre de autor: Eiva

En Valmont, el poder y el deseo se entrelazan en un juego tan seductor como peligroso. Mi nombre es un susurro en los círculos más exclusivos; mi presencia, un anhelo inalcanzable. Pero en un mundo donde la libertad tiene un precio, cada decisión puede llevarme a la cumbre… o arrastrarme a la perdición.

Soy Isabella Rivas, mejor conocida como Sienna, y esta es mi historia.

NovelToon tiene autorización de Eiva para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Prueba

Los días pasaron y, sin darme cuenta, mi cuerpo empezó a moverse con más soltura. Ya no me sentía como un robot torpe tratando de imitar los movimientos de Dehlia. Mi agarre en la barra era más firme, mis giros más fluidos y, sorprendentemente, ya no terminaba estampada contra el suelo cada dos minutos.

—Eso es, Sienna —dijo Dehlia con aprobación mientras yo descendía lentamente por la barra, piernas cruzadas, espalda arqueada.

—Estás empezando a entenderlo.

No le respondí. Me deslicé hasta el suelo y me quedé ahí un momento, intentando recuperar el aliento. No quería sentirme cómoda con esto. No quería que mi cuerpo se acostumbrara, que mi mente dejara de verlo como una humillación… pero lo estaba haciendo. Y eso me aterraba.

—Estás progresando rápido —continuó Dehlia, sentándose en el borde del escenario y cruzando las piernas—. ¿Sabes lo que significa?

—Que pronto me pondrán a trabajar —murmuré, sin ganas.

Ella sonrió.

—Exactamente.

Me limpié el sudor de la frente y me puse de pie.

—¿Y si no quiero?

Dehlia rió, pero no con diversión, sino con burla.

—Cariño, aquí no se trata de querer o no. ¿Acaso Jade no te explicó las reglas? No hay opción.

Apreté la mandíbula y bajé la mirada, sintiendo un nudo en el estómago.

—Vincent ha estado preguntando por ti —soltó de repente.

Levanté la cabeza de golpe.

—¿Qué?

Ella jugueteó con un mechón de su cabello rojo, pero su sonrisa se tensó.

—Sí. Quiere verte esta noche.

Un escalofrío me recorrió la espalda.

—¿Para qué?

Dehlia hizo un gesto indiferente con la mano, pero había algo en su mirada. Sin duda no la gustaba que Vincent quisiera verme.

—No lo sé. Pero parece que le interesas más de lo que creía.

Noté cómo sus labios se fruncían ligeramente, con irritación.

—No me interesa —solté, frunciendo el ceño—. No quiero tener nada que ver con él.

—Eso no importa —respondió rápido, sin mirarme.

La miré fijamente.

—Lo que no entiendo —dije, cruzándome de brazos— es cómo alguien sí querría.

Su mandíbula se tensó y su mirada se oscureció en un segundo.

—Vincent no es como los demás hombres —dijo con un tono que intentaba sonar neutro, pero fallaba.

Rodé los ojos.

—¿Qué no es como los demás? Yo diría que es incluso peor.

—No tienes ni idea de cómo es en realidad —espetó Dehlia, mirándome con dureza.

Bufé.

—Oh, claro que la tengo.

Me crucé de brazos, sintiendo la rabia subir por mi pecho.

—He visto suficiente para saber qué clase de hombre es.

Ella suspiró y rodó los ojos.

—No es como lo pintas. Sé que puede parecer frío y estricto, pero también tiene otras cualidades. Es respetuoso, bondadoso incluso...

Ahí sí solté una risa amarga.

—¿Respetuoso? ¿Bondadoso? —repetí, incrédula.

—¿De qué Vincent estamos hablando? Porque el que yo conozco no tiene nada de eso.

Dehlia apretó los labios.

—Lo juzgas sin conocerlo de verdad.

Me incliné un poco hacia ella, sintiendo el calor de la rabia ardiéndome en el pecho.

—¿Quieres que te cuente cómo casi me masturba sin mi consentimiento? —susurré, con los dientes apretados.

Dehlia se quedó helada. No dijo nada.

—Ese es tu Vincent. El hombre al que defiendes.

El silencio que se instaló entre nosotras fue pesado, incómodo. Vi cómo su mandíbula se tensaba, cómo su mirada temblaba por un segundo antes de volver a endurecerse.

—No todo es blanco o negro, Sienna —murmuró al final—. Tú solo ves lo que quieres ver.

Me reí sin humor.

—¿Y tú qué ves? Porque parece que estás enamorada de él.

El color subió de golpe a su rostro, pero no lo negó, tampoco lo afirmó. No hacía falta, yo ya sabía la respuesta.

...----------------...

La noche envolvía el burdel con su manto oscuro cuando me mandaron llamar.

La encargada de llevarme hasta Vincent fue una mujer que se presentó como Nika. Pelo rubio cortito, facciones afiladas y unos ojos grises que daban un poco de miedo de lo fríos que eran. Su outfit era… bueno, impactante: corsé de cuero negro que dejaba poco a la imaginación, medias de rejilla y tacones de aguja.

—Vamos —dijo sin más, girándose para caminar por el pasillo.

Me limité a seguirla en silencio, aunque cada paso me ponía más tensa. No tenía idea de qué esperaba Vincent de mí esta vez, pero la incertidumbre me carcomía.

Cuando llegamos, Nika abrió la puerta del despacho y me hizo una seña con la cabeza.

—Entra.

Tragué saliva y di un paso adelante.

El despacho era puro dominio y poder. Todo estaba cubierto de madera oscura, con estanterías llenas de libros lujosos y una licorera con alcohol del caro. Olía a cuero y tabaco. Y, en el centro de todo, un escritorio enorme que hacía que el espacio se sintiera más pequeño.

Vincent estaba sentado detrás, observándome. Nika cerró la puerta y nos dejó a solas. Sentí su mirada recorriéndome de arriba abajo, como si analizara cada detalle.

—Ha pasado una semana desde que empezaste a entrenar —dijo con esa voz grave y calmada.

No respondí, solo me quedé en mi sitio, tiesa como un palo.

—Quiero ver qué tanto has aprendido. Hoy harás una pequeña prueba.

Algo en mi estómago se hundió.

—¿Qué tipo de prueba? —pregunté, con la voz más firme de lo que sentía.

Vincent se levantó con toda la calma del mundo y rodeó su escritorio. Caminó hasta un sillón negro enorme, con detalles dorados, y se dejó caer en él como si fuera un trono.

—Bailarás para mí.

Sentí cómo se me helaba la sangre.

—¿Perdón?

Él se acomodó, cruzando una pierna sobre la otra y apoyando el codo en el reposabrazos.

—Empieza.

Así, sin más. Como si fuera lo más normal del mundo.

Abrí la boca para decirle que ni loca iba a hacer eso, pero su mirada me atravesó como una maldita daga. Apreté los dientes, cerré los ojos un segundo y tomé aire. Cuando los volví a abrir, la música empezó a sonar en el pequeño reproductor del despacho.

Genial. No hay salida.

Llevaba puesto un conjunto de lencería rojo vino: sujetador de encaje con tirantes delgaditos, un arnés de terciopelo que rodeaba mi cintura y bajaba hasta mis muslos, y una tanga diminuta que apenas cubría lo necesario. Encima, una bata traslúcida del mismo color, con plumas en las mangas que rozaban mi piel con cada movimiento.

No pienses. Solo hazlo. Me obligué a moverme.

Con pasos lentos, deslicé los pies por la madera, balanceando mis caderas con la música. Mis manos recorrieron mi cuerpo, mi cuello, mi vientre. Jugué con la bata, dejándola deslizarse por mis brazos hasta que cayó al suelo.

Sentí su mirada clavada en mí, pero me detuve.

Subí las manos por mis muslos, arqueé la espalda y dejé que mis caderas se movieran de forma hipnótica. Me giré, dándole la espalda, dejando que mi cabello cayera en cascada mientras me inclinaba levemente.

Podía sentir la intensidad de su mirada quemándome la piel u lo peor de todo… Es que me aterraba lo que me hacía sentir.

1
Yumelis Cedeno
Excelente
David Aparicio
Hola autora, muchas felicidades está buenísima tu novela, pero por favor ya no tardes en subir más capítulos y ojalá que Aleksen encuentre a Senna y se reconcilien
Ale Must
Era lo mismo cariño, solo que ahora estás resignada, nada más. Creo que ahora es hasta peor, porque según tú has ganado libertad sin embargo yo siento que has perdido lo que te hacía sentir un poco libre y era tu espíritu de lucha, de no aceptar ese asqueroso mundo como tuyo. Sin tú saberlo ellos te vencieron pero se que no es fácil y a veces es mejor doblegarse. No te juzgo, te entiendo y compadezco a todo el que ha pasado y está pasando por algo similar. Debe ser lo peor del mundo perder tu libertad así no más. La esclavitud es jodidamente horrible.
Carmen Josefina Tineo Malave
Excelente
Martha Vahos
Hola sra escritora xq no a escrito más sobre la novela?, q falta de respeto pra los lectores, no le parece?
Martha Vahos: Reportece, diga algo almenos.....debio haber escrito todo y despues publicarlo, pra no tener inconvenientes
la novela es muy pro muy buena, pro asi daña su estilo
Kayla Bañuelos: ps estoy entre q si es una falta de respeto que nos quedemos esperando muchos días x más capitulos y también pienso q debe descansar pero siento q para q esto no pasará hubiera subido muchos capitulos y así tomar a gusto sus vacaciones,me encanta la novela sube más capitulos x favor
total 4 replies
Ysabella Jimenez
cada rato veo si hay más capítulos /Sob/
Marian Alexandra Molina Molina
buenísima la novela ,me encanta
Esmeralda Galindo Sanchez
aleskin mejor deberías de dejarla en paz para que vas por Eya al peligro que Eya haga una nueva vida en el pueblito
Rosa Maria Mayen Camacho
Excelente
Lelis Vellejo
Espero que vaya de forma callada. Sienna te duró tu huida menos de 20 dias 🙄
Lelis Vellejo
Esto es como la calma antes de la tormenta. Ojalá sea Aleksen quien la encuentre
Sanjuana Romero
hay me super encanta
Marian Alexandra Molina Molina
excelente
Ysabella Jimenez
me encanta tu novela cada capítulo quedó en suspenso jajajja ojalá subas otro capítulo más
Lelis Vellejo: Por dos. Veo cada rato también, enamorada de tu historia
total 1 replies
Alejandra PEREZ TORRES
Amo tu novela /Drool//Angry/
Lelis Vellejo
Lo único bueno fue que no regreso a la Rosa Negra. Pero dejo a Aleksen y él se va a volver loco, va a matar a Nicolai cuando se entere que culpo a Sienna por lo que pasó
Lelis Vellejo
Nombre Sienna, el peleó por ti y tú te vas dejándolo casi muerto. Cómo dijo Marcelo van a ir por ti comenzando por el hermano
Lelis Vellejo
Esto está que arde. Ese hermano que, no tiene familia? Que le importa si el busca a quien querer? Acaso Aleksen no tiene derecho a ser feliz?. Ojalá lo haya matado, muerto el perro se acaba la rabia 🤬🤬🤬
Lelis Vellejo
Será que se enfrentó al hermano, lo mataría? Después de todo su papá le dejo todo, el solo se lo dejo a él porq no quería tener nada que ver
Lelis Vellejo
Aleksen sabía en lo que se estaba metiendo con su hermano cuando se acercó a Sienna. Ella no es la culpable de lo que pase, él la metió en ese mundo
Evelin: Exacto, no tiene culpa, se viene maratón muy un buen drama /Applaud/
total 1 replies
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