Calabozos Y Sueños

Aldrin abrió los ojos apreciando un pasaje borroso, notó consternado un aroma familiar. Su pecho se endureció por la rabia al notar lo gozosos que estaban sus captores, con desdén decidió hacer una pregunta. Aldrin: "¿Estofado de guiso de carne?" Joshua: "¿Cómo lo sabes, niño?"" Aldrin, disgustado por el cuestionamiento, decide resolver la duda de Joshua. Aldrin: "Es lo que mis sirvientes suelen preparar a la hora del almuerzo, me ha dado curiosidad saber a qué sabe." Joshua, Silverio, Yago y Franco intercambiaron miradas entre sí conteniendo el desprecio hacia su prisionero, sin embargo, Silverio es el primero en mirar a los demás con seriedad, desafiando con la mirada su baja moralidad, coloco su plato al lado del tronco donde estaba sentado, tomando del caldero cercano a la fogata un vaso redondo de menor tamaño para servir con una cuchara de cocina redonda en el caldero, saco la punta de la cuchara para después voltear el líquido en el vaso extendiendo el vaso hacia Aldrin, lo tomo disgustado, pero su rostro cambio de un lado a otro al sentir el dulce sabor del caldo, rompiendo con sus propios dientes un pedazo de carne difícil de masticar. Aldrin volteó a mirar a los consternados vaqueros, frunció el ceño esperando una ofensiva de parte de ellos, por lo que Franco fue el primero en hacerle una curiosa oferta a Aldrin.

Franco: "Bueno". Parece que nuestra trampa sirvió para lo mismo que para lo que sirve la ley en nuestro estado. Al parecer tenemos a un escapista aquí, ¿no te gustaría trabajar con nosotros niño?"

Yago: "Por favor, ¿Que no ves las revistas?, este muchacho está forrado en dinero." Aldrin tiene sed de saber, pero sin poder saciar su rabia interna, vuelta a ver a Silvano, un hombre de edad mayor con el peso de la experiencia encima, Silvano sintiendo el cuestionamiento de Aldrin abre los ojos preparándose para recibir la respuesta de su prisionero… Silverio: "Creo que empezamos con el pie izquierdo mi joven mago, yo soy Silverio Silvano, el hombre con el vestido rosa es Joshua, aquel con ropas amarillas es franco, y el de ropas rojas oscuras con pantalones blancos es Franco, nosotros sabemos que tú eres Aldrin Veylenor así que ahorra saliva, nosotros somos un grupo de 4 Honrados Sheriffs provenientes del horizonte trabajamos y vivimos para la justicia, a pesar de nuestro temple aún nos faltan fuerzas para cumplir nuestros objetivos." Toma un manuscrito de su bolsillo, extendiendo el papel arrugado a Aldrin, quien nota un rostro conocido en el papel, por lo que sonriendo con codicia al ver los ceros a la derecha inferior del papel. Aldrin: "¿Dónde firmo?" Yago, Joshua, y Franco intercambiaron miradas de ansiedad por saber cuál sería el siguiente movimiento de Aldrin. El viento raspó detrás de las pezuñas de los caballos, los jinetes tiraban de las cuerdas al rededor del cuello de sus fieles corceles, un trabajador fue alertado por el sol abrazador al notar como en el horizonte 5 figuras desconocidas se acercaban al letrero que indicaba el nombre del pueblo, Aldrin freno hacia atrás por un momento las riendas de su caballo, se da cuenta con remordimiento del orgullo junto a la soberbia al tener con fuerza aferrarse a una rueda de metálica, pegada a su tobillo usando una cadena metálica pegada fuertemente, provocando angustia en su pierna, Aldrin se queda estupefacto al notar la soberbia del esclavo, tira de las riendas de su caballo para avanzar hacia adelante junto a sus compañeros, notan a Aldrin en su espalda desconcertados, con su mirada Silverio gira su cabeza hacia adelante para mostrar a Aldrin su objetivo, Aldrin se muestra asombrado por ver la belleza de la lujosa mansión en contraste con una iglesia sencilla de madera al lado de esa, Aldrin recuerda el rostro que vio en el papel revelado anteriormente por Silverio por lo que cuestiona al jinete con ropas azules con su mirada, Silverio tragando saliva y conteniendo su angustia que siente en su pecho asiente, Los 5 jinetes de pronto son hipnotizados por unos gritos angelicales del fondo de ese lugar por lo que bajan de la montura de sus caballos, desenfundan sus armas dispuestas a irrumpir en la iglesia, caminan por las calles espolvoreadas del pueblo las cuales lo reciben con alivio al sentir gratitud hasta en el más pequeño eslabón de madera un sentimiento de pronta libertad, la cual son las respuestas a sus lamentos por años, cada vaquero recarga su arma o su rifle, colocando su dedo en el gatillo, caminan en paso lento hacia adelante, Silverio es el primero en estar frente a todos coloca la palma de su mano en una de las grandes puertas empujando la puerta hacia adelante con temor dio un paso enfrente abrió la boca al notar asombrado con pavor; la silueta de un hombre adulto con piel blanca, delicada como la nieve, un cabello dorado recordando al oro, los brazos extendidos por ambos lados, las manos volteadas extendidas hacia arriba de todo, Franco volteo la vista por todo el lugar viendo sorprendido como toda la gente esta de rodillas, con la mano en cada una de las sillas, un grupo de niños endureciendo el silencio de la iglesia con un hermoso coro celestial, Joshua noto con disgusto como la mano izquierda del hombre con sotana y ropas blancas usaba sus dedos para deslizar suavemente sus puntas de los dedos para acariciar el rostro de uno de los cantantes, incomodando al niño, sin perturbar a la paz de los demás, Aldrin fue el primero en dar un paso al frente noto con desprecio el rostro alzado con altivez del hombre, cerro el puño viendo fijamente al hombre de la sotana, los vaqueros en su espalda intentaron detenerlo chistando, Aldrin ignoro sus súplicas, las paredes de la iglesia adornaban el lugar con el canto celestial de los pequeños, los niños detuvieron su melodía al escuchar la tos de Aldrin, las luces del techo llevaron el mensaje de quietud, el hombre inclino su rostro lentamente, abrió los ojos solo para notar con desprecio y rabia el tono de piel de Aldrin. Elihu: "Oh, vaya hijo mío, llegaste en el momento menos adecuado, pero aun así… tú tienes algo que yo quiero y me parece que yo tengo algo que ustedes quieren, ¿En qué les puedo servir?" Aldrin se asqueó por las posturas del hombre de sotana, pero después su asco se convirtió en gozo al cruzar los dedos de sus manos sintiendo el oro como gotas de agua en sus manos.