Elein, líder de la Tribu Águila, descubre que el símbolo del fénix en su collar guarda el secreto de un antiguo poder que podría cambiar el destino de las Tribus y del Reino del Norte. Mientras enfrenta conspiraciones, traiciones y una conexión inesperada con la familia real, Elein deberá desentrañar la verdad sobre el sacrificio de sus padres.
Acompañame a descubrir la verdad de un pasado, un legado y un enemigo entre las sombras.
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Capítulo 17: "El sacrificio de Elías"
La sombra del altar
Después de la ceremonia final del torneo, la atención del grupo se centró en el altar del Fénix. Peter había desaparecido entre las sombras de la corte, pero sus movimientos eran demasiado evidentes. Los fragmentos del Fénix que el grupo había reunido en la Forja seguían siendo la clave para el poder que él buscaba.
El grupo, liderado por Elein y Daniel, se dirigió al altar en secreto. Solo la reina estaba al tanto de sus planes, pues no querían atraer la atención de los espías de Peter. Cuando llegaron al lugar, un aura opresiva los envolvió.
—Este lugar es diferente a cualquier otro. —dijo Lucas, observando las inscripciones en las paredes. —Las runas no solo hablan de poder; también advierten sobre el precio de usarlo.
—Un precio que Peter está dispuesto a pagar, sin importar las consecuencias. —respondió Daniel. —Pero nosotros debemos asegurarnos de que nunca tenga esa oportunidad.
La verdad del altar
En el centro de la sala, el altar brillaba tenuemente, iluminado por la luz de los fragmentos del Fénix. Elein sostuvo el medallón en su mano, sintiendo una conexión indescriptible con el lugar.
—Las inscripciones son claras. —dijo Lucas, después de examinar el altar más de cerca. —Para sellar este lugar y proteger el poder del Fénix, se necesita un sacrificio.
—Eso no puede ser cierto. —dijo Flora, con incredulidad. —Debe haber otra forma.
Elías, quien había permanecido en silencio durante gran parte del viaje, finalmente habló.
—No hay otra forma. —dijo con una voz cargada de decisión. —Este lugar no puede quedar abierto. Y si alguien debe hacerlo, seré yo.
El grupo reaccionó con incredulidad.
—¡No! Eso no es una opción. —exclamó Luna. —Debe haber otro camino. Podemos descubrirlo si tenemos más tiempo.
—Elías, no puedes hacer esto. —dijo Elein, dando un paso adelante. —Hemos llegado hasta aquí juntos. No puedes sacrificarte ahora.
Elías miró a cada uno de ellos, su rostro sereno pero decidido.
—Durante años he cargado con un peso que nunca he podido dejar atrás. Mi traición a mis amigos, a quienes confiaron en mí, me ha perseguido toda mi vida. Vosotros me disteis algo que nunca pensé merecer: una segunda oportunidad. Si este es el precio para proteger este reino, lo pagaré con gusto.
El sacrificio
Antes de que pudieran detenerlo, Elías se acercó al altar. Colocó las manos sobre los fragmentos del Fénix, y una luz cegadora llenó la sala. La energía se intensificó, envolviendo el lugar en una tormenta de fuego y viento.
—Gracias... por darme una familia nuevamente. —fueron sus últimas palabras antes de que su figura se desvaneciera en la luz.
Cuando la tormenta cesó, los fragmentos del Fénix habían desaparecido, y el altar estaba sellado. El sacrificio de Elías había protegido el poder, pero el grupo quedó devastado por su pérdida.
Las promesas
Mientras se recuperaban, el grupo se reunió en silencio alrededor del altar. Elein, sosteniendo el medallón que Elías había dejado, habló con voz temblorosa.
—No dejaremos que su sacrificio sea en vano. Lo protegeremos, como él nos protegió.
Flora asintió, con lágrimas en los ojos.
—Lucharemos hasta el final. Por Elías. Por todo lo que hemos perdido.
Daniel, mirando a los demás, añadió:
—No permitiremos que Peter destruya lo que hemos logrado. Esto es por Elías y por el reino.
Con esas promesas, el grupo dejó el altar, sabiendo que la batalla contra Peter aún no había terminado.
