«Y que si el mundo está por derrumbarse y que si los seres humanos morirán, yo solo quiero proteger a mi familia y todo lo demás no importa. No importa si soy egoísta por eso».
«Si quieren ser salvados, busquen quien los salve porque yo no lo haré »...
Cuando menos lo esperas algo llega y pone de patas para arriba toda tu vida y en ese momento empiezas a pensar que debiste haber disfrutado cada momento de lo vivido en el pasado.
Nada es eterno, nada es para siempre.
Todo dura solo un instante.
NovelToon tiene autorización de Feng Liang para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
CAPÍTULO 17: El comienzo de una nueva investigación.
—. Mamá lo sé.
—. No me digas que lo sabes porque a ti siempre se te olvidan las cosas.
—. Pero ya no soy una niña pequeña, puedo estar bien.
—. Siempre dices lo mismo, pero aún así se te olvidan las cosas.
—. Estaré bien mamá, sólo tienes que confiar en mí además ni siquiera es el fin del mundo.
—. Incluso si no fuera el fin del mundo tu salud y seguridad es primordial.
—. Pero puedo cuidarme bien.
—. He escuchado venir de ti eso incontables veces y nunca lo has puesto en práctica.
—. Mamá por favor.
—. Está bien, está bien. Recuerda llamarme si necesitas algo o si estás en problemas, desayuna antes de ir a la escuela, báñate en la mañana o por la noche, tienes que comer cosas saludables, no salgas de noche…
—. Mamá ¿En serio?
—. De acuerdo, sólo cuídate.
Dí un largo suspiro mirando a mi madre quien estaba casi muriéndose de la preocupación y sí, las clases se reanudarían.
—. ¿Y cuándo vas a volver?
Preguntó mi pequeño hermano mirándome con una expresión triste.
—. Por favor, ni siquiera me voy a ir para siempre. Solo habrán clases los cinco días de la semana y lo fines volveré.
—. ¡¿En serio?!
—. Sí.
—. Entonces, ¿nos llevarás a comprar helado?
Preguntó mi pequeña prima quien tenía la misma edad que mi hermano, asentí con la cabeza y ambos niños saltaron de alegría para luego salir de la casa.
—. Ya es hora de irme.
—. ¿Llevas todas tus cosas?
—. Sí.
—. ¿No se te olvida algo?
—. Mamá.
—. Te llamaré todo los días para saber cómo estás.
Negué ligeramente con la cabeza mientras sostenía mi mochila y la maleta saliendo de la casa.
—. Deja de molestarla, cuídate mucho Cris.
Dijo mi abuela y sólo asentí con la cabeza mirándola con una pequeña sonrisa.
—. ¿Olvidan que tomé clases de karate?
—. Nada de novios.
Exclamó mi madre con una expresión seria lo cual me hizo suspirar nuevamente.
—. Mamá, no tengo tiempo para esas tonterías.
—. Ya la escuchaste, yo confío en mi nieta.
Y mi abuela salió en mi defensa, solo sonreí ligeramente. Salí de casa aún escuchando a mi madre diciéndome lo que tenía que hacer pero la ignoré y seguí con mi camino dirigiéndome a ese pueblo.
Una hora después ya estaba ahí, me dirigí hacia mi cuarto con total tranquilidad jalando mi maleta, no había nada inusual. Llegué al cuarto y me encerré, ya era tarde por lo que me dí un baño y salí a comprar algo para comer.
La noche no tardó en llegar y había dormido después de comer por una razón, porque iba desvelarme toda la noche. Era el momento perfecto para viajar a otro país, agarré mi mochila, mi gorra y mis lentes.
Y con un chasquido de mis dedos ya estaba en China, pero no sabía exactamente dónde así que busqué mi teléfono y mi ubicación exacta.
Luego de caminar por las calles por unos minutos observé a mi alrededor, ¿Por dónde ir? Bueno, lo primero era buscar una biblioteca, la más grande de la ciudad e infiltrarme sin ser descubierta y la encontré.
Pero ¿Qué podría encontrar en una biblioteca? En las bibliotecas solo habían libros, ¡Libros! Exacto, podría encontrar tal vez alguna información en los libros de historias antiguas aunque fueran sólo leyendas o mitos aún así podrían ser de ayuda. Con precaución me acerqué hacia el lugar aunque el mundo estuviera en cuarentena los chinos parecían seguir con sus vidas cotidianas.
Y el siguiente paso era entrar a esa dichosa biblioteca, si debía entrar sin ser descubierta la única forma era ser invisible, sonreí ligeramente bajo el cubrebocas y con un chasquido nuevamente mi cuerpo se esfumó a la vista. Entré a la biblioteca mirando alrededor pensando en cómo iba a revisar tantos libros, hasta que tuve una idea e iba a hacer lo que hacía Wanda en la película de Steven Stranger, la manipulación de la mente una estupenda idea.
«Escuchénme todos, necesito que busquen por toda esta biblioteca todo sobre historia, leyendas, mitos y zonas que podrían ser de importancia histórica para este país».