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En Las Manos De Un Mafioso

En Las Manos De Un Mafioso

Status: En proceso
Genre:Completas / Mafia / Juego del gato y el ratón / Amor-odio
Popularitas:8.4k
Nilai: 5
nombre de autor: Adriana Camargo

En un mundo donde la lealtad y el deseo se entrelazan, una joven se encuentra atrapada entre la pasión y el peligro. Tras un encuentro inesperado con un enigmático mafioso, su vida da un giro inesperado hacia lo prohibido. Mientras la atracción entre ellos crece, también lo hace el riesgo de entrar en un juego mortal de poder y traición.

Sumérgete en una historia cargada de erotismo y tensión, donde cada decisión puede costar caro. ¿Podrá su amor desafiar las sombras del crimen, o caerá presa de un destino que la dejará marcada para siempre? Una novela que explora los límites del deseo y la redención, perfecta para quienes buscan emociones intensas y giros inesperados.

NovelToon tiene autorización de Adriana Camargo para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Cap 14: El Umbral de la Traición

La oscuridad de la noche se cernía sobre la ciudad mientras Ana conducía hacia lo desconocido. Las luces parpadeantes de las farolas se reflejaban en el parabrisas, creando sombras que bailaban a su alrededor. El eco de su propia respiración resonaba en sus oídos mientras sus pensamientos giraban en torno a la decisión que acababa de tomar. Iba camino a entregarse a Marco, el hombre que había jurado destruir todo lo que Alessandro había construido. Sabía que era un riesgo mortal, pero en su mente, esta era la única forma de salvar a Alessandro de un destino aún peor.

Mientras recorría las calles desiertas, recordó los momentos que había vivido junto a Alessandro. Su primera mirada, el magnetismo peligroso que siempre había sentido cuando él estaba cerca. A pesar de la oscuridad que lo rodeaba, había una luz en él que la había atraído. Y ahora, esa misma luz estaba al borde de extinguirse bajo la sombra de Marco. "No lo permitiré", murmuró para sí misma, aferrando con fuerza el volante.

De repente, un ruido sordo bajo el coche interrumpió sus pensamientos. El vehículo comenzó a tambalearse. Ana maldijo en voz baja. Se había aventurado sola, sin pensar en las posibles trampas que la noche podía tenderle. Detuvo el coche y salió a la fría noche, sintiendo el aire helado morder su piel.

Al examinar el neumático, confirmó sus sospechas: estaba reventado. Su mirada se deslizó por la calle vacía. No había ni un alma a la vista, ni un solo coche que pudiera ayudarla. Sabía que caminar hacia el escondite de Marco la expondría más, pero no tenía otra opción. Alessandro estaba en juego, y el tiempo corría.

Ana comenzó a caminar, la tensión acumulándose en sus músculos con cada paso. La ciudad parecía un espectro de lo que una vez había sido, las sombras largas de los edificios abandonados la envolvían, mientras su respiración formaba nubes de vapor en el aire gélido. Se obligó a seguir avanzando, concentrada únicamente en su objetivo.

Finalmente, después de lo que pareció una eternidad, vio el lugar que estaba buscando: una mansión vieja, casi olvidada, que ahora funcionaba como la guarida de Marco. Las luces titilaban desde las ventanas como ojos vigilantes. El corazón de Ana latía con fuerza, pero no dudó. Se acercó a la puerta principal, levantó el puño y golpeó con firmeza.

Unos segundos después, la puerta se abrió, revelando a uno de los hombres de Marco. La miró con sorpresa, pero no preguntó nada. Simplemente la condujo hacia el interior de la mansión, donde el eco de sus pasos resonaba en los amplios pasillos vacíos.

La tensión crecía en el ambiente a medida que se acercaba a la sala principal. Sabía que cada movimiento era crucial. Había memorizado cada palabra, cada mirada que había intercambiado con Marco en el pasado, buscando cualquier indicio de cómo manejarlo ahora. Y mientras sus pensamientos intentaban organizarse, las puertas se abrieron, revelando al hombre que había desatado el caos.

Marco estaba sentado en un sillón de cuero oscuro, sus dedos tamborileando sobre el brazo del asiento. Cuando la vio entrar, una sonrisa peligrosa apareció en su rostro. "Ana", dijo en un tono lento y calculador, "no esperaba verte tan pronto. Pensé que estarías escondida bajo el ala protectora de Alessandro."

Ana mantuvo la mirada fija en él. "Estoy aquí porque quiero que esto termine. No más juegos, no más muertes. Estoy dispuesta a negociar."

Marco se inclinó hacia adelante, sus ojos entrecerrándose con interés. "¿Negociar? ¿Qué podrías ofrecerme tú, que no pueda tomar por mí mismo?"

Ana dio un paso adelante, su voz firme. "Mi vida a cambio de la suya. Sabes que me quieres viva. Déjalo ir, y yo me quedaré contigo. Tú ganas, y él sale del juego."

El silencio cayó sobre la sala, y por un momento, Marco pareció considerar la oferta. Pero entonces, una carcajada baja y profunda escapó de sus labios. "¿Crees que esto es un juego de intercambios, Ana? Alessandro ha tomado demasiado de mí. Incluso si te entrego a cambio, eso no borrará la deuda de sangre que él me debe."

Ana sintió cómo su corazón se aceleraba, pero se obligó a mantener la calma. "Alessandro es un hombre de recursos. Puedes intentar destruirlo, pero mientras siga con vida, siempre será una amenaza para ti. Yo soy la clave para desarmarlo. Él me ama, y eso es algo que no puedes ignorar."

Marco se levantó lentamente, acercándose a ella. "¿Amor? ¿En serio crees que algo tan insignificante como el amor puede detenerme?"

"Es lo único que no puedes controlar, Marco", replicó Ana, su voz más suave pero llena de convicción. "Tú puedes manejar a tus hombres, controlar territorios, pero el corazón de un hombre como Alessandro… eso es un poder que no puedes romper con balas o amenazas."

Marco la miró en silencio, la tensión entre ellos palpable. Finalmente, sacudió la cabeza, divertido. "Te subestime, Ana. Tienes más agallas de las que pensé. Pero sigues sin entender algo: no estoy buscando un trato. Estoy buscando venganza."

Ana sintió que el suelo se desmoronaba bajo sus pies. Sabía que sus palabras podrían no haber sido suficientes, pero no esperaba que Marco fuera tan implacable. "Entonces, ¿me vas a matar?", preguntó, con el corazón latiendo con fuerza.

Marco se acercó aún más, su rostro a escasos centímetros del de ella. "No. Todavía no. Eres mucho más valiosa viva. Pero cuando todo esto termine, cuando Alessandro esté en el suelo, solo entonces decidiré tu destino."

El terror que sintió Ana fue inmediato, pero lo ocultó tras una máscara de frialdad. Había cometido el error de creer que podía manipular a Marco, y ahora se encontraba atrapada en su red.

Mientras Marco daba la orden a sus hombres para que la escoltaran a una habitación, Ana comprendió que había cruzado el umbral de la traición. Ya no había vuelta atrás. Y ahora, la única forma de salir de este juego sería encontrar una nueva jugada, una última estrategia que le permitiera salvar a Alessandro... y a sí misma.

El reloj seguía corriendo, y cada segundo la acercaba más al borde del abismo.

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Evelia De Leon
Parece una historia del lejano Oeste.
Evelia De Leon
Estas gente no duermen ni comen, todo lo que han hecho en una noche y ahora es cuando. Jajajajaja.......
Marce🍃: Jajajajajaa yo era tipo asi.
total 1 replies
Evelia De Leon
Les diré que no entiendo como Ana se dejó llevar a éste bajo mundo.. Por liberarse de la monotonía?
Angelica Quirios
me encanta
Angelica Quirios
a todos mis amigos
Marce🍃: ¿Por cual capítulo vas?, ¿alguna recomendación?.
total 1 replies
Angelica Quirios
muy buena novela se las recomiendo
Evelia De Leon: Me gustó éste primer capítulo, seguiré leyendo a ver que tal. Creo que debe ser buena. Esas historias de mafiosos me encantan. /Drool//Drool/
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total 1 replies
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