En el pintoresco pueblo de Santa Lucía, Mary, una joven de veintiún años siente un profundo vacío causado por la falta de afecto de su padre, don Jaime, quien parece preferir a sus hermanos. Determinada a ganarse su amor, Mary inicia un viaje emocional donde descubre que el verdadero amor comienza por uno mismo. Con la ayuda amorosa de su madre, Mary busca entender las razones detrás del distanciamiento de su padre mientras aprende valiosas lecciones sobre aceptación y fortaleza interior. En su búsqueda, Mary encuentra que el amor verdadero puede manifestarse de formas inesperadas y en momentos cruciales de la vida familiar y personal.
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La Investigación de los Padres de Carlos
Los días pasaron lentamente en el hospital mientras Carlos se recuperaba de sus heridas. Mary no se separaba de su lado, ofreciéndole su apoyo incondicional. Mientras tanto, los padres de Carlos, don Javier y doña Elena, no podían dejar de pensar en lo ocurrido. Querían saber quién era responsable del accidente que había puesto en peligro la vida de su hijo.
Una mañana, don Javier decidió tomar cartas en el asunto. Se dirigió a la comisaría local para hablar con el oficial Ramírez, quien había estado a cargo del caso desde el principio.
—Oficial Ramírez, necesitamos saber más sobre el accidente de mi hijo. ¿Tienen alguna pista sobre quién podría haber estado involucrado? —preguntó don Javier, con el ceño fruncido y una determinación feroz en sus ojos.
El oficial Ramírez asintió, reconociendo la preocupación del padre.
—Señor García, hemos estado investigando el caso y hemos encontrado algunas pruebas que indican que el accidente no fue un simple error de conducción. Al parecer, hubo una intervención deliberada. Estamos siguiendo varias pistas y tenemos un sospechoso en mente —dijo el oficial con seriedad.
—¿Quién es el sospechoso? —preguntó doña Elena, que había llegado poco después de su esposo.
—Se trata de una joven llamada Pamela. Según algunos testimonios, se la vio cerca del lugar del accidente poco antes de que ocurriera. Además, hemos encontrado algunas pruebas que podrían implicarla directamente —respondió el oficial Ramírez.
El rostro de doña Elena palideció al escuchar el nombre de Pamela. Recordaba haber hablado con ella sobre sus preocupaciones respecto a Carlos y Mary. Nunca se le hubiera ocurrido que esa conversación podría haber llevado a algo tan terrible.
—Oficial, ¿están seguros de que fue Pamela? —preguntó doña Elena, tratando de procesar la información.
—Aún no tenemos pruebas concluyentes, pero todo apunta hacia ella. Estamos investigando más a fondo y esperando los resultados de algunas pruebas forenses —explicó el oficial.
De vuelta en casa, don Javier y doña Elena discutieron lo que habían descubierto.
—No puedo creer que Pamela haya hecho algo así. Estaba desesperada, sí, pero ¿intentar hacerle daño a Carlos? —dijo doña Elena, con lágrimas en los ojos.
—Tenemos que hablar con Mary sobre esto. Ella también tiene derecho a saber lo que está pasando —dijo don Javier, intentando mantener la calma.
Esa tarde, cuando Mary regresó del hospital después de visitar a Carlos, sus padres la llamaron a la sala de estar. Mary podía sentir la tensión en el aire.
—Mary, tenemos algo muy serio que contarte —comenzó don Javier, mirando a su hija con preocupación.
—¿Qué pasa, papá? —preguntó Mary, sintiendo un nudo en el estómago.
Doña Elena tomó la mano de Mary y le explicó todo lo que habían descubierto sobre Pamela y su posible implicación en el accidente de Carlos. Mary se quedó en shock, incapaz de creer que alguien a quien consideraba una amiga pudiera haber hecho algo tan horrible.
—No sé qué decir. Pamela... ¿por qué haría algo así? —dijo Mary, con lágrimas en los ojos.
—No lo sabemos con certeza, pero parece que estaba desesperada. Lo importante ahora es que la policía está investigando y que Carlos está a salvo —dijo doña Elena, tratando de consolar a su hija.
—Necesito hablar con Carlos sobre esto. Él tiene que saberlo —dijo Mary, determinada.
Esa noche, Mary regresó al hospital y le contó a Carlos todo lo que habían descubierto. Carlos, aunque aún débil, se mostró sorprendido y decepcionado por las acciones de Pamela.
—No puedo creer que Pamela haya hecho algo así. Pero estoy agradecido de que estés aquí conmigo, Mary. Vamos a superar esto juntos —dijo Carlos, tomando la mano de Mary con fuerza.
— Carlos, porque crees que Pamela llegó a ese extremo de quererte lastimar si es mi "amiga" —dijo Mary, presentía que él sabía la razón de actuar de Pamela.
Carlos, un poco nervioso, respondió: "No tengo idea de por qué Pamela hizo eso, ya que la estimo mucho por ser tu amiga".
Después de una pausa, Carlos expresó: "Creo que sería útil tener una charla directa con Pamela para aclarar cualquier malentendido o preocupación que pueda haber surgido entre nosotros"
Mary asintió, sabiendo que, aunque la situación era difícil, su amor y determinación les ayudarían a superar cualquier obstáculo. Juntos, enfrentarían las consecuencias de las acciones de Pamela y seguirían adelante con sus vidas.
