Dulce De Leche

Liam despertó a la mañana siguiente y sus ojos se encontraron con el rostro angelical de un demonio pervertido que hizo que su espalda doliera,hizo un pequeño puchero y mordió el labio del alfa quien despertó y lo acorraló contra el colchón.

¿quieres seguir? - habló Dariel con una voz más gruesa pues estaba recién despierto.

No,quitarte, ya no puedo hacerlo - dijo Liam buscando la manera de escapar. eres un malo y grosero, pervertido.

Pero no es mi culpa tú me pedías más y más -Dariel se alzó de hombros haciéndose el inocente

No es cierto! - las mejillas de Liam se tiñeron de rojo

bien bien,no eras tú - dijo Dariel apartándose. ¿no quieres vomitar?

mmm, no, me siento bien -miro a Dariel con una notoria felicidad al respecto.

¿quieres desayunar algo en especial? - Dariel quería aprovechar el hecho de que estuviera mejor para poder comer algo.

QHotcakes con fresas - sonrió al verlo levantarse y como bajaba para pedir que los prepararán y desayunar.

Dariel tomó su café y desayunaron juntos para después irse a preparar para el trabajo, bajó nuevamente completamente elegante y no era para menos pues con sus brazos ejercitados y su cuerpo musculoso ese traje se le miraba fenomenal y a Liam le encantaba, lo miró tomar sus cosas y se acercó antes de que saliera para robar un beso de su mejilla y huir a toda velocidad del lugar para dejar a Dariel con enormes ganas de no ir a trabajar, pero a pesar de eso tenía que ir.

Liam permaneció en casa se dio un baño y se sentó en el sofá para ver una película, sin embargo, tocaron a la puerta y al ver que nadie abrió se levantó y lo hizo el mismo.

Buenas tardes, ¿necesita algo? - preguntó Liam con amabilidad al chico frente a él.

¿Tú necesitas algo? ¿Quién eres, cómo entraste? -hablo con notoria molestia.

¿Disculpe? - Liam estaba completamente confundido y aún más cuando entró empujándolo como si él fuera el intruso.

Vaya que mal gusto para la decoración sigue teniendo - El Omega se quitó el abrigo y caminó dentro de la casa con toda la confianza del mundo.

Liam se quedó perplejo y nos sabía muy bien que hacer, cerró la puerta y lo siguió.

¿qué haces siguiéndome? tráeme un poco de té, me duele la cabeza - dijo el intruso sin siquiera darle importancia a Liam

Lo siento, pero yo-

¿tú qué?, crees que te regalan el dinero, trabaja para ganártelo, muévete ve por mi té -hablo el Omega interrumpiendo a Liam con una voz de irritación.

Ana el ama de llaves oyó el escándalo y se acercó para ver qué pasaba, pero casi se le bajó la presión cuando vio a Alex en la sala.

¡Señora Ana! - dijo el intruso con felicidad

Liam aún más confundido la miró y ella se sintió entre la espada y la pared.

J-Joven Alex, volvió - habló la señora nerviosa.

Claro que sí, volví a mi hogar, por cierto ¿a qué hora llega Dariel? - tomó a Ana de sus manos con una sonrisa

Él no tarda en llegar joven, pero-

Maravilloso -volvió a interrumpir y se acercó al espejo para arreglar su cabello gris muy bien acomodado. Señora Ana, ¿por qué tienen sirvientes tan inútiles?, pedí un té y este aún no me lo ha traído.

Yo no soy un sirviente. -Respondió Liam con firmeza ya bastante fastidiada.

¿A no? -Alex se acercó con enojo a él y levantó su dedo índice contra la cara de Liam. Escucharme bien yo soy el señor de esta casa, yo mando aquí y tú obedeces, mueve tu estúpido trasero a la cocina y tráeme mi maldito té.

Liam ya enojado quitó el dedo que lo señalaba.

No soy un sirviente y no haré nada, no sé quién eres, pero estás equivocado de lugar, muévete tú fuera de aquí. -Liam estaba enojado, pero no gritaba, no podía era demasiado dulce para hacerlo.

Ja, ja, ja ¿equivocado?, no, ¿quién eres tú para hablarme así inútil? -Alex lo empujó.

Cuando Liam pensó que caería rápidamente abrazó su pancita y para su fortuna unos fuertes brazos lo sostuvieron.

¿Estás bien? -pregunto Dariel quien estaba escuchando todo desde que abrió la puerta.

¡Dariel! -grito emocionado Alex quién solo lo fulminó con la mirada.

Ven, es hora de tus vitaminas -Dariel llevó en sus brazos a Liam para subir las escaleras sin darle importancia al otro Omega que los seguía llamando a su nombre.

¡Oye!, estoy aquí!, ven! Dariel! - Alex los seguía con notoria molestia y cuando miró como entraban a la habitación se enojó aún más.

¿Qué significa esto, Dariel? - el Omega estaba furioso. ¿Me estás engañando?

Dariel por su parte solo se dedicó a Liam quien se miraba aún más confundido y enojado.

Bebe, te traje fresas con chocolate - Dijo Dariel extendiéndole las pastillas y un vaso con agua que Liam tomó aunque aún molesto por la presencia del otro que quien sabe que tanto decía. Descansa un poco, si?, necesito hablar un momento con el idiota ese.

Liam suspiró molesto y es que Liam no sabía quién era Alex así que solo asintió y pudo ver cómo casi era aventado afuera de la habitación por Dariel quien se miraba enojado, pero Liam no sabía el porqué.

Dariel cerró la puerta y frotó con sus dedos sobre su tabique nasal.

¿Qué mierda haces aquí? -pregunto Dariel con enojo.

¿Disculpa?, estoy en casa, volví para estar contigo -El Omega se acercó a él, pero antes de que lo tocará Dariel quitó su mano.

¿Se te acabó el dinero?, te daré más, pero desaparece de inmediato. - Dariel estaba enojado y preocupado de que Liam malentendiera las cosas.

Alex lo había abandonado por el dinero que su madre le había dado y volvía como si nada, pero quizás antes de encontrar a Liam lo hubiera aceptado, pero ahora con su Omega destinado y esperando a su primogénito la existencia de Alex era nula, inexistente, una nada.

Pero yo te amo, vengo para estar juntos y ser felices como lo habíamos soñado -Alex se acercó y casi se tiró sobre él tan a tiempo como Liam abrió la puerta y casi vio como si el Omega fuera a besar a Dariel y en su sorpresa solo atinó a cerrar la puerta y con llave.

Mierda quítate. -Dariel arrojó a Alex al piso y trató de abrir la puerta. Liam, abre, no es lo parece, abre, ¿si?

Alex sonrió y se levantó.

Deja lo y vamos a cenar, tengo hambre -tomando el antebrazo de Dariel quien lo miró con odio y lo tomó del cuello.

Alex, esto te va a costar muy caro, pero por ahora solo necesito que abra esa puerta, no tengo tiempo para ti. - lo soltó y tomó del cabello para hacerlo bajar las escaleras y echarlo de la casa cerrando la puerta y escuchando como tocaba y gritaba para qué lo dejarán entrar.

Dariel subió rápidamente y tocó la puerta.

Liam, abre me, deja me hablar contigo

¿quién es él? -pregunto Liam del otro lado.

El no es nadie -dijo Dariel apoyando su frente en la puerta.

pero te besó...bueno casi te besa,ni siquiera a mí me besas si no vas a tocarme después - Liam estaba a punto de llorar.

lo siento, no es lo que parece, deja me hablar contigo, te prometo que no besaré a nadie que no seas tú.

Liam lo meditó un poco y abrió la puerta para sentir como era cargado y como un beso se plantó en sus labios lo que lo hizo sonreír sin poder evitarlo.

casi muero esperando que abrieras esa puerta. - y Dariel no mentía nunca se había preocupado por algo con tanto afán hasta ese momento.

eres un dramático. -Liam besó sus labios con suavidad y al ver que se movían a la cama sonrió de nuevo. hice algo, está muy bonito.

Dariel miró como la cama estaba inundada de cobijas y almohadas que no supo de dónde el Omega las sacó.

¿Es tú nido? - preguntó Dariel con una leve sonrisa.

si, ¿te gusta? - Liam ronroneo un poco.

Me gusta,lo hiciste muy bien - Dariel lo bajo en la cama y subió junto a él con cuidado de no mover nada sabía lo importante que era para un Omega en cinta el nido y una vez dentro los dos Liam lo miró y Dariel entendió soltando su aroma para mezclarlas en el nido con el olor a dulce de leche que llenaba en lugar.