Historia De Una Enfermera

—y tu a mi no me entregastes el papel de recibido porque tenías que esperar que poncho lo firmara

— por está cuadra las personas vivían del que dirán

y el barrio que queda alfrente cruzando la cuadra, es un muy buen barrio

— La vecina de la frente trabaja en la alcaldía y es muy buena persona, ella tiene una hija quinceañera aura es una niña muy amable respetuosa y estudia en uno de los mejores colegios para señoritas de la ciudad

— un señor que recogió de la calle llamado Jacobo

Jacobo es como loquito pero con nosotros es muy respetuoso el hace todos los mandados de las casas de su cuadra

— Del lado de nuestra casa, hay dos hermanas que viven con su mamá trabajan también en la alcaldía pero son de la vida facil también y conocen y andan con políticos de renombre

— Una es morena se llama Cindy y la otra tiñe su cabello de rubio y se llama Amanda y ha hecho mucha amistad con mi hermana María y mi mamá

— en una fiestas María salió con las herramientas artiaga y conoció a José David monte verde

es hijo de una familia reconocida, bien acomodandos

— Su padre es odontólogo muy conocido, es el mayor de cuatro hermanos, pero es hijo como dicen por ahí de papi y mami

anda en un carro viejo que pertenece a su familia

—Maria como siempre llego en la madrugada casi día, mi mamá la regaño como es costumbre José David la trajo hasta la puerta

— han pasado una semana y ya José David entra y sale de la casa a la hora que quiere

el señor Juan cortez vino hoy y encontró al nuevo enamorado, no dijo nada pero enseguida se fue

— Me dice mi mamá: Juanita mija vamos a la fábrica de licores que me dijeron que haya compran las botellas vacías que uno recoge

— He metido hojas de vida en todas partes y nada no he podido conseguir empleo

— Le respondi q mi mamá: vamos pues

— Recogimos un saco de botellas que la verdad no sé de adónde las saco mi mamá, y salimos

— Tome el saco y me lo heche al hombro, llegamos a la fábrica,

— Buenos días, estaba un celador

— Responde el celador: buenos días, si a la orden

— Le dice mi mamá: mijo lo que pasa que a mí me dijeron que aquí compran botellas vacías para reutilizar,

— El muchacho se sonrió y dijo: bueno la verdad no creo pero siga para ver ya le llamo a la jefe para ver q dice

— Entramos a un pasillito y a la vez era sala de estar, habían allí muchas muchachas como de veinte a veinticinco años morenas rubias costeñas y cachacas hasta una de ellas era Venezolana

— Todas bien vestidas y oliendo a rico maquilladas

— Sentí tanta vergüenza pues mi cabello iba en una coleta pero estaba descuidado, mi ropa era desteñida, vieja y ni les cuento los zapatos

— Ellas me miraban como un animalito raro y no era mentiras así me sentía

— El celador nos dijo: espere un momento aquí ya le llamo a la jefa, había una ventana de vidrio grande hasta el piso y todo se veía

— El tocó el vidrio, y una mujer delgada voltio y miro,

el le hizo señas con la mano que viniera

ella se levantó y salió de la oficina y llegó adónde estábamos

— Dijo: buenos días, nos miró y lo miro a el preguntando, si dime

— Respondimos: buenos días

— Le dijo el celador: jefa mire la señora viene por qué le dijeron que aquí compraban las botellas vacías

— responde ella: como así noooo

— Mientras ella estaba hablando, yo revisaba con mi mirada todo y en el segundo piso había otra oficina y también tenía un ventanal grande habían varios hombres hombres y uno en particular

— Nos miraba y hablaba se veía como muy desesperado

— Dijo aquella mujer, que era tan engreída: no señora aquí no se compra eso pero vamos a comprarle este saco a usted para que no se devuelva con ello

espéreme un momento

— Salio, la mujer a la oficina y tomo de su cartera y regreso y dijo: tome doña,

 y le dijo al celador Henry llévate ese saco de botellas para el patio