La Maldición Del Lobo

...En el tablero de la vida, a veces la verdadera victoria no está en dominar a los demás, sino en comprender el juego y jugarlo con astucia y determinación....

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Ezekiel:

El aire en la sala se volvió espeso con cada palabra que salía de los labios de Bellatrix. Sentí como si estuviera atrapado en una telaraña de intrigas y mentiras, y mi paciencia se desgastaba con cada segundo que pasaba. No podía soportar más el peso de sus manipulaciones y engaños.

___Aparte de sacarme de mi mansión, ahora me traiciona con ese supuesto plan. Esta bruja cada vez hace que mi ego quede por los suelos. Es la primera mujer que me destruye en todo el sentido de la palabra, y eso no me gusta para nada. No he encontrado a mi luna, y sin embargo, no es algo que me interese encontrar, __murmuré para mí mismo, luchando contra la furia que ardía en mi interior.

Observé con creciente irritación cómo Matteo clavaba su mirada en Bellatrix. Un rugido comenzó a resonar en lo más profundo de mi ser, despertando al lobo que dormía en mi interior. Sin poder contenerme más, me puse de pie abruptamente, mi pecho ardiendo de ira.

__Nos vamos, bruja, __gruñí entre dientes mientras dirigía mi mirada hacia Luciano y su hijo__. Supongo que ya está todo hecho, ¿no? Así que me llevaré a la bruja. Necesito que me dé explicaciones, __añadí, agarrando su brazo con firmeza.

Pero antes de que pudiera siquiera moverme, Bellatrix me quitó la mano bruscamente y se puso de pie, su mirada llena de determinación y desafío.

__!No se preocupen, ya pueden irse. Y Bellatrix, mis guardaespaldas te han dejado cuatro maletas con dinero en tu camioneta. Gracias por tus servicios, __anunció Luciano con calma, mientras Bellatrix asentía con una sonrisa satisfecha.

__No es nada. Solo hago mi trabajo. Gracias a usted por confiar en mí, __respondió Bellatrix con una elegancia impecable, estrechando la mano de Luciano antes de dar media vuelta y salir de la sala con paso seguro.

Estreché la mano de Luciano y su hijo con un gesto formal, pero mi mente estaba llena de preguntas sin respuestas.

«¿Qué estaba tramando realmente Bellatrix?»

«¿Por qué me ocultó sus planes?» __La sensación de traición se apoderaba de mí, haciéndome hervir de furia por dentro.

Cuando finalmente salimos de la mansión, me acerqué a Bellatrix con paso firme, sintiendo el calor de la ira burbujeando bajo mi piel.

__¿Por qué no me dijiste de ese plan, bruja? __gruñí, mi voz llena de furia contenida.

Bellatrix levantó una ceja con insolencia, su mirada desafiante clavándose en la mía.

__¿Debía decírtelo?, __respondió con una frialdad que me hizo temblar de rabia.

__¡Era un asunto personal! Además, no confío en ti. Si te lo hubiera contado, no habrías accedido, __continuó con un tono sarcástico que me hacía hervir la sangre.

__¿Mira, bruja? Si me hubieras dicho la verdad, habría trabajado contigo de todas formas, __gruñí, mis puños apretados con fuerza.

Pero ella solo me miró con desprecio, desafiando mi autoridad con cada fibra de su ser.

__Además, solo fue esta vez que oculté algo. Era por el bien de ambos, __añadió sarcásticamente, su voz llena de desdén.

No pude contener mi ira más tiempo. Agarré su mandíbula con fuerza, obligándola a mirarme a los ojos.

__Eres una bruja desconfiada. Recuerda tu lugar siempre, bruja. No quiero otra escena como esta. No me gusta que me ocultes nada, __gruñí entre dientes, acercándome peligrosamente a ella.

Pero antes de que pudiera decir algo más, ella me apartó con un gesto brusco, su mirada fría y distante.

__Vámonos ya, Ezekiel. Y si oculto las cosas, es porque no confío ni en mi maldita sombra, ¿ok?, __me espetó, mirando hacia la ventana con desdén, ignorándome por completo.

Me quedé parado allí, sintiendo la frialdad del aire cortar a través de mi piel mientras el peso de la traición se asentaba en mi pecho. Sabía que no sería fácil trabajar con Bellatrix, pero nunca esperé que fuera tan difícil. Y mientras nos alejábamos de la mansión, una sombra oscura se cernía sobre nosotros, amenazando con desgarrar el débil equilibrio que habíamos construido entre la confianza y la traición.

El rugido del motor resonaba en mis oídos mientras manejaba a través de las calles oscuras de la ciudad. La noche estaba envuelta en un manto de sombras, y el silencio era interrumpido solo por el susurro del viento y el zumbido de los faroles solitarios. Pero en mi mente, la tormenta estaba en pleno apogeo, alimentada por la furia y la confusión que se arremolinaban dentro de mí.

Mientras manejaba, me desvié del camino habitual, adentrándome en un callejón oscuro y poco transitado. El silencio del lugar era palpable, y el aire estaba cargado con una sensación de anticipación y peligro. Detuve el auto abruptamente, sintiendo los ojos de Bellatrix clavados en mí con una mezcla de curiosidad y advertencia.

__Ezekiel, creí haber dicho que nos fuéramos, __reprendió Bellatrix, frunciendo el ceño mientras me miraba con desaprobación.

Pero yo no podía apartar mi mirada de ella. Me acerqué a ella lentamente, sintiendo la electricidad en el aire mientras nuestras miradas se encontraban.

__Te haré saber cuál es tu lugar, __murmuré, dejando que mi voz se cargara con la promesa de lo que estaba por venir. Y sin darle tiempo para responder, me incliné y presioné mis labios contra los suyos en un beso ardiente y desesperado.

Por alguna razón, desde el momento en que probé sus labios por primera vez, supe que quería hacerlo siempre. Pero Bellatrix siempre se resistía, manteniéndome a distancia con sus muros impenetrables.

Sin embargo, en lugar de corresponder a mi beso, Bellatrix me dio una cachetada, apartándome bruscamente de ella.

__No te confundas, Ezekiel. No soy como tu Sabina, que se entrega a cualquiera, ¿ok? Respétame, ya sea por las buenas o por las malas, __espetó, su voz llena de furia mientras se limpiaba los labios con desdén y salía de la camioneta, cerrando la puerta con un portazo.

Bajé del auto, enfrentándola con una mirada desafiante mientras se alejaba con paso firme por el callejón.

__Eres la única mujer que se atreve a enfrentarme así, bruja. Sabina es solo... __intenté continuar, pero fui interrumpido por la voz contundente de Bellatrix.

__Sabina es solo un juguete para ti, ¿verdad? Un objeto que utilizas para tu propio placer, __completó, su tono lleno de desprecio mientras se volvía hacia mí.

La rabia ardía en mi interior, pero también había algo más. Un deseo ardiente, alimentado por la intensidad de nuestra conexión. Y mientras la veía alejarse, su figura diminuta pero poderosa recortada contra el fondo oscuro del callejón, supe que no podía dejarla ir tan fácilmente.

__Espera un poco, Bellatrix. Pronto estarás rogando por más, __murmuré para mí mismo, mientras me montaba en la camioneta y la seguía al ritmo de sus pasos decididos.

Esta bruja podía ser baja en estatura, pero su determinación y su espíritu indomable la convertían en una fuerza a tener en cuenta. Y yo estaba decidido a descubrir qué secretos ocultaba en las sombras de su alma.

El sonido monótono de la lluvia golpeando el parabrisas del auto creaba una atmósfera sombría en la noche, reflejando el torbellino de emociones que se agitaban dentro de mí. Bellatrix estaba frente a mí, su figura iluminada por las luces de la calle, y yo no podía apartar los ojos de ella.

Bajé la ventana con cuidado, observándola con atención mientras las gotas de lluvia golpeaban mi rostro.

__¿Por qué siempre me evitas, bruja? __pregunté, dejando escapar la curiosidad que había estado ardiendo dentro de mí.

A pesar de ser un mafioso temido y poderoso, ahora me encontraba con una debilidad inesperada por esta mujer. No entendía por qué, ella era solo un peón en este juego que estaba decidido a destruir después de encontrar a las demás brujas. Ella nunca sería mi tipo de chica, la que quería tener a mi lado.

__Porque te odio, Ezekiel, __respondió ella con ira, su voz resonando en el aire cargado de tensión.

Me detuve en seco, sintiendo el peso de sus palabras.

«¿Por qué me odiaba tanto?»

« ¿Y aún así, por qué seguía trabajando conmigo?»

__Si me odias, ¿por qué trabajas conmigo? __pregunté, tratando de entender su lógica retorcida.

__¿Tienes memoria de pez? __replicó ella, su tono lleno de desdén mientras me miraba con frialdad.

Su mirada me atravesó como un puñal, recordándome la intensidad de su desprecio. Pero también avivó las llamas del deseo dentro de mí, un deseo que no podía controlar.

__Te recuerdo que fuiste tú quien no me dejó opción para trabajar contigo. ¡Qué idiota eres!, __continuó, su voz llena de veneno mientras me lanzaba sus palabras con fuerza.

Su forma de tratarme me irritaba profundamente, pero a la vez, despertaba algo dentro de mí. Mi lobo interior gruñía con satisfacción ante su dominio, aunque mi mente luchaba contra ello.

__Sube, te llevaré, __dije finalmente, mi voz firme a pesar de la tormenta emocional que rugía en mi interior.

Ella frunció el ceño, pero finalmente subió al auto. Arranqué con determinación, sintiendo el peso de su presencia a mi lado mientras nos dirigíamos hacia su hotel.

Cuando llegamos, ella se bajó del auto, pero antes de entrar, me lanzó una mirada intensa, llena de significado.

«¿Qué quería decirme con eso?» __Sin embargo, se contuvo y desapareció dentro del hotel.

Aparqué la camioneta en mi garaje y me dirigí rápidamente al sofá de mi mansión. Me dejé caer en él, sintiendo el agotamiento de la noche pesando sobre mis hombros. Necesitaba liberarme de esta tensión, de esta atracción peligrosa que me mantenía cautivo. Pero por más que lo intentara, sabía que esta batalla interna estaba lejos de terminar.

Me desperté todo torcido en el sofá, el sueño todavía nublando mi mente mientras luchaba por abrir los ojos. La voz de una de mis empleadas rompió el silencio, intentando sacarme del letargo.

__Señor, la señorita Bellatrix lo está esperando, __anunció, y mi corazón comenzó a latir más rápido en mi pecho.

Abrí los ojos de golpe, frunciendo el ceño ante la noticia. Me levanté rápidamente, consciente de que no podía hacerla esperar más.

__Dígale que ya salgo, __ordené con brusquedad, y la empleada asintió antes de retirarse.

Me dirigí rápidamente al baño, necesitando un momento para recobrar la compostura. Me metí bajo la ducha, dejando que el agua caliente calmará mis nervios y despertara mis sentidos.

El aroma del jabón llenó el aire, envolviéndome en su fragancia fresca y revitalizante. Después de una rápida ducha, me vestí con elegancia, eligiendo cuidadosamente cada prenda para asegurarme de transmitir una imagen de poder y autoridad.

Bajé las escaleras con determinación, encontrándome con Bellatrix sentada en el sofá. Me acerqué cautelosamente, pero ella me detectó al instante, lo que me pareció extraño.

__¿Tan rápido me extrañas, bruja?, __bromeé, tratando de ocultar la incertidumbre que me invadía.

Ella levantó una ceja, su mirada penetrante clavándose en la mía con intensidad.

__En realidad no, pero bueno, voy a dejar de trabajar para ti. Lo pensé bien y prefiero mil veces trabajar sola que trabajar contigo. Y si decides hacerle algo a mis padres o a alguien que quiero, juro que te destruiré como no tienes idea, __declaró, su voz llena de determinación mientras se ponía de pie para enfrentarme.

Su mirada me envió un escalofrío por la espalda, y me di cuenta de que había subestimado su poder y su capacidad para desafiar mis planes.

__No te irás así como así, bruja. No puedes destruirme porque sé tu secreto. Imagina cómo lo tomaría el hijo de Valerius cuando se entere de que su padre fue llevado a la boca del lobo, __respondí, tratando de intimidarla para que cambiara de opinión.

Pero ella no se dejó impresionar por mis amenazas, y su mirada desafiante me dejó sin aliento.

__Oh, ¿en serio, Ezekiel? ¿Crees que tienes el control de todo? Sin embargo, puedo mover todas las piezas para que tú salgas perjudicado. ¿Qué tal si la historia es diferente y tú fuiste el que traicionó a Valerius por dinero?, __contraatacó, su voz suave pero llena de veneno.

Sus palabras me dejaron atónito, y sentí cómo el suelo se desvanecía bajo mis pies.

«¿Cómo podía manipular la situación de esa manera?»

« ¿Cómo podía desafiar mi autoridad de esa manera?»

__Claro que no puedes, bruja. Yo era muy amigo de Valerius. Su hijo me creería a mí, no a ti, __respondí, tratando de mantener la calma mientras tomaba su barbilla con cuidado.

__Pero cuando presente pruebas de tu traición, puedo manipular la situación a mi antojo, continuó, __su índice presionando mi pecho con determinación.

Sus palabras eran como dagas envenenadas, pero no podía dejarla ganar. Debía encontrar una manera de mantenerla bajo mi control, de asegurarme de que siguiera siendo mi peón en este peligroso juego de poder y engaño.

Una tensión palpable llenaba la sala mientras Bellatrix y yo nos enfrentábamos en una danza de manipulación. Su mirada penetrante y su voz suave pero firme me desafiaban a cada paso, y yo luchaba por mantener mi autoridad intacta en medio de sus habilidades retorcidas.

__¿Crees que tienes el control de todo, Ezekiel?, __comento Bellatrix, su tono calmado pero lleno de una confianza inquebrantable__. Pero la verdad es que puedes ser derrocado tan fácilmente como un peón en un tablero de ajedrez.

Mi corazón latía con fuerza en mi pecho, mientras luchaba por mantener la compostura frente a sus palabras. No podía permitir que ella me debilitara, pero su habilidad para manipular la situación era desconcertante.

__Tu confianza en tus propias habilidades es tu mayor debilidad, __continuó Bellatrix, su voz envuelta en un aura de misterio y desafío__. Creíste que tenías el control absoluto, pero olvidaste que en este juego, todos somos piezas en el tablero.

Traté de mantener mi semblante impasible, pero por dentro, sentía que mi mundo se tambaleaba.

«¿Cómo podía ser que ella, una simple bruja, tuviera tanto poder sobre mí?»

__Lo que no entiendes, Ezekiel, es que el verdadero poder no reside en la fuerza bruta, sino en la astucia y la manipulación, __continuó Bellatrix, su mirada clavada en la mía con una intensidad que me dejaba sin aliento__. Y en ese sentido, soy imbatible.

Sus palabras resonaban en mi mente, desafiándome a encontrar una respuesta que la contrarrestara. Pero por más que lo intentaba, me encontraba atrapado en su red de engaños y artimañas.

__Te he subestimado, Bellatrix, __murmuré, sintiendo cómo mi autoridad se desvanecía bajo su mirada implacable__. Pero te aseguro que no te permitiré jugar conmigo de esta manera.

Ella sonrió con una mezcla de satisfacción y desdén, sabiendo que había ganado esta batalla de voluntades.

__Tu amenaza es hueca, Ezekiel. En este juego, soy la que tiene el control, y tú eres solo un peón más en mi tablero, __declaró, su voz llena de triunfo mientras se alejaba.

Me quedé allí, sintiendo cómo el peso de su victoria se asentaba en mis hombros, sabiendo que no podía subestimarla nunca más. Bellatrix era mucho más peligrosa de lo que había imaginado, y ahora, era solo cuestión de tiempo antes de que mostrara su verdadero poder y me dejara sin nada más que mi propia impotencia.

El silencio tenso envolvía la sala mientras mis dedos se cerraban con fuerza alrededor del brazo de Bellatrix, empujándola contra la pared con determinación. Nuestros ojos se encontraron en un duelo silencioso, cada uno desafiando al otro en una danza mortal de poder y control.

__¿Crees que puedes desafiarme tan fácilmente, Bellatrix?, __murmuré, mi voz llena de una amenaza apenas contenida mientras la miraba fijamente.

Ella sostuvo mi mirada con una calma inquebrantable, su rostro impasible pero sus ojos brillando con una determinación igualmente feroz. __No subestimes mi fuerza, Ezekiel, __respondió, su tono suave pero lleno de una confianza inquebrantable__. No soy tan fácil de dominar como crees.

El cosquilleo de anticipación recorrió mi columna vertebral mientras me preparaba para el enfrentamiento verbal que estaba por venir.

__Tu autoridad es solo una ilusión, Ezekiel, __continuó Bellatrix, su voz suave pero cargada de un desafío inquebrantable__. En este juego, solo el más fuerte y el más astuto prevalecerá.

Sonreí con arrogancia, mi confianza en mis propias habilidades aún intacta a pesar de su desafío. __No subestimes mi determinación, Bellatrix, __contraataqué, mi voz llena de una promesa de desafío__. No descansaré hasta que te sometas a mi voluntad.

__En este juego de sombras y manipulación, solo uno de nosotros saldrá victorioso, __declaró Bellatrix, su voz suave pero llena de un peligro latente__. Y te aseguro que no seré yo quien se someta.

__Veremos quién cae primero, Bellatrix, __respondí con calma, aunque por dentro sabía que esta batalla estaba lejos de terminar.

Estábamos destinados a seguir luchando en un ciclo interminable de poder y resistencia, cada uno buscando afirmar su autoridad sobre el otro en una danza mortal de determinación y desafío.

El aire se cargó con electricidad cuando Bellatrix me empujó contra la pared, su mirada desafiante y su voz llena de autoridad resonando en la habitación. __El que caerá primero eres tú, Ezekiel, __declaró con firmeza, su tono lleno de confianza y desafío.

Antes de que pudiera responderle, un golpe en la puerta interrumpió nuestro tenso enfrentamiento. Al abrir, me encontré con Sabina, cuyo abrazo efusivo me tomó por sorpresa. La aparté suavemente, consciente de que su afecto era solo un juego para satisfacer mis deseos momentáneos, aunque ella aún no parecía entenderlo por completo.

Mientras observaba la interacción entre Sabina y Bellatrix, pude percibir la tensión en el aire, como si estuvieran a punto de estallar en cualquier momento. Bellatrix clavó su mirada en Sabina con un destello de desdén, mientras que Sabina respondió con una sonrisa forzada, tratando de ocultar su incomodidad.

__Qué sorpresa verte por aquí, Sabina, __comentó Bellatrix con un tono sarcástico, sus palabras cargadas de ironía__. ¿Acaso has venido a jugar a ser la heroína de Ezekiel otra vez?

Sabina frunció el ceño ligeramente, pero mantuvo su sonrisa falsa. __Solo estaba pasando por aquí y pensé en saludar, __respondió, tratando de mantener la compostura a pesar del sarcasmo de Bellatrix.

La tensión entre ellas era palpable, como si estuvieran midiendo sus fuerzas en un juego de ajedrez mental. Cada una buscaba la manera de obtener ventaja sobre la otra, sin mostrar debilidad alguna.

Yo permanecí en silencio, observando su interacción con curiosidad y una pizca de preocupación. Sabía que la rivalidad entre Bellatrix y Sabina era intensa, y temía que en cualquier momento pudiera estallar en un enfrentamiento abierto.

Mientras tanto, las miradas de Bellatrix y Sabina se encontraban en un duelo silencioso, cada una tratando de demostrar su superioridad sobre la otra. Era evidente que ninguna de las dos estaba dispuesta a ceder terreno, y yo me encontraba atrapado en medio de su peligroso juego de poder y manipulación.

El silencio se hizo opresivo cuando noté cómo Bellatrix apretaba el puño con furia contenida. Su figura imponente se acercó lentamente, y sus palabras resonaron en el aire con una autoridad indiscutible.

__Bueno, creo que mi charla aquí ha terminado, __anunció Bellatrix con un tono gélido, su mirada penetrante clavada en Sabina. Levantó una ceja con desdén mientras continuaba:__Y tú, no te vuelvas a cruzar en mi camino. Aún no olvido cuando mataste a mi serpiente. Te las haré pagar.

La amenaza resonó en la habitación, cargada de una intensidad que enviaba escalofríos por mi espalda.

«¿Qué podía significar eso?»

«¿Qué tipo de castigos tenía en mente Bellatrix?» __Me pregunté, observando con atención mientras ella jalaba a Sabina hacia atrás, apartándola de la puerta con un gesto brusco.

Bellatrix abrió la puerta y se marchó, dejándome sumido en mis pensamientos.

«¿Qué había querido decir con eso?»

« ¿Realmente planeaba hacerle daño a Sabina?» __La idea me llenó de una profunda preocupación, pero también de un deseo ardiente de protegerla.

A mi lado, Sabina me sobaba el hombro con gestos de preocupación, y su tacto me hizo reaccionar. Agarré su brazo con firmeza, recordando todas las veces que había sido mi escape, mi distracción en momentos de estrés o deseo.

Ella era sumisa, complaciente, y había sido mi juguete favorito en más de una ocasión. Pero ahora, con la amenaza latente de Bellatrix en el aire, me di cuenta de que necesitaba protegerla más que nunca.

__Estoy bien, Sabina, __murmuré, tratando de tranquilizarla mientras mi mente trabajaba a toda velocidad.

Debía mantenerla a salvo, fuera cual fuera el peligro que se avecinaba.

La incertidumbre y el miedo me embargaban mientras contemplaba el vacío dejado por Bellatrix.

«¿Qué podría hacer para detenerla si decidía atacar a Sabina?» __Mi mente bullía de pensamientos mientras me preparaba para enfrentar los oscuros desafíos que se avecinaban.